En medio de las fiestas navideñas, los trabajadores del transporte de Francia llevan más de tres semanas de huelga indefinida contra la reforma de las pensiones de Macron.
Sábado 28 de diciembre de 2019 09:38
En la mañana del sábado, el gobierno intentó, otra vez, desalojar uno de los piquetes que bloquean la salida del transporte de París RATP, mediante la policía. Pero no lo consiguió. La determinación de los huelguistas sigue firme, cuando ya se cumplen 24 días consecutivos de una huelga que tiene paralizado a Francia.
En Francia no hubo tregua de Navidad para esta lucha, a pesar del intento del Gobierno y de algunas de las direcciones sindicales más moderadas por suspender la huelga, los trabajadores mostraron que quieren seguir peleando contra la reforma jubilatoria de Macron.
No hay tregua para Macron en #Francia: chalecos amarillos y trabajadores se movilizan en el día 24 de huelga. #Greve28decembre #GreveGenerale https://t.co/3jX7QKJxDz pic.twitter.com/2NHBrvuxJG
— La Izquierda Diario (@izquierdadiario) 28 de diciembre de 2019
Los trabajadores ferroviarios (SNCF) y los del transporte metropolitano de París (RATP), que vienen estando a la vanguardia de la lucha realizaron una movilización el pasado jueves 26, organizada desde las bases y sin consulta a las direcciones de los sindicatos.
La movilización fue todo un éxito: "Sin retiro [de la reforma] no hay tregua", cantaban los trabajadores.
Este sábado, en las calles de varias ciudades francesas confluyen los chalecos amarillos, movilizados desde hace más de un año, con los trabajadores en huelga y estudiantes. Macron no tiene tregua.
La marcha, que recorrió entre consignas y pancartas varias avenidas del centro de la capital, se suma a la huelga en la compañía estatal ferroviaria SNCF y en el transporte metropolitano de París, que este sábado cumplió su día 24.
El paro ya ha superado las 22 jornadas seguidas que se registraron en 1995 contra otra serie de reformas sociales del entonces primer ministro Alain Juppé.
La manifestación del sábado contó con la particularidad de unir a dos grupos, sectores sindicales y elos "chalecos amarillos", que nació hace poco más de un año.
El presidente, Emmanuel Macron, que hasta ahora apenas ha intervenido públicamente sobre las protestas, pidió hace unos días que la contestación cesase durante las fiestas navideñas.
Desde el Gobierno se trata de profundizar la división entre las direcciones sindicales más dispuestas a encontrar un acuerdo, y las que parten de posiciones que rechazan cualquier compromiso.
El Ejecutivo apuesta a que la larga duración de la huelga y la desunión sindical puedan erosionar el movimiento antes de afrontar una nueva ronda de negociaciones, el próximo 7 de enero.
Pese a todo, los manifestantes se mostraban este sábado en París igual de determinados que el 5 de diciembre, cuando comenzó la movilización.
A juicio de una maestra de escuela identificada solo como Christelle -por miedo a posibles represalias-, "no ha habido concesiones hasta ahora por el Gobierno" y agregó que "no espero nada de ese discurso, porque este presidente sólo entiende la fuerza", señala Christelle.
Durante la manifestación la policías antidisturbios reprimieron a las columnas que marchaban, buscando disolver la protesta.
A Paris, la police gaze en masse pour faire reculer les manifestants qui avaient commencé à ériger des barricades pic.twitter.com/FD1RlZwdbn
— RévolutionPermanente (@RevPermanente) 28 de diciembre de 2019