Polémica. ¿Frente amplio o independencia de clase? Una polémica con Uníos Perú

Hace unos días atrás la organización Izquierda Socialista de Argentina, que hace parte de la UIT-CI, publicó en su página web una nota denominada “Las tácticas de Trotsky para construir partidos revolucionarios valen para todos”, con autoría de Gabriel Schwerdt. Aquí, el autor de la nota sostiene: “Los compañeros del PTS nos critican, pero no dicen que en Brasil pidieron entrar en el PSOL, y en Perú los compañeros que se reivindican de su corriente internacional pidieron ser parte de las listas del Frente Amplio en las últimas elecciones”. Posteriormente, su dirigente Mercedes Petit, en un evento organizado por el Frente de Izquierda Unidad de Argentina el pasado viernes 21 de agosto, volvió a repetir esta mentira sobre nuestra organización en Perú sin tomarse la molestia de mostrar ninguna prueba que acredite su afirmación, lo cual, para empezar, dice mucho de los métodos de esta organización.

Frente a estas mentiras lo primero que habría que precisar es que en Perú la Corriente Socialista de las y los Trabajadores (CST) de la cual somos parte jamás pidió ingresar al Frente Amplio, ni en las últimas elecciones congresales ni en ningún otro momento. Y no lo hicimos, en primer lugar, porque jamás buscamos participar de las últimas elecciones congresales y en segundo lugar porque no compartimos con el Frente Amplio ni su programa, ni su estrategia, ni su política de construcción partidaria, ya que consideramos que esta organización presenta rasgos frente populistas, completamente ajenos a la idea de partido revolucionario que nosotros nos proponemos construir. Para aclarar mejor estas ideas, a continuación, detallaremos las principales características del Frente Amplio peruano y de la organización Uníos Perú, corriente hermana de Izquierda Socialista.

Leé también Perú: elecciones congresales, crisis orgánica y la importancia del voto viciado

¿Qué es el Frente Amplio?

El Frente Amplio tiene mucha similitud con el movimiento Proyecto Sur, que en Argentina lideró Pino Solanas. Este espacio se constituyó en agosto de 2015. Sus componentes iniciales fueron: Tierra y Libertad de Marco Arana, Movimiento Sembrar de Verónika Mendoza, Uníos de Enrique Fernández Chacón (cochero), Pueblo Unido, Frente Único del Pueblo, ML-19, Central Única de Trabajadores (CUT), Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), Movimiento de los Sin Techo, Sindicato de Trabajadores Telefónicos, entre otros.

Con este espacio disputaron las elecciones presidenciales del 2016, llevando como candidata a la presidencia a Verónika Mendoza quien quedó tercera con casi tres millones de votos equivalentes al 18,74 % de los votos válidos. Esto les permitió poner 20 congresistas de los 130 que establece el parlamento peruano.

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este mismo año, que disputaban Keiko Fujimori y el conocido lobista y empresario neoliberal Pedro Pablo Kuczynski, el Frente Amplio brindó su apoyo abierto a Kuczynski, supuestamente para salvar la democracia y para evitar el retorno del fujimorismo.

Ya instalado el parlamento, el Frente Amplio se rompe en dos bloques: un sector se pliega a Marco Arana (quienes se quedan con la formalidad y el nombre) y el otro sector se alinea con Verónika Mendoza. Las diferencias de fondo que los llevaron a romper estuvieron relacionadas a quien se quedaba con la dirección formal del Frente Amplio, mas no a diferencias político-estratégicas ni programáticas. Esta ruptura también se expresó en la bancada, la cual se divide en dos grupos: 10 congresistas se quedaron con el bloque presidido por Arana y 10 congresistas con Verónika Mendoza.

Después de su ruptura con el sector de Verónika Mendoza, el Frente Amplio queda constituido de la siguiente manera: Tierra y Libertad, Uníos, Mundo Verde, Confederación Unitaria de los Trabajadores, Coordinadora Nacional Progresista, Movimiento 19 de julio e Integración Estudiantil. El Frente Amplio, por su composición ideológica y social policlasista presenta rasgos frente populistas. Aquí coexisten sectores que provienen del estalinismo más recalcitrante como el Movimiento 19 de julio e Integración Estudiantil, sectores pequeño burgueses, ecologistas, autonomistas, la burocracia sindical de la CUT, entre otros.

