Con ayuda de un sector del peronismo, Cambiemos logró que no hubiera quórum en la sesión para discutir los tarifazos. Las empresas privatizadas siguen amasando fortunas, al igual que con Menem y con el kirchnerismo. Hay que imponer a las centrales sindicales paro nacional y plan de lucha contra los tarifazos, el techo a las paritarias y los despidos. Una salida de fondo: nacionalización sin pago y bajo control de trabajadores y usuarios de todas las empresas privatizadas.

Fernando Scolnik @FernandoScolnik
Miércoles 18 de abril de 2018 23:30
A pesar de ser minoría en ambas cámaras del Congreso Nacional, este mediodía Cambiemos obtuvo un nuevo triunfo legislativo. Por falta de quórum, fracasó la sesión especial que estaba convocada en Diputados para discutir los tarifazos que alimentan la bronca del pueblo trabajador y llenan los bolsillos de las empresas privatizadas.
Una vez más, un sector del peronismo fue clave para el macrismo. Así como en los últimos dos años le votaron todas las leyes fundamentales para el ajuste y la entrega, tales como el acuerdo con los fondos buitre o el presupuesto, hoy algunos legisladores peronistas (del Interbloque Federal) fueron claves para evitar que se lograra el quórum. Lo mismo puede decirse del bloque de Martín Lousteau y otros, que en diciembre fueron rápidos para habilitar la sesión del saqueo a los jubilados, y hoy se negaron a sentarse para discutir los tarifazos. La misma Elisa Carrió, de Cambiemos, que hace demagogia en los medios cuestionando los aumentos, este miércoles mostró su doble juego al ausentarse del recinto, al igual que todo su interbloque.
Si del Congreso depende, las empresas privatizadas, al igual que desde hace décadas, seguirán amasando fortunas. Con Menem obtuvieron negociados enormes con la entrega del país y tarifas dolarizadas. Bajo el kirchnerismo, siguieron llevándosela en pala gracias al festival de subsidios que le dieron esos gobiernos. Como denunció Nicolás del Caño en el Congreso, solo en 2015 el kirchnerismo les dio 275.000 millones de pesos a las empresas privatizadas para garantizarles su rentabilidad, que salían de saquear a los trabajadores con otros impuestos (como el impuesto al salario que llevó a muchos trabajadores a la oposición al kirchnerismo) y que eran recursos que se le negaban a la salud, la educación o planes de vivienda. Hoy, bajo el macrismo, siguen engrosando sus fortunas con los tarifazos: por ejemplo Metrogas ganó más de 700 millones de pesos en 2017.
Pasan los gobiernos, pero las privatizadas siempre ganan, sea con Menem, con los kirchneristas o con Macri. Esto es lo que callan todos los que hoy hacen demagogia contra los tarifazos, pero solamente están pensando en capitalizar el descontento para las elecciones del 2019, y no en derrotar verdaderamente los planes de ajuste, ya que en muchos casos los gobernadores de sus propios espacios aplican los mismos planes que el macrismo, como Alicia Kirchner en Santa Cruz.
El otro gran apoyo que tienen las empresas privatizadas hoy son las cúpulas sindicales. El tarifazo concentra la bronca de todo el pueblo trabajador, en un marco donde ni siquiera el FMI cree en la mentira de que la inflación de este año será del 15 %.
Sin embargo, los burócratas miran para otro lado aceptando los tarifazos sin lucha, al igual que los techos a las paritarias y los despidos. Los poderosos gremios de la energía (Petroleros, Gas, Luz y Fuerza, Obras Sanitarias) no han dicho una palabra de este mazazo al bolsillo popular. Hugo Moyano, después del multitudinario acto del 21 de febrero en la 9 de julio, se borró de la escena y negocia sus intereses personales a espaldas de los trabajadores. La CGT está en crisis y solo discute cuál será su próxima conducción. La mayor parte de los sindicatos, entre prebendas y aprietes judiciales, formó el “club del 15 %” que firma las paritarias según los parámetros que impone el Gobierno. Otros gremios, como docentes o bancarios, llaman a medidas de luchas aisladas y sin coordinación, que no constituyen serios planes de lucha.
Hay que unir el reclamo por las paritarias con el rechazo a los tarifazos, y exigirles a las centrales sindicales el fin de la tregua y un plan de lucha que unifique todas las demandas.
Por ejemplo, en el subte, los trabajadores nucleados en la Asociación Gremial de los Trabajadores de Subte y Premetro (AGTSyP) están luchando en defensa de su sindicato atacado por el fallo de la Corte Suprema que le quitó su personería gremial en favor de la UTA, que no representa a casi nadie en el sector y además firmó un acuerdo salarial a la baja. Los sectores clasistas, con Claudio Dellecarbonara a la cabeza, plantean ligar estos reclamos a los de los usuarios, rechazando el tarifazo en el boleto. La primera audiencia pública por el tarifazo en el subte fue derrotada por un amparo presentado por Myriam Bregman y Patricio del Corro, legisladores del PTS-FIT, y este jueves habrá un nuevo intento por avanzar con los aumentos. Está planteada una fuerte lucha común entre trabajadores y usuarios, considerando que ningún servicio público puede ser fuente de lucro.
Para estos días están convocados “ruidazos” y una marcha de antorchas contra los aumentos. Pero no alcanzan. Hay que rodear a los que luchan, como las enfermeras del Hospital Posadas o los mineros de Río Turbio, y también exigir e imponer a los sindicatos y centrales sindicales, con una gran campaña en todo el país, un paro nacional con movilización y plan de lucha con continuidad para derrotar los tarifazos, romper el techo a las paritarias y reincorporar a todos los despedidos que están en lucha. Unificando también esas peleas con las del movimiento de mujeres por el aborto legal, seguro y gratuito, o con los jóvenes que están en lucha, como los terciarios de Capital.
Desde la izquierda y el sindicalismo combativo plantean la más amplia unidad con todos los que quieren ponerse en pie de lucha para rechazar los tarifazos.
Al mismo tiempo, desde el PTS – Frente de Izquierda esta lucha se da desde una determinada perspectiva. Para acabar con las estafas de las empresas privatizadas y los sucesivos gobiernos, hay que plantear que derrotar los tarifazos tiene que abrir el camino para una salida de fondo. El proyecto presentado por Nicolás del Caño y Nathalia González Seligra plantea anular los tarifazos y auditar a las empresas privatizadas, así como la nacionalización sin pago de todas las empresas de servicios privatizadas, y su puesta en funcionamiento bajo el control de los trabajadores y usuarios populares, los únicos interesados en ofrecer un servicio barato, eficiente y seguro.

Fernando Scolnik
Nacido en Buenos Aires allá por agosto de 1981. Sociólogo - UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001.