Las fricciones al interior del gobierno se mantienen a flor de piel, donde cada partido busca fijar su posición, en un contexto marcado por las expectativas del pueblo trabajador, y una agenda que va en contra de las demandas de las grandes mayorías.
Jueves 5 de mayo de 2022
A prácticamente dos meses de asumido el gobierno del presidente Gabriel Boric, las fricciones entre los distintos partidos que forman parte estan a la orden del día.
Así se refleja en las últimas declaraciones vertidas por el actual presidente de la Cámara de Diputados, y militante del Partido por la Democracia (PPD), Raúl Soto, quien realizó duras críticas al ejecutivo, y en particular al actual Secretario General de la Presidencia (Segpres), Giorgio Jackson. La molestia entre el partido de Soto y el gobierno, quedó totalmente demostrada con la ausencia de su presidenta, Natalia Pergentilli, a la última reunión del Comité Político, en La Moneda.
“Es un llamado de atención al gobierno para decirles ‘mire, nosotros estamos acá, somos relevantes, tenemos senadores, nueve diputados, un presidente de Cámara’. Y por lo tanto, si el gobierno quiere mejorar el rumbo y los resultados de la evaluación ciudadana debe escuchar más y dejarse ayudar más”, señaló Soto para radio La Clave, de acuerdo La Tercera.
Por otra parte el presidente de la Cámara baja, intentó bajarle el perfil a la situación, manifestando “Yo espero que no sea solamente un llamado de atención o un hecho político, sino que sea una oportunidad para reconstruir las confianzas, para tener una mayor coordinación y comunicación y a partir de ahí ser un aporte para el futuro”.
Sin embargo en lo referido al rol del ministro Jackson, y su ubicación frente a la Convención Constitucional no se guardó ninguna opinión.
“A veces da la impresión que el ministro Jackson está más preocupado del devenir de la Convención que de lo que está pasando en el Congreso. Y eso es preocupante, porque es la persona encargada justamente de la relación entre el Ejecutivo y el Congreso. Tiene que ser más ayudado por los ministros sectoriales. Eso está ocurriendo un poco más”, manifestó Soto para el mismo medio, agregando “Nosotros queremos es que el gobierno entienda que acá se requiere una mayor coordinación, más comunicación, interlocutores que estén más presentes respecto del quehacer político de las bancadas”.
Resultan evidentes las complicaciones al interior del propio gobierno, donde las dificultadas para encaminar su agenda política de manera unificada, van en aumento con el transcurrir de los días. Y si bien como gobierno, ministros de distintos partidos han debido cuadrarse frente al tratamiento de asuntos espinosos como el caso del quinto retiro, y el blindaje a fuerzas represivas como Carabineros, el curso derechista de su política sigue trayendo importantes costos.
Este ruido por parte del PPD, expresado con la ausencia de la timonel, es parte del permanente ajuste al que debe someterse, esta suerte de coalición compuesta por un abanico de partidos y colectividades tremendamente diversos, en el que la relación de fuerzas, pareciera favorecer al sello neoliberal de la clásica Concertación.
¿Cuánto durará esta forma de consenso entre los partidos, en un contexto marcado por las altas expectativas del pueblo trabajador, y una situación económica de bajo crecimiento económico, inflación, y aumento en la precariedad de la vida?