Si bien, en las últimas elecciones congresales del pasado 26 de enero de 2020, el Frente Amplio, que rompió con el grupo de Mendoza y con los partidos de la vieja izquierda, logró pasar la valla y puso 10 congresistas, no deja de ser por eso un espacio reformista que a lo máximo que aspira es a humanizar el capitalismo a través de lo que ellos llaman el “buen vivir”, por eso apoyaron las iniciativas de reforma política del gobierno y sostuvieron a Vizcarra cuando este implementó mecanismos como el referéndum de noviembre del 2018 que buscaba desmovilizar al pueblo para que las contradicciones que avivaban la crisis política se terminen resolviendo en el seno de la superestructura del Estado.

Su estrategia termina siendo, por tanto, pro institucional por ello, al igual que los otros grupos de la izquierda reformista, redujeron su agitación en las últimas elecciones a la lucha contra la corrupción para “limpiar el Estado” y otras demandas menores que no confrontaban a los empresarios ni al régimen, y si hablaron de la constituyente, lo hicieron para decir que pelearían por una constituyente que nazca del seno de los poderes constituidos.

Programa y estrategia del Frente Amplio

En relación a su nombre ellos manifiestan que “tiene como antecedente al exitoso Frente Amplio de Uruguay, en el cual militan José Mujica y el presidente Tabaré Vásquez, fundado en 1971 y que hoy agrupa a más de 30 organizaciones (principalmente de izquierdas, pero también liberales y demócrata-cristianas), así como la experiencia replicada en Costa Rica bajo el mismo nombre.”
El Frente Amplio se autodefine como: “un partido de izquierda que apuesta por su refundación creativa, fraterna y ética en la perspectiva de la construcción del Buen Vivir, con los pueblos por delante”. [1]

Según su documento programático, el “Buen vivir”, es considerado como: “la cosmovisión ancestral de nuestros pueblos originarios, costeros, andinos y amazónicos”. Así mismo, lo consideran, como: “paradigma de vida y aspiración máxima de sociedad de la buena vida o del vivir bonito”. Para los militantes de este espacio, el “Buen vivir”, también puede ser entendido como: “la relación armoniosa con la madre naturaleza y entre los seres humanos. Todos los seres vivos: humanos, especies de animales, agua, bosques, tierra, ríos, mares, lagunas, puquiales, ecosistemas, forman parte de nuestro entorno ambiental” [2].

Esta apreciación se acerca más a las visiones indigenistas desvinculadas completamente de cualquier concepción clasista ya que para ellos todos los seres humanos seríamos iguales ante la naturaleza, por tanto, la máxima aspiración que deberíamos tener como humanos para vivir bien pasaría por recuperar la “relación armoniosa con la naturaleza” y entre los seres humanos. Queda así fuera de toda discusión la importancia de la clase trabajadora, la lucha de clases, la propiedad sobre los medios de producción y la lucha por el poder político de las y los trabajadores.

Desde esa perspectiva, su estrategia gira en torno a democratizar el estado actual, como bien lo establecen en su ideario, donde afirman que: “Somos socialistas democráticos y democratizadores porque asumiendo la democracia representativa y la alternancia en el ejercicio del poder, la radicalizamos desde abajo con democracia participativa y comunitaria, recreando las formas de organización y de buen gobierno de nuestras culturas originarias y los procesos de organización y respuesta de los movimientos urbanos.” [3]

Su programa se sostiene en cuatro ejes fundamentales, los cuales son:

• Perú biodiverso, productivo, diversificado y trabajador, con gestión territorial, soberanía alimentaria y cuidado de los ecosistemas.

• Perú ético, justo, libertario, educado y saludable, con comunidades solidarias e interculturales, estado laico y hábitat sustentable urbano-rural.

• Perú plurinacional, democrático, descentralizado y participativo con sistema político intercultural.

• Perú pacífico, seguro, soberano, promotor de la Pan-Amazonía sustentable e intercultural, y alter mundialista.

Como su estrategia no se sostiene en la ruptura con el Estado capitalista sino más bien está orientada a su democratización, todas estas iniciativas programáticas, que no confrontan al capital, buscan ser implementadas en el marco de la institucionalidad burguesa a partir de la presión que puedan hacer desde espacios como el parlamento, los municipios, gobiernos regionales, los movimientos sociales o, en el mejor de los casos, llegando al gobierno central.

Uníos Perú

Este es un espacio que se funda en el año 2003 y tiene como su principal referente a Enrique Fernández Chacón (cochero) quien en los años 70 fue dirigente sindical de los obreros metalúrgicos y figura política del Partido Socialista de los Trabajadores de orientación morenista, lo cual lo llevó a ser parte de la Asamblea Constituyente que aprobó la Constitución de 1979. Fernández Chacón también fue diputado entre los años 80-85. Actualmente Uníos Perú hace parte de la UIT-CI.

