Los trabajadores contratistas y subcontratistas de Codelco han vuelto a enfrentarse a la mandante estatal. Codelco estima en US$ 27 millones las pérdidas en la primera jornada de paralización, pero prefiere prestar oído a la política del Gobierno, respondiendo con fuerte represión y criminalización de la protesta con detenciones, persecuciones y la mandante declaró el cierre de la división el Salvador. Sin embargo, la represión radicaliza los ánimos de lucha y no amilana las expectativas de cambios profundos de los trabajadores.

Javiera Márquez Santiago de Chile
Jueves 23 de julio de 2015
Llegó el momento en que los trabajadores contratistas salieron a defender el Acuerdo Marco y a exigir mejoras en sus condiciones laborales. Pese a que Codelco cifra en US$ 27 millones las pérdidas luego de la primera jornada de paralización, prefiere prestar oído a la política del Gobierno, que se niega a conceder las demandas de los trabajadores, profesores y estudiantes, respondiendo con intransigencia y represión.
Luego de que el presidente ejecutivo de la cuprífera, Nelson Pizarro, desconociera a los trabajadores contratistas y subcontratistas en sus declaraciones, señalando que no son trabajadores propios, que deben negociar con sus empresas, en un comunicado emitido en la jornada del día miércoles, reconoce el instrumento colectivo, pero es intransigente con las demandas del 70% de la mano de obra de la estatal. En el comunicado, Pizarro declara que "un incremento de estos beneficios y sus costos asociados, no son compatibles con las actuales condiciones del mercado del cobre, de la realidad económica del país y la sustentabilidad de los proyectos estructurales”.
El paro va: represión y escalada del conflicto “a la orden del día”
La primera jornada logró la paralización de todas las divisiones, sin embargo, la represión se dejó caer con fuerzas sobre los trabajadores movilizados. Desde amenazas en los lugares de trabajo, persecuciones en todas las divisiones, detenciones violentas y también selectivas, trabajadores heridos y la mandante estatal declaró el cierre de la división el Salvador, mientras perdura el paro. Respecto a esta última situación, según nos comentan sus trabajadores, algunas empresas ya les habrían comunicado formalmente de lo imperativo de la decisión, a través de la intervención de Fuerzas Especiales para cerrar la faena.
En Rancagua, por ejemplo, están instaladas cámaras en los buses, obligan a los conductores a no abrir las puertas para evitar que los trabajadores se bajen a unirse al paro, Fuerzas Especiales escoltan los buses y existen amedrentamientos por parte de Codelco de que las empresas perderán los contratos si los trabajadores se movilizan.
Durante la tarde de la primera jornada, se instalaron dirigentes y trabajadores en la Carretera del Cobre para subir a los buses a incitar a los contratistas y subcontratistas que se dirigían a sus turnos, en esos momentos fueron detenidos un delegado y el dirigente de SITECO, Jorge Peña, a quienes dejaron en libertad en horas de la tarde de la jornada de ayer luego de ser formalizados y de pasar la noche detenidos.
El presidente del sindicato SCM en el Teniente y director nacional de la CTC, Edward Gallardo, quien se encontraba en el lugar y que también fue golpeado por carabineros, asegura que es una línea de criminalización del Gobierno, de dura represión a los movilizados y que la detención de Peña fue selectiva. Además, el dirigente denuncia que en El Salvador, carabineros se ensañó contra los trabajadores disparando en dirección a sus rostros, resultando trabajadores heridos. Gallardo enfatiza que el clima represivo no amedrenta a los trabajadores y que “si bien no fue una salida explosiva de las bases de forma homogénea, la escalada del conflicto está a la orden del día”
A la huelga compañero
El ánimo de huelga crece. El clima pasa de la expectación entre las bases de la Confederación de Trabajadores del Cobre a la iniciativa, pese a una conducción muy hermética, según relatan trabajadores de las distintas divisiones, al punto de llegar a la prohibición de que dirigentes de base respondan a entrevistas, manifestando que sólo el presidente de la CTC puede dar declaraciones.
Para los trabajadores de base con quienes conversamos nos han manifestado que estas situaciones han contribuido a que el despliegue del paro se haya dado de forma desigual, donde Calama, Ventana y El Salvador están en la vanguardia de la movilización con paros efectivos y métodos radicalizados de lucha, mientras que en otras divisiones ha costado más que el paro se desarrolle. Pero están en busca de las formas de que la paralización tome más fuerzas entre las bases y se extienda contra las condiciones de explotación, están esperando la oportunidad de poder acudir al grito de guerra.

Javiera Márquez
Periodista