Se trata del último escándalo de la Educación Nacional: un folleto emitido por el ministerio recomienda a los profesores que alerten a los padres y a las autoridades escolares si un alumno emite "opiniones manifiestamente inaceptables". Dicho de otro modo, piden a los profesores que censuren y delaten las críticas dirigidas al gobierno.
Martes 19 de mayo de 2020
En vista de la progresiva reapertura de las escuelas, el ministerio de Educación emitió la semana pasada una serie de folletos en los que exponía consejos destinados al personal y al profesorado. Según Libération, se trata de "retos", de "la conducta a seguir" y de "sugerencias de actividades".
Bonjour ! C'est l'académie de Dijon, mais il me semble que cest accessible nationalement sur eduscol. La voici en entier : pic.twitter.com/ECB9WEy5hx
— Sacha Mokritzky (@sacha_mok) May 10, 2020
Un documento en particular, titulado "Escuchar y fomentar la voz del alumnado" ha provocado la reacción del profesorado. En el citado texto, de tres páginas, podemos leer que "puede que los niños manifiesten opiniones inaceptables. En tal caso se recomienda a los profesores que, sin crear controversia, evoquen la autoridad estatal [y su función], que es la que posibilita la protección de cada ciudadano. Se convocará a los padres, que serán recibidos por el profesor, acompañado por un/a colega si es pertinente, y los hechos serán notificados a la autoridad escolar"
En realidad, se «pide a los profesores que no cuestionen la gestión de la crisis» tal y como señaló Francette Popineau, secretaria general del Snuipp-FSU (sindicato nacional de profesores) a los micrófonos de france.info.
Esta recomendación ha generado gran inquietud y son numerosos los profesores que han expresado su temor ante un gobierno que parece querer silenciar toda crítica dirigida a sus miembros y a su gestión de la crisis.
Francette Popineau añade que dicho documento copia ciertas fórmulas que constaron ya en un folleto pedagógico enviado a los profesores tras los atentados de Charli Hebdo en 2015, en el cual se mencionaba ya que «debe evocarse la autoridad estatal como garante de "la convivencia» sin crear ninguna controversia con los alumnos concernientes».
Contactado por franceinfo, el ministerio de Educación afirma que no están obligados a seguir los consejos, cuyo único objetivo es el de «acompañar a los profesores en esta situación inédita, proponiéndoles pruebas de nivel para conocer el conocimiento adquirido por los alumnos y el seguimiento a poner en práctica durante los próximos dos meses».
¿Una intentona para acallar «el descontento por las medidas gubernamentales»?
No es el primer folleto polémico del ministerio de Educación. Otro, que lleva por título «Coronavirus y riesgo de repliegue comunitarista», ha estado disponible durante mucho tiempo en la página web de la educación nacional. Sin embargo, probablemente a causa de la indignación provocada en numerosos profesores, ya no se puede consultar online.
Este folleto es un auténtico escándalo por su carácter islamófobo y la estigmatización de los barrios populares: "Organizar una intervención de los equipos académicos de Valores de la República [organismo encargado de transmitir los valores republicanos tales como: libertad, igualdad, fraternidad, laicidad y ausencia de discriminación], acerca de los principios de libertad, igualdad, fraternidad y laicidad, mediante una acción de acompañamiento, incluso de formación local, sobre todo cuando se trata de establecimientos situados en barrios particularmente sensibles, identificados en el informe elaborado en febrero de 2018".
El citado folleto apunta y estigmatiza en primer lugar a los musulmanes. El sindicado Sud educación lo condenó por aquel entonces por señalar explícitamente a los habitantes de los barrios populares, a los musulmanes en particular o aquellos identificados como tal. El término «separatismo» empleado por Emmanuel Macron en su primera polémica mediática en torno a los musulmanes, figura por supuesto en el folleto, que apela a anticipar aquellas reacciones supuestamente "comunitaristas" sin basarse en ningún estudio o experiencia ".
Además, el ministerio multiplica las advertencias frente a potenciales consecuencias del virus, evocando a su vez a «grupos radicales», «desórdenes de orden público», «contrapropuestas de sociedades [...] comunitarias, autoritarias e igualitarias». En realidad, lo que inquieta al gobierno es el hecho de que «la crisis del Covid -19 pueda ser utilizada por algunos para demostrar la incapacidad del estado a la hora de proteger a sus ciudadanos e intentar desestabilizar a individuos debilitados». Una oposición que se debe por lo tanto amordazar, o bien «denunciar ante las autoridades escolares» y una «protesta contra las medidas gubernamentales» que se sebe censurar en las escuelas.
Al parecer el gobierno ha captado que la oposición va en aumento, ya que los escándalos son legión: el escándalo de las máscaras, de la violencia policial, de las medidas pro patronales y del riesgo que corren numerosos trabajadores para beneficio de los empresarios- y especialmente el de la reapertura de las escuelas el 11 de mayo, convirtiéndolas en las «guarderías de la patronal» tal y como han denunciado numerosos profesores.
*Artículo de Nathan Erderof, publicado originalmente en Revolution Permanente.
Traducción: Maite.

Révolution Permanente
Francia