Cinco años han pasado de la movilización social de 41 días que estalló entre los meses de febrero y marzo del 2012 en la región de Aysén. Hoy, la batalla del Puente Ibáñez y las marchas masivas han dejado lecciones para sus habitantes.

Teresa Melipal Santiago de Chile
Miércoles 29 de marzo de 2017
Cinco años se han cumplido después de la masiva movilización de los habitantes de la región de Aysén. Hoy, distintas lecciones cruzan en el cuerpo de quienes lucharon por un petitorio de 11 demandas.
A cinco años de la histórica batalla de pescadores artesanales, trabajadores y pobladores de Aysén en el Puente Ibáñez y los combativos métodos de lucha, la movilización "Aysén: Tu problema es mi problema", dejó ciertas amarguras y decepción por parte de sus habitantes. Y es que la fuerza social que convocó a miles de personas y que concentró un total de 41 días de movilización contenía un carácter policlasista en su composición: pescadores, jóvenes, trabajadores, pobladores, gremios, sindicatos, iglesias, profesionales, empresarios locales y movimientos ciudadanos, se levantaban bajo la demanda de un petitorio que abarcaba mejoras en la salud pública, universidad regional, sueldos regionalizados, zona franca, estabilidad laboral entre otros.
El petitorio se levantaba a través de una mesa social burocrática con la principal figura de Iván Fuentes (DC), vocero del movimiento social y actualmente diputado por la región, quien es cuestionado por el financiamiento de las pesqueras hacia su candidatura.
Una de las grandes lecciones que dejó el movimiento de Aysén fue la desconfianza de los aparatos represivos del Estado y los partidos del régimen, donde la primera marcó denuncias por lesiones de extrema gravedad por parte de las Fuerzas Policiales hacia quienes se manifestaban contra la represión y terrorismo de Estado dirigido por el gobierno del ex presidente Piñera. Mientras que la segunda lección consistió de la falta de respuesta del Gobierno y del nulo pronunciamiento de la Intendencia regional encabezada por Pilar Cuevas (RN), sumando el poco apoyo a nivel nacional por parte de organismos sindicales y estudiantiles, como también de la traición de Iván Fuentes (DC) al movimiento social por pactar el petitorio con las autoridades del Gobierno si ninguna garantía.
Barbara Brito, vicepresidenta Fech y militante del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), fue una de las pocas dirigentes estudiantiles que no solo busco hacer un llamado activo en solidaridad con la revuelta de Aysen, estuvo ahí, en las barricadas solidarizando con los pescadores, pobladores y trabajadores. De su experiencia en Aysén nos comenta:
" Al llegar a Aysén nos interceptó la barricada de Villa España y, en vez de seguir avanzando nos quedamos a compartir y a apoyarlos en la labor de controlar la puerta de entrada a la ciudad. Para ello nos explicaron el sistema de barricadas que iba desde el punto 0 donde se encontraban los pescadores, pasando por el puente Aysén, hasta las barricadas que se ubicaban en la entrada. Uno de los problemas es que las decisiones políticas estaban desligadas de quienes encabezaron la lucha entonces cuando todos los trabajadores, pobladores, con sus hijos e hijas salían a la calle, se amanecieron en las barricadas al menos durante un mes, se bañaban con agua fría y no tenían ni cigarros ni bencina tras los cortes de ruta, personajes como Iván Fuentes y otros militantes de partidos de derecha y de la ex Concertación se ocupaban de negociar con el gobierno de Piñera demandas que no alcanzaron las expectativas y las necesidades de los trabajadores y el pueblo combativo que combatió a la policía y se organizó para controlar la Aysén."