La fiscalía francesa anunció este jueves que de acuerdo el análisis del contenido de una de las cajas negras del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses, el copiloto, Andreas Lubitz, habría provocado el accidente de forma voluntaria.
Viernes 27 de marzo de 2015
Fotografía : EFE
Los investigadores sostienen que la grabación sonora, con la conversación en cabina, ofreció datos de la última media hora de ese vuelo, que cubría el trayecto entre Barcelona (España) y Düsseldorf con 150 personas a bordo.
Según informa la fiscalía, el comandante le pidió al copiloto que tomara el mando porque iba a ausentarse de la cabina, presumiblemente para ir al servicio, y fue en ese momento en que Lubitz se quedó solo cuando bloqueó el acceso desde fuera, y la tripulación y la torre de control perdieron el contacto con él.
El joven, de 27 años, con una experiencia de 630 horas de vuelo y que había comenzado a trabajar en Germanwings en septiembre de 2013, habría accionado el sistema de descenso "pese a que no tenía razones para hacerlo" y no pronunció palabra en el resto del trayecto.
La grabación de la caja negra, según el fiscal, permite saber que el comandante reclamó que le abriera la puerta e intentó derribarla por la fuerza ante la falta de respuesta, así como que las advertencias de los controladores ante el inesperado descenso del avión tampoco fueron atendidas.
La respiración del copiloto era en apariencia normal, añadió Robin, por lo que todo indica que estaba vivo hasta el momento en que el avión se estrelló contra las cumbres del macizo de los Trois Évêchés y quedó prácticamente pulverizado.
La investigación, que se ha abierto como "homicidio involuntario", se dirige ahora hacia un acto supuestamente deliberado del copiloto, del que todavía se desconocen los motivos.
Lubitz nació en Montabaur, en el estado federado de Renania-Palatinado (oeste de Alemania), y no estaba fichado por las autoridades judiciales francesas ni alemanas por asuntos penales.
El comportamiento de Lubitz, según la fiscalía, puede interpretarse como que había "una voluntad de destruir el avión".
Los pasajeros de ese vuelo, según los primeros elementos de la investigación, en principio no se dieron cuenta de lo que sucedía hasta el final, dado que no se escuchan gritos hasta poco antes del impacto.
La explicación de la fiscalía francesa, sin embargo, aún no está probada, ni tampoco si hubo responsabilidad de la empresa Lufthansa en esta situación.
El Ministerio de Exteriores alemán elevó hoy a 75 el número de alemanes muertos en la catástrofe, pero entre las víctimas figuran además 50 españoles, tres estadounidenses y tres argentinos, así como ciudadanos de Australia, Bielorrusia, Colombia, Dinamarca, Reino unido, Irán, México, Marruecos, Holanda y Venezuela.
Unos 250 familiares participaron hoy en un homenaje a los fallecidos organizado a las afueras de Le Vernet, la pequeña aldea más cercana al lugar del siniestro.
Ángela Merkel, François Hollande y Mariano Rajoy se hicieron presentes en el lugar más cercano al accidente, donde se desarrollan las tareas de identificación de las víctimas. Como en otros hechos de este tipo, intentan instrumentalizar esta tragedia para prestigiarse y recrear un espíritu de “unidad nacional” ante el duelo.
Fuente: ID-Agencias