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Red Internacional
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CAMPAÑA BDS. Francia: condenan a doce activistas por impulsar el boicot a Israel

La corte superior de apelaciones de Francia confirmó la condena a 12 activistas pro Palestina, integrantes de la campaña BDS (Boicot, Sanciones y Desinversiones), por acciones de boicot al Estado de Israel.

Josefina L. Martínez

Josefina L. Martínez @josefinamar14

Miércoles 4 de noviembre de 2015

El martes 27 de octubre la corte de casación francesa confirmaba la sentencia previa sobre los doce activistas, por acciones realizadas en el 2009 y 2010, cuando ingresaron a algunos supermercados para repartir panfletos, cerca de la ciudad de Mulhouse.

En aquel entonces los activistas entraron a los supermercados con remeras impresas que decían "Larga vida a Palestina, boicot a Israel", y panfletos que ponían: "comprar productos israelíes significa legitimar los crímenes en Gaza".

Laila Assakali, Yahya Assakali, Assya Ben Lakbir, Habiba Assakali, Sylviane Mure, Farida Sarr, Aline Parmentier, Mohammad Akbar, Jean-Michel Baldassi, Maxime Roll, Jacques Ballouey y Henry Eichholtzer han sido condenados por un “crimen” que implica la cárcel o una multa de hasta 40.000 euros, para organizaciones que “inciten a la discriminación, odio o violencia contra una persona o grupo de personas a causa de su origen, su pertenencia a un grupo étnico, una nación, raza o religión.”

Es decir, que a los activistas solidarios con el pueblo palestino, que llaman al boicot a Israel en repudio a sus masacres y para exigir el fin de la ocupación, se los acusa de “incentivar el odio” y “discriminar”.

Algunos de estos activistas han sido condenados en base a la “Ley Lellouche”, aprobada en 2003, que hace extensivas las leyes antidiscriminatorias a las campañas contra naciones determinadas, considerando que sería un trato discriminatorio.

Pascal Makowiks, el jefe del departamento legal del CRIF (Consejo representativo de entidades judías en Francia), saludó la condena. “BDS es ilegal en Francia”, aseguró.

Además de la sentencia contra los doce activistas, el prefecto del departamento de Hérault prohibió la realización de un encuentro del BDS. Una escalada más en la represión y prohibición de las manifestaciones solidarias con el pueblo palestino.

El sábado 17 de octubre, cientos de personas se movilizaron en Montpellier para defender la libertad de expresión del colectivo BDS34, ya que su stand había sido prohibido por la presión de la CRIF y otras entidades judías. La policía intentó tirar abajo el stand por la fuerza, pero esto fue impedido por la determinación de los manifestantes, que se enfrentaron y resistieron.

En el sitio web del BDS Francia, se denuncia que en Bordeaux, Perpignan, Mulhouse, Paris y otras ciudades, los militantes y activistas pro palestinos son amenazados por organizaciones pro israelíes, o deben comparecer ante los tribunales por su participación en campañas de boicot como BDS. Con frecuencia, los actos convocados por BDS son censurados, especialmente las conferencias programadas en universidades.

En junio pasado, por ejemplo, fue detenido en plena noche Pierre Stambul, copresidente de la UJFP (Unión judía francesa por la paz), una organización judía laica y antisionista. Stambul iba a participar la mañana siguiente en una conferencia organizada por la campaña BDS.

Después de los atentados a la sede de Charlie Hebdo y un mercado judío, el Estado francés lanzó una campaña de criminalización contra la comunidad musulmana y árabe y prohibió varias manifestaciones en apoyo al pueblo palestino.
Lo más cínico es que el Estado francés criminaliza a los activistas solidarios con Palestina en nombre de la “lucha contra la discriminación”, acusando a los activistas de “crímenes de odio" y “antisemitismo”.

Lo mismo vimos hace unos días en Alemania, donde activistas judíos que se movilizaban en apoyo al pueblo palestino y contra la visita de Netanyahu a Berlín, fueron detenidos y acusados de “antisemitas”. La equiparación de cualquier crítica y cuestionamiento al Estado de Israel con “antisemitismo” es un recurso transformado en “ideología oficial” por los sionistas.

El periodista Glenn Greenwald, escribió un artículo muy interesante en The Intercept, denunciando la hipocresía del Estado francés alrededor de esta cuestión. Greenwald dice que la decisión de la corte suprema de ratificar la condena sobre los activistas de BDS demuestra el absurdo de Francia festejándose a sí misma por la “libertad de expresión”. También vuelve a demostrar la hipocresía de las manifestaciones por Charlie Hebdo, encabezadas por estadistas reaccionarios. En Francia, tierra auto proclamada de la libertad, dice Greenwald, protestar contra los crímenes del Estado de Israel constituye un “crimen”. El periodista tuvo un cruce punzante en las redes sociales con un conocido activista sionista, que festejaba la condena a los activistas franceses. Greenwald le preguntó una y otra vez, sin obtener respuesta, por qué sería un crimen llamar al boicot contra Israel pero no lo sería si el boicot se propone para Irán o Rusia.

La condena a los activistas del BDS generó una gran indignación, y hubo movilizaciones en algunas ciudades.


Josefina L. Martínez

Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.

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