Carrefour Francia anunció en febrero un recorte de 2.400 empleos. El fracaso en la venta de 273 tiendas y su posterior cierre, amenaza con dejar en la calle a miles de trabajadores.
Miércoles 23 de mayo de 2018 16:01
De las 273 tiendas ofrecidas por la gerencia de Carrefour en Francia, 223 tiendas todavía no tienen compradores. Según un informe del Direct (Dirección Regional de Empresas, Competencia, Consumo, Trabajo y Empleo), estos cierres amenazan a 2.100 puestos de trabajo.
El recorte afecta a las sucursales de Carrefour Contact, Contact Market y City, en todas las regiones de Francia, pero especialmente en el norte y este del país.
La eliminación de 273 tiendas implica el despido potencial de más de 2.100 trabajadores, y los empleados en las 50 tiendas que ya fueron vendidas tampoco tienen asegurados sus puestos trabajos.
El grupo Carrefour lanzó un cínico plan llamado "respaldo" por el cual todos los empleados deben reclasificarse internamente a través de tres ofertas de trabajo. Pero el plan no pasa de ser un anuncio ya que tampoco garantiza que todos los que se repostulen a nuevos puestos de trabajo los puedan obtener.
Como dijo un delegado de la CGT a la radio Europa 1: "A partir de julio, los empleados de Carrefour en Francia entrarán en un período de reclasificación interna. Carrefour les ofrecerá puestos dentro del grupo. Pero un mismo puesto será disputado por varios de los empleados que se postulen. No todos los empleados serán reclasificados. Podemos estimar que serán 1.000 y, por lo tanto, todo el resto serán despedidos".
El argumento utilizado por el Grupo Carrefour para justificar la venta de estas tiendas es el de la falta de rentabilidad de sus sucursales. Contra este argumento otro delegado de la CGT dijo que "hay tiendas que pueden tener una rentabilidad de 20 o 30%, pero eso no es suficiente, quieren rendimientos aún mayores para repartir dividendos entre los accionistas ".
La política del Grupo Carrefour es obtener las mayores ganancias posibles a expensas de sus empleados. Es claro que el plan de "rescate" no permitirá que todos los empleados conserven sus puestos de trabajo y que la decisión de la dirección de Carrefour condena a los trabajadores del grupo al desempleo y a una mayor precariedad.
