El Estado español recibirá finalmente 77 mil millones de los fondos europeos para la recuperación. Se trata de 7.800 millones más de los asignados hasta el momento. Aumenta el rescate a los capitalistas mientras se recrudece la crisis social.
Viernes 24 de junio de 2022
El cambio se debe a los nuevos cálculos que ha hecho Bruselas en función del desarrollo económico de cada miembro en los últimos meses en los que la economía del Estado español viene posicionándose a la cola del despegue o recuperación previstos. Así el cálculo definitivo ha hecho incrementar la partida inicial destinada al Estado español. De los 69.510 millones previstos originalmente, se ha pasado a los 77.340 millones actuales. Esto supone casi un 23% del total de los fondos europeos destinados a ayudas directas: 338.000 millones. Esto sitúa al Estado español como el mayor beneficiario de estos datos.
La Comisión europea prevé que España sea la última de las economías europeas que vaya a recuperar el nivel del PIB que tenía antes de la pandemia. La recuperación de la economía española EN 2021 fue del 5,1% mientras que la media europea fue del 5,3%. España además fue uno de los países en los que la más se contrajo la economía en 2020, momento en que el PIB cayó un 10,8% mientras, en países como Italia caía un 9,9% y la media de la Unión Europea suponía una caída del 5,9%
Tras el desplome que vivieron las economías europeas a causa de la pandemia, la Unión Europea desarrolló un plan de recuperación, el NextGenerationEU, conocido como los fondos europeos para la recuperación. Estos fondos que suponían el plan más ambicioso de Europa para contener el golpe de la pandemia incluye 725.000 millones que se dividían casi a partes iguales entre préstamos que debían devolverse y transferencias no reembolsables o ayudas directas como las que ahora se incrementan para España.
Para gestionar los fondos en los próximos años el Gobierno de PSOE-UP desarrolló el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Según el discurso del Gobierno “progresista” entre los objetivos del plan se encentraba “la transición ecológica, la transformación digital, la cohesión territorial y social, y la igualdad de género”.
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Pero si nos separamos del discurso progresista que tratan de vincular a este plan, vemos que hasta el momento los grandes beneficiarios de las ayudas están siendo y serán, según el plan definido, las grandes empresas del IBEX 35 las principales beneficiarias de las ayudas. Actualmente se ha repartido poco en relación a la cifra total. Por ahora las empresas han recibido 2.400 millones, una cifra nada desdeñable y que además se va ver desatado en muy poco tiempo. Las ayudas directas deben asignarse antes de que acabe 2023 y gastarse antes de finales de 2026 por lo que las grandes empresas se han dado prisa en presentar sus planes. Aunque ahora la mayoría de ayudas están en fase de concurso ya se pueden intuir los nombres de los que serán sus beneficiarios. Nada más desarrollarse el plan fueron grandes empresas como Ferrovial, Inditex o Iberdrola las que ya tenían distintos planes para participar en los distintos concursos que terminarán asignando los fondos bajo la etiqueta de modernización del tejido productivo, eficiencia energética o transición ecológica. Por ejemplo Endesa fue de las primeras empresas en presentar proyectos, nada más y nada menos que 110, por un valor de 19 mil millones para beneficiarse de estos fondos. También Amancio Ortega solicitó 100 millones para reacondicionar la sede de su compañía en A Coruña. Mientras tanto, la crisis social aumenta enormemente empujada por la inflación.
El mérito del Gobierno de PSOE y UP es darle un cariz progresista al mayor rescate al capitalismo español en los últimos años, comparable con el rescate que se hizo tras la crisis de 2008. Recordemos que los fondos europeos han sido la gran apuesta de Europa para tratar de contener el descalabro económico. En este caso ideado y maquillado por un gobierno de PSOE y Unidas Podemos.
Los fondos, además de suponer un rescate directo para grades empresas, entre ellas muchas beneficiarias como las electicas que vienen enriqueciéndose en medio de una aguda crisis social, suponen un enorme endeudamiento para el estado a costa de ese segundo bloque de préstamos que el estado deberá devolver a Europa. Estas ayudas se sumarán a la hipoteca recibida de la anterior crisis que ya tuvieron como consecuencia una década marcada por los recortes. El rescate a la banca de 2012 fue de 60 mil millones, los 77 mil millones de los nuevos créditos tendrán unas consecuencias aún peores.
Ante las consecuencias de la crisis que se viene, es necesario articular un plan de lucha para pelear porque esta vez la crisis la paguen los capitalistas.
