Los docentes, apoyados por los padres y madres de los alumnos, se niegan a abrir las escuelas en las condiciones impuestas por el Gobierno, completamente inseguras y contradictoras en medio de la nueva ola de Coronavirus. Todos los sindicatos del sector fueron presionados para convocar una huelga este jueves, que se prevé masiva.
Miércoles 12 de enero de 2022 13:42
Presionados por los trabajadores, los sindicatos franceses han convocado para este jueves una huelga que se prevé masiva, con una adhesión de hasta el 75 % de las y los docentes, en contra de las nuevas medidas del Gobierno francés para gestionar la oleada de covid en los centros educativos.
Se prevé que la jornada de protesta, que tiene el apoyo de las asociaciones de padres y madres, lleve al cierre del 50 % de las escuelas de Francia, en la que se considera una de las movilizaciones sectoriales de más impacto en los últimos años.
Los sindicatos protestan por la falta de medidas de seguridad contra el virus y por el continuo cambio de protocolos. El último en vigor para las escuelas primarias, desde el pasado 3 de enero, ha sido muy criticado por considerarlo confuso y laxista.
Docentes y padres y madres de los estudiantes piden un endurecimiento de las normas regresando a los antiguos protocolos, que implicaban el cierre de una aula con un caso de alumno infectado con coronavirus. También demandan que se instale una política de test preventivos de forma semanal y sistemática.
El protocolo actual para las escuelas de primaria en Francia establece que si se detecta un positivo en un aula todos los alumnos de esa clase deberán someterse a tres pruebas covid durante cuatro días. Podrán regresar a las clases siempre que los autotest sean negativos.
Los sindicatos, que han convocado este jueves manifestaciones en las principales ciudades de Francia, exigen además que se distribuyan mascarillas quirúrgicas y FFP2 de forma inmediata para el personal, entre otras reivindicaciones.
El odiado ministro de Educación
En medio de la tormenta, se encuentra el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, objeto de las críticas de los docentes.
La tensión ha subido tanto que el propio portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, aclaró este miércoles tras el Consejo de Ministros que el Ejecutivo de Emmanuel Macron apoya a Blanquer.
Después de dos años de pandemia y crisis sanitaria no se han asignado recursos adicionales para equipar las escuelas con sensores de CO2 y purificadores de aire, ni siquiera para equipar al personal con máscaras FFP2. Por el contrario, el ministro Blanquer ha flexibilizado periódicamente el protocolo sanitario, exponiendo al virus al personal, a los estudiantes y a las familias.
Peor aún, el flamante protocolo del ministro de Educación publicado la víspera del inicio del curso escolar en la prensa, consistía en una rebaja del protocolo sanitario . Una medida destinada a mantener la escuela abierta “cueste lo que cueste”, y colocar la carga de evaluar a sus hijos en caso de contactos en los padres de los alumnos. Esto rápidamente se volvió inmanejable no solo para los padres de los alumnos, sino también para las farmacias, desbordadas por la demanda de pruebas mientras aumentan los contagios.
Y esta política de “escuela abierta”, lejos de responder a preocupaciones educativas, es parte central de la estrategia del Gobierno de Macron para mantener la economía funcionando a toda costa, allanando el camino para que el virus circule de forma masiva. La lógica, exigida por las cámaras empresarias, es que la escuela debe permanecer "abierta", aunque las clases a veces estén en gran parte vacías, para permitir que los padres vayan a trabajar.
Ante este escenario en los últimos días se vieron acciones espontaneas en diferentes regiones del país, motorizadas por docentes, estudiantes y madres y padres. El martes confluyeron con la movilización de trabajadores de la salud, lo que terminó forzando a a los sindicatos del sector a convocar a una huelga para este jueves.
DIRECT Manifestation de la #santé et du médico-social à Paris. De nombreux soignants et travailleurs sociaux ont répondu à l’appel de la @CgtSanteSocial @SudSanteSociaux de l’@InterUrg, @InterBlocs ou encore du @CollectInterHop à se mobiliser pour leurs conditions de travail. pic.twitter.com/2BnQumpTKK
— Révolution Permanente (@RevPermanente) January 11, 2022
Esta solidaridad entre trabajadores de la salud y docentes se da en el marco de que el Gobierno busca ocultar la situación de los hospitales, negándose a cualquier medio adicional a pesar de la aguda crisis sanitaria, con una importante saturación de las camas. El hospital público y la educación nacional tienen en común haber estado en primera línea frente a las políticas neoliberales que han desmantelado cada vez más a estos sectores.
En este inicio del nuevo curso escolar, los colegios parecen ser el talón de Aquiles de Macron y su Gobierno, que buscan mantener el "funcionamiento" cueste lo que cueste a pedido de los empresarios.