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Red Internacional
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Milicogate. Fuente Alba y la corrupción en detalle

Inaudito: el excomandante en jefe del ejercito, Juan Miguel Fuente Alba, utilizó dinero de gastos reservados en gastos personales que van desde el riego de su jardín hasta “mesadas” a ex generales de las fuerzas armadas.

Viernes 22 de febrero de 2019

Tras las declaraciones tomadas por la jueza y Ministra en visita, Romy Rutherford, sobre el caso de malversación de fondos por parte de la institución militar, más conocido como “Milicogate”, específicamente a Fuente Alba, se han dado a conocer con mucho mayor detalle en qué se utilizaron los gastos reservados en el periodo comprendido entre 2010 y 2014.

Rutherford declara además: “el propio reconocimiento del encausado Fuente-Alba (…) admite haber utilizado fondos correspondientes a gastos reservados -que fueron entregados por el Ejército de Chile con el específico fin de ser usados en asuntos de inteligencia, contrainteligencia y seguridad- con un destino diferente, a razón de entre $ 700 y $ 800 millones anuales, durante cuatro años”.

Dentro de los millonarios gastos se contaban los gastos personales y diarios de él y su familia (alimentación, vivienda, etc.) así como celebraciones, fiestas y viajes. Esto último pese a que existiesen fondos dirigidos a financiar los viáticos del ex comandante, dineros que depositó en sus cuentas y utilizó en “inversión”.

Por otro lado parte importante de los fondos se dedicó a pagar mesadas a autoridades de las FF.AA. denominada “apoyo a ex comandantes en jefe”, los cuales iban inicialmente desde los 400.000 hasta 800.000 pesos mensuales al final de los cuatro años. En esta situación no solo se encontraba involucrado Fuente Alba, quien declaró que “esos recursos provenían de gastos reservados y, por lo tanto, era Jorge Cortés el encargado de obtenerlos del DIFE de la época”.

Rutherford denegó la solicitud de libertad del ex oficial, afirmando que Fuente Alba es un “peligro para la seguridad de la sociedad”, hecho evidente en el uso de financiamiento público -el dinero de chilenos y chilenas- para intereses personales. La pena para el ex comandante sería de 10 años de presidio efectivo, luego de llevar una semana recluido en detención durante dicha investigación en el Regimiento de Policía Militar de Peñalolén.

Pese a esto, apenas es el inicio de una búsqueda por justicia, que apenas ha tocado una fracción de los intereses de ricos y poderosos, que sistemáticamente han utilizado el dinero de miles para disfrutar de enormes beneficios. Basta recordar el tremendo “perdonazo” que se realizó con los casos de corrupción “PENTA SQM”, que quedaron en completa impunidad, demostrando una vez más la existencia de una justicia para ricos y otra para pobres.

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