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Red Internacional
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Agua. Fuera Mekorot: avanza en Jujuy el convenio con la empresa israelí cómplice del genocidio en Palestina

En abril de este año el gobernador Carlos Sadir, junto a sus pares de Neuquén y Chubut, firmó un Convenio con la empresa Mekorot Israel National Water y el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para la elaboración de un plan para la gestión de los recursos hídricos de la provincia que pondrá por delante las necesidades de las empresas extractivistas como las del litio o del agronegocio. Crece el rechazo al acuerdo firmado en doce provincias a espaldas del pueblo trabajador y comunidades indígenas, como también al accionar del Estado colonialista de Israel y esta empresa acusada de generar un “apartheid del agua al pueblo palestino”.

Lunes 20 de mayo de 2024 18:29

El gobernador de Jujuy, Carlos Sadir, y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), a través de su secretario general, Ignacio Lamothe, suscribieron un convenio marco de cooperación por el cual se pondrá en marcha el desarrollo de "un plan maestro de potenciación del sector hídrico de la provincia, cuya elaboración estará a cargo de la prestigiosa consultora Mekorot Israel National Water, respaldada por un equipo de expertos". A tal efecto, se “partirá de un diagnóstico de situación, con posterior proyección de oferta sostenible de los recursos hídricos y la demanda, todo ello con miras a concluir en un análisis preliminar de suministro de agua”.

De esta manera, “el gobernador inició la ejecución de un plan estratégico anunciado en el marco de la apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura 2024, a los efectos de garantizar el suministro de agua potable a sectores en situación de vulnerabilidad y, al mismo tiempo, cubrir los requerimientos del sector productivo de Jujuy, frente a la escasez del recurso y las consecuencias del cambio climático”.

La firma del Convenio Marco se realizó el 4 de abril en oficinas del Consejo Federal de Organizaciones (CFI) en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, junto a los gobernadores de Chubut y Neuquén, que, como Carlos Sadir, impulsan políticas extractivistas ya sea con megaminería o fracking, donde llueven denuncias de uso irracional y contaminación del agua. Son varias las provincias argentinas que cuentan con la asesoría de la empresa israelí Mekorot para la elaboración de planes maestros y consultorías hídricas desde una concepción mercantilista del uso del agua: Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Río Negro, Formosa, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero.

Según el gobernador de Jujuy, el plan maestro permitirá abastecer de agua de sectores vulnerables, pero también dar respuesta a la demanda productiva en la provincia. Queda claro que con Mekorot, el plan es a favor del extractivismo minero o del agronegocio como principal beneficiario del agua, y el agua como mercancía para nuevos negocios. Multinacionales como Sales de Jujuy, utilizan millones de litros de salmuera y agua dulce para la producción de miles de toneladas de carbonato de litio para la exportación, afectando el delicado equilibrio de cuencas endorreicas (cerradas) donde hay déficit hídrico todo el año y donde viven pueblos y comunidades indígenas de la producción artesanal de sal o agroganadera/artesanal. Por otro lado, la empresa Ledesma, monopoliza el agua de la cuenca del río San Francisco para las más de 40 mil hectáreas de monocultivo de azúcar y cítricos.

Como sucedió con la Reforma de la Constitución de la provincia, una vez más, el Gobierno de la provincia avanza sin licencia social en el manejo de un bien común esencial como es el agua con fines mercantiles, que se agrava, con la ausencia de consulta, previa, libre e informada a las comunidades indígenas y pueblos.

La empresa Mekorot es la compañía nacional de agua de Israel, que provee aproximadamente el 80% del agua potable que se consume en ese país de Oriente Medio. Fue fundada en 1937, como consultora privada pero expandida luego de la creación del Estado de Israel por parte del sionismo, en 1948, donde fue integrada en el manejo del agua en la región, al compás de un proceso de limpieza étnica y expulsión de la población nativa árabe (la Nakba). La empresa israelí es denunciada a nivel internacional por negar el derecho al agua al pueblo palestino. Es parte central de la opresión colonial que ejerce el Estado de Israel sobre las poblaciones palestinas de Franja de Gaza y Cisjordania con su apartheid del agua.

Es tan grave la situación que incluso el Secretario General de la ONU condenó en 2014 a la empresa en su informe al Consejo de Derechos Humanos. “La empresa nacional israelí de suministro de agua, Mekorot, posee todas las redes de abastecimiento de agua en la Ribera Occidental y suministra cerca del 50 por ciento del agua disponible en las comunidades palestinas”, plantea el informe. “Según la información recibida, Mekorot reduce considerablemente el suministro de agua a los palestinos en los meses de verano con el fin de satisfacer la demanda en Israel y los asentamientos”, completa. Luego de esto, varios países, incluidos Holanda y Portugal, rechazaron o rescindieron convenios con la empresa.

