El “milicogate” desnuda un nuevo caso de fraude y corrupción. Numerosos implicados. Lujos, redes transversales, la cúpula militar.

Pablo Torres Comité de redacción La Izquierda Diario Chile
Jueves 5 de mayo de 2016
El ex Comandante y sus lujos con “presunto” enriquecimiento ilícito
La investigación que se sigue contra el ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba Poblete, sobre enriquecimiento ilícito, con un patrimonio de 3.000 millones de pesos, por parte de la Fiscalía Centro Norte de Santiago, sigue su curso, y suma nuevas aristas. Desde la fiscalía de Delitos de Alta Complejidad y el designado ministro en visita extraordinario de la Corte de Apelaciones de Santiago, se enviaron oficios a cuatro bancos y a instituciones financieras, para abrir cuentas y revisar datos de inversión. La Unidad de Análisis Financiero del Ministerio Público determinó que el ex Comandante no tendría fuentes alternativas de ingreso, por lo que su patrimonio una vez retirado no calzaría con su millonario sueldo militar.
¿Cuál es su patrimonio? Además de los inmuebles, algunos de los datos suministrados por El Mostrador, señalan que: en 2011 compró un AUDI S6 ($66 millones), usado por 12 meses. En septiembre de 2012, compró un A8 automático ($89 millones) que ocupó por siete meses, ya que en marzo de 2013 retornó a un S6 ($66 millones) que usó por cinco meses. En agosto de 2013 adquirió un Volswagen Passat ($25 millones) que estuvo en su poder dos meses. En junio de 2014, se hizo de un Mercedes Benz S500 ($85 millones) que vendió en septiembre de ese mismo año, para obtener un Mercedes Benz E500 ($70 millones) que transfirió en mayo de 2015. En junio del año 2015, compró un Grand Cherokee 3.0 ($40 millones) y en noviembre una Station Wagon Mercedes Benz ($36 millones).
La defensa de un Ejército implicado
El día de ayer, el actual Comandante en Jefe del Ejército, Humberto Oviedo, realizó una video-conferencia con 3.000 militares (entre los cuales se encontraban militares en labores en Estados Unidos) como “una oportunidad para compartir con ustedes situaciones que afectan al Ejército, generando posibles cuestionamientos”. Luego de ello, realizaron un comunicado donde señalan que los hechos “obedecen a comportamientos estrictamente personales, los que, de comprobarse, se apartarían absolutamente de los códigos de conducta que sustentan nuestra ética profesional (…) Este tipo de conductas daña gravemente la disciplina militar (...) El Ejército de Chile es una institución fundamental de la República, con cerca de 206 años de existencia, en la cual han servido, a través de su historia, miles de compatriotas con la certeza de contribuir a la defensa y al desarrollo del país”.
¿Quiere decir que entonces la “familia militar” se adopta a códigos éticos y los involucramientos son de individuos aislados, aun siendo un ex o actual Comandante en Jefe? ¿Pretenden en un discurso de defensa de su historia encubrir los millonarios fraudes?
El caso empieza a escalar y nuevos cuestionamientos se abren. También nuevas aristas, y figuras. Ya el millonario fraude de rangos “subordinados” del Ejército vía contratos inexistentes con grandes empresas, lo sostuvieron dejando a segundo plano los grandes medios y políticos de Chile Vamos y Nueva Mayoría, atados por mil lazos con las altas cúpulas. Pero, escaló al ex Comandante en Jefe, y abrió una arista del actual.
En la República chilena, dominada por las grandes mineras, forestales y salmoneras, de las grandes cadenas comerciales y los bancos, de las AFP y, las grandes fortunas familiares; el Ejército es una institución que deben cuidar, uno de los pilares claves del Estado capitalista pos-dictadura y de su régimen de la transición, que por vive una importante crisis en las alturas.
¿”Comportamientos estrictamente personales”?
Humberto Oviedo Stegmann, hijo del actual Comandante, y jefe de la misión militar chilena en Estados Unidos, recibió el año 2010, 3.000 dólares (unos 20 millones de pesos) como “coordinador de eventos” de la embajada chilena, apoyando la muestra sobre el rescate de los 33 mineros en Estados Unidos. El actual Comandante, solicitó pasaportes diplomáticos para el viaje (también de su otro hijo, Diego Oviedo).
Anteriormente, el primer hecho investigado desde el año pasado por fraude y enriquecimiento con millonarios contratos, inexistentes en los hechos con grandes empresas, también otorga nuevas noticias. Serían los 2.700 millones de pesos que el cabo Juan Carlos Cruz apostó en el Casino Monticello, entre 2011 y 2014, según el asesor legal del casino ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados por fraude al Ejército.
Curiosamente, quien no se ha presentado ante la Comisión sería el ex Comandante Fuente-Alba. Sumado a que ningún alto mando tendría declaración de patrimonio e intereses.
Una ley secreta que hay que abolir, terminar con el poder del Ejército y nacionalizar las riquezas bajo control de los trabajadores
La Ley Reservada del Cobre, es una ley secreta. Nacida con el gobierno de Ibáñez del Campo en 1958, Pinochet la amarró para financiamiento directo a la estructura militar (con un 10% de las exportaciones de cobre), como un poder central en el país, y pilar del Estado capitalista.
Hace algunas semanas, el Gobierno había negado el acceso a una persona que solicitó copia del documento, pues podría afectar la “seguridad nacional” (con la cual el Ejército asesinó y torturó a decenas de miles de obreros, jóvenes y militantes de izquierda y persiguió a millones). Ante el Consejo para la Transparencia, se acogió parcialmente entregar el texto de la ley, que por primera vez se conocerá.
Hay que abolir la Ley Reservada que le permite al Ejército forjado en la Dictadura, mantener el multimillonario financiamiento de su estructura de poder y que, además, es fuente de numerosos millonarios fraudes y enriquecimientos personales de los altos mandos ligados al gran poder empresarial y al poder civil del régimen de Chile Vamos y Nueva Mayoría.
Las riquezas del cobre y los grandes recursos naturales deben estar al servicio de la clase trabajadora y el pueblo, no de las grandes multinacionales y fortunas nacionales, como los Luksic (casualmente “reservista del Ejército”, institución creada en democracia), Angelini o Matte.
Desde el Partido de Trabajadores Revolucionarios luchamos por la nacionalización de todas las riquezas sin pago, administrada por los propios trabajadores, para destinar esos recursos a la educación y salud gratuita, salarios, jubilaciones, viviendas, obras públicas.
El Ejército nacional ha sido en sus 206 años de historia, un Ejército anti-obrero, perpetrando las mayores masacres contra el pueblo trabajador y sus luchas; anti-mapuche y anti-inmigrante, y en la historia nacional el poder de fuego y pilar central en momentos de crisis del Estado capitalista para imponer el orden armado cuando se levantan trabajadores, pobladores, jóvenes, mapuche. No tiene posibilidades ni “comportamientos estrictamente personales” fuera de la institución ni reformas “democráticas”, sino la lucha por terminar con el poder empresarial, civil y militar de los capitalistas y su herencia de la Dictadura.

Pablo Torres
Dirigente nacional del Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR). Autor y editor del libro Rebelión en el Oasis, ensayos sobre la revuelta de octubre de 2019 en Chile, Edición Ideas Socialistas, 2021.