Tras dos semanas de paro estudiantil por tiempo indefinido en la Escuela Superior de Educación Física, contra la reforma de su plan de estudios, las autoridades de la SEP tratan a toda costa de boicotear esta lucha para evitar que contagie a otras escuelas normales y se una con la de los universitarios.
Martes 11 de septiembre de 2018
En un comunicado, el director de la Escuela Superior de Educación Física (ESEF), Alfredo Quezada, llamó a los estudiantes de primer semestre de esta institución a asistir el pasado lunes, 10 de septiembre, a partir de las 8:00 a.m., a una "reunión" en el edificio de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, ubicado en la calle Justo Sierra #19 en el Centro Histórico de la CDMX.
Esto con el fin de convencer a las y los normalistas de nuevo ingreso de las bondades del cambio de plan de estudios y oponerlos al paro, en el que participan estudiantes de todos los semestres con el apoyo de la mayoría de sus maestros. Esta política del director de la ESEF y sus jefes para intentar dividir y confrontar a los estudiantes, la llevan a cabo mientras sostienen un “diálogo” hipócrita con el comité estudiantil y una representación de los maestros, donde las autoridades sólo han demostrado su negativa a resolver las demandas del movimiento.
Sin embargo, la imposición autoritaria de la reforma curricular en la ESEF y el descontento que generó entre la comunidad, mermó drásticamente la credibilidad de las autoridades de la escuela y la Dirección General de Normales (DGENAM), por lo que sólo acudieron a su llamado alrededor de una decena de estudiantes, quienes además simpatizan con el movimiento.
Al notar su estrepitoso fracaso, las autoridades de la DGENAM y la ESEF, desesperadas, mandaron “edecanes” con el fin de acarrear a los estudiantes que se acercaron al recinto, ya que integrantes del Comité Estudiantil que encabeza el paro se hicieron presentes en las inmediaciones para poder dialogar con sus compañeros y compañeras sobre sus justas demandas. La desolación del evento oficial contrastó con la presencia de muchos estudiantes en las instalaciones de la ESEF para sostener el paro.
Esto demuestra que la juventud estudiantil no está dispuesta a seguir siendo engañada por las autoridades y que los estudiantes de la ESEF pueden y deben triunfar. Este movimiento puede alentar la lucha de los normalistas de otras instituciones, quienes también se están organizando, para echar abajo la reaccionaria reforma a las escuelas normales, que busca alinear sus planes y programas de estudio con el nuevo modelo educativo que se impuso en la educación básica, el cual degrada la educación pública y la formación docente. Esta lucha va más allá de la ESEF. Es en defensa de la educación pública, laica y gratuita.
Por eso es necesario que los estudiantes de todas las escuelas normales y de otras instituciones educativas, las maestras y maestros en servicio, así como las organizaciones estudiantiles, populares y de trabajadores, empezando por la CNTE, impulsen la más amplia solidaridad activa con la lucha de los estudiantes y profesores de la ESEF, pues si triunfan