Desde que Uníos ingresa al Frente Amplio, siempre ha tenido una política seguidista y acrítica en relación a la dirección formal del Frente Amplio, organización que como ya vimos tiene un carácter frentepopulista, por esa razón es contradictorio que Enrique Fernández en su carta pública del 04 de agosto hable de luchar contra los planes de Vizcarra, contra el Pacto Perú, que denuncie la connivencia con los empresarios y que incluso se pronuncie por una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, pero que sin embargo diga todo esto sin romper con el Frente Amplio, el mismo que públicamente apoyó el referéndum promovido por Vizcarra el 2018 para desviar la movilización social, o que últimamente apoyó la gestión del ex ministro de Salud, Víctor Zamora, que aplaudió el denominado bono universal del ejecutivo y que incluso puso a Farid Matuk como miembro del comando Covid-19 (espacio promovido por el ejecutivo para encarar la crisis sanitaria).

No basta entonces con reivindicarse socialista o incluso trotskista, si antes no nos delimitamos de organizaciones que hacen de la conciliación de clases su estrategia política, como ocurre con el Frente Amplio peruano que como ya vimos, convive armoniosamente en su interior con sectores que históricamente han renunciado a la independencia de clase como es el caso de los estalinistas de Integración Estudiantil, el Movimiento 19 de julio, o la burocracia sindical de la CUT, así como Tierra y Libertad para quien los trabajadores y la lucha de clases no existen o están subordinados, en el mejor de los casos, a la búsqueda del buen vivir.

Este tipo de organizaciones frente populistas y reformistas no son nuevas ni únicas en el Perú. Ya en la década del 80 tuvimos a izquierda unida que agrupó en su seno a maoístas, estalinistas, velasquistas etc. Este frente terminó completamente adaptado a la democracia burguesa. La caída de la URSS, así como su electorerismo interno los llevó a la implosión a principios de la década del 90 no sin antes apoyar la candidatura de Alberto Fujimori bajo la figura del mal menor. La crisis de izquierda unida, que a su vez reflejaba la crisis estratégica del reformismo, generó mucha desmoralización en las masas que en un momento los vieron como alternativa de cambio.

No será entonces desde estos espacios ajenos por el vértice a la tradición del marxismo revolucionario que se avanzará en la construcción de un partido orientado hacia la lucha por el socialismo y el poder de los trabajadores. No será desde el Frente Amplio que se avanzará en ese sentido, sino todo lo contrario. En ese entender, les decimos a los compañeros y compañeras de Uníos Perú que no todas las tácticas son válidas o sirven para los mismos fines, por ejemplo, el FIT-U en Argentina expresa un frente de independencia de clase, mientras que el Frente Amplio peruano es una instancia de colaboración de clases que tiene como objetivo reformar el Estado burgués. Por ello, les hacemos un llamado a Uníos Perú a romper con el Frente Amplio y expresar consecuentemente en los hechos su discurso, para de esa manera poder acercarse a las organizaciones y frentes con independencia de clase, que es donde se agruparán las y los revolucionarios y lo más avanzado de la clase obrera que hoy empieza a luchar.

En esa tarea nos encontramos inmersos desde la Corriente Socialista de las y los Trabajadores y desde La Izquierda Diario Perú, por ello, desde nuestro evento fundacional en junio del 2019 siempre hemos confrontado la política del gobierno y sus estrategias para desviar la movilización social. Así mismo, hemos tratado de convertirnos en un canal de expresión de las principales luchas obreras del país y eso nos ha permitido acercarnos a los sectores en lucha como los trabajadores mineros, las y los trabajadores de la salud, del sector comercio, ambulantes, entre otros y es con ellos, la juventud y las mujeres que venimos construyendo nuestra organización.

Referencias:

1. Frente Amplio Perú. Ideario y principios del Partido “el Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad”. Pág. 3. Recuperado el 21 de agosto de 2020, http://frenteamplioperu.pe/quienes-somos/.

2. Frente Amplio Perú. Documento programático. Recuperado el 21 de agosto de 2020, http://frenteamplioperu.pe/wp-content/uploads/2018/02/Programa-fajvl.pdf.

3. Frente Amplio Perú. Ideario y principios. Pág. 7. Recuperado el 21 de agosto de 2020, http://frenteamplioperu.pe/wp-content/uploads/2018/02/Ideario-fajvl.pdf.