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Red Internacional
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Opinión. Francia: recuerdan a trotskistas de la resistencia en la II Guerra Mundial

El pasado sábado 5 de octubre, mas de un centenar de personas se reunieron en la ciudad francesa de Brest para recordar a cinco luchadores de la resistencia trotskista durante la Segunda Guerra Mundial. Su legado internacionalista es relevante para las luchas contra la guerra en la actualidad.

Miércoles 9 de octubre 23:13

El pasado sábado 5 de octubre,más de un centenar de personas se reunieron en la ciudad francesa de Brest para conmemorar a cinco luchadores de la resistencia trotskista en la Segunda Guerra Mundial: Georges Berthomé, Yves Bodénez, Robert Cruau, André Floch y Albert Goavec. Estos hombres lucharon contra la ocupación nazi, al igual que muchas miles de personas en toda Francia. Pero estos activistas del Partido Obrero Internacionalista (POI) lanzaron una audaz operación contra los nazis: comenzaron un trabajo de confraternización con soldados alemanes en esta ciudad. Utilizando un periódico en alemán, Arbeiter und Soldat (Obrero y Soldado), consiguieron organizar una célula revolucionaria dentro de la Wehrmacht, el ejército alemán.

Tras ser delatados por un informante, la Gestapo los detuvo el 6 de octubre de 1943. Ahora, 81 años después, una placa en el número 87 de la Calle de Richelieu señala su último lugar de reunión, el cual se convirtió en una trampa. Toda la ciudad de Brest fue arrasada por los combates en 1944, así que se trataba de otro edificio. El líder, Robert Cruau, fue fusilado inmediatamente por la Gestapo, los demás fueron asesinados más tarde en campos de concentración.

En la ceremonia para inaugurar la placa, el historiador Jean-Yves Guengant pronunció un discurso, al igual que François Preneau, de la asociación histórica "Amigos de Arbeiter und Soldat". El alcalde de Brest, François Cuillandre, del Partido Socialista, elogió la lucha de los activistas por la paz y la solidaridad: "Hacen que nos sintamos orgullosos de ser bresteses". Pierre-Yves Cadalen, diputado a la Asamblea Nacional por el partido de La Francia Insumisa, también estuvo presente para guardar un minuto de silencio. Las banderas de la Cuarta Internacional (el partido trotskista mundial) y de la Resistencia francesa ondeaban, según informó la prensa local.

A continuación, un autobús llevó a la gente a una segunda ceremonia a varios kilómetros de distancia, junto al [enorme búnker de hormigón que los nazis habían construido para hacer submarinos. Aquí comenzó el trabajo de confraternización: Los activistas trotskistas que trabajaban en la obra pudieron conectar con los "trabajadores de uniforme" alemanes. A pesar de la extrema represión en la Alemania nazi, muchos soldados tenían padres que habían militado en el Partido Comunista. Ahora, una placa bilingüe recuerda la red internacionalista en torno a Arbeiter und Soldat.

Claudius Naumann, un sindicalista berlinés, develó la placa y luego pronunció un discurso en francés, recordando las ideas defendidas por los partisanos: "El enemigo no es otra nación, los verdaderos enemigos son los belicistas de todas las naciones". Esto es tristemente pertinente en nuestros días, cuando los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte.

Tras las dos ceremonias y un gran almuerzo, una conferencia examinó las nuevas investigaciones sobre esta célula trotskista. Exactamente 124 personas de diferentes partes de Francia, y algunas de Alemania, se reunieron en la sala sindical de Brest para el debate. Estaban presentes diferentes tendencias políticas, incluido el Parti des Travailleurs (PT, Partido de los Trabajadores, con el mayor contingente), la antigua Ligue Communiste Révolutionnaire, Révolution Permanente, e incluso el Partido Socialista.

Los historiadores Preneau y Guengant presentaron sus últimas investigaciones, mostrando cómo Brest desempeñó un papel importante en el trabajo del POI, el partido trotskista clandestino en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Allí pronuncié un discurso sobre Martin Monath, el exiliado judío-alemán que editó Arbeiter und Soldat, y especialmente sobre la relevancia de su ruptura con el sionismo de izquierdas para unirse a la IV Internacional. Naumann habló sobre los trotskistas que siguieron organizándose en los campos de concentración, y elaboró la famosa declaración de los Comunistas Internacionales de Buchenwald. Por último, Olivier Doriane relacionó el legado de los trotskistas de Brest con las luchas actuales contra la guerra. Contra toda la propaganda militarista, los trabajadores deben comprender: "Esta no es nuestra guerra".

La asociación "Amis d’Arbeiter und Soldat" ha editado dos números de un boletín bilingüe (francés-alemán), y una futura publicación incluirá todas las contribuciones a la conferencia.

Empecé a investigar sobre el periódico Arbeiter und Soldat hace siete u ocho años. Se suponía que iba a ser un proyecto breve, pero al final descubrí el nombre del hermético editor del mismo: Martin Monath, y acabé escribiendo un libro entero sobre su vida. Me parecía una obsesión aislada, así que ha sido extraño e inspirador conocer a docenas de compañeros que indagan en la misma historia. Este ejemplo internacionalista de trabajadores franceses y alemanes durante la Segunda Guerra Mundial unidos en la lucha es extremadamente relevante para nuestras luchas contra la guerra imperialista de hoy.


Nathaniel Flakin

Periodista freelance e historiador. Escribe en Left Voice, EE. UU. y Klasse gegen Klasse, Alemania. También ha escrito bajo el seudónimo de Wladek.