A pesar de estos antecedentes, en la Argentina hubo un primer intento fallido de Mekorot para desembarcar en el año 2011 en la Provincia de Buenos Aires, que fue impedido por el repudio social en 2013. Fue en el 2023 con el Gobierno de Alberto Fernández, Cristina Fernández y Sergio Massa, a través del Ministro del Interior Wado de Pedro, que se avanzó en un acuerdo firmado en un viaje realizado a Israel junto a un selecto grupo de gobernadores en plena crisis hídrica. Con la política iniciada por el Gobierno del Frente de Todos a nivel nacional, que continúa y profundiza el actual gobierno de Javier Milei con su política pro sionista, y de aval al genocidio de Gaza, como quedó en evidencia en febrero de este año con la visita del presidente a Israel junto a una comitiva, donde la Canciller Diana Mondino se reunió con ejecutivos de Mekorot.

La elección de Mekorot por parte del gobierno de Jujuy no es arbitraria: responde a un alineamiento político provincial y nacional con los intereses del Estado de Israel y su principal promotor, el imperialismo norteamericano. Y tienen todo que ver con el derecho de que hoy, mientras los crímenes de guerra genocidas del Estado de Israel se agudizan incluyendo el asesinato cotidiano de niños y jóvenes bajo bombardeos criminales, que son repudiados por movilizaciones históricas en todo el mundo, gobiernos como el de Milei brindan un respaldo que hasta el propio imperialismo yanqui ve difícil de legitimar como demuestra su no veto al cese al fuego votado en el comité de seguridad de la ONU.

La empresa estatal israelí de aguas, Mekorot, respaldada por el poder de fuego del ejército de Israel, realiza un robo sistemático del agua palestina a la par que monopoliza el suministro, obligando a los propios palestinos robados de su vital recurso a comprarla, a tarifas excesivamente superiores a las pagadas por los ciudadanos israelíes, llegando al extremo de regular el suministro según los criterios que el Estado ocupante tenga de establecer la cantidad comercializada.

El modelo Mekorot de gestión que propone la empresa israelí postula que toda la inversión sea abonada por los usuarios a través de la tarifa. Son los usuarios los que amortizan la inversión de la empresa. También propone un esquema de dos aguas: un agua potable de mayor calidad, a un costo mayor, y un agua corriente de menor calidad, proveniente del reciclaje de los residuos cloacales y de las aguas residuales, que se utiliza para el riego, usos industriales y otros. Entonces, es el mercado el que regula el uso entre una y otra calidad del agua, sabiendo que eso perjudica a los sectores de menores recursos, que tienen más a mano un agua de menor calidad por un menor precio. Es la tarifa la que regula el consumo de agua, un ejemplo que muestra las prácticas de esta empresa del Estado sionista de Israel.

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En base al accionar de la empresa sobre territorio palestino y otros países, la campaña “Fuera Mekorot” en la Argentina denuncia algunos de los planes de la empresa sobre el agua, que incluyen la modificación de la legislación para favorecer la mercantilización y privatización del agua, la regulación de la calidad del agua mediante el precio y de este en base al consumo, y la transferencia de los costos de la infraestructura en los usuarios.

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En Latinoamérica, Mekorot ofrece principalmente "servicios de consultoría": asesoramiento en la gestión hídrica, monitoreo, planificación de políticas, diseño de proyectos y capacitación, entre otros. En general, estos servicios se ofrecen a gobiernos, empresas u organismos que requieren mantener, expandir o profundizar proyectos extractivistas que demandan un uso intensivo del agua. Frecuentemente, entidades del lobby sionista de los distintos países invitan a comitivas gubernamentales a recorrer las instalaciones de la empresa en Israel o a participar en los seminarios y eventos que organiza sobre el agua.

En el mes de julio del 2023, se realizó una Audiencia Pública en el Congreso de la Nación organizada por diputados del Frente de Izquierda Unidad, donde se expresó el proceso de lucha que involucra a más de 35 organizaciones territoriales en distintas provincias argentinas . Durante la misma fue presentado al Congreso una carta contra la empresa israelí firmada por el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y por Nora Cortiñas, línea fundadora de las Madres de Plaza de Mayo. La misma plantea que:

“Preocupa de sobremanera la falta de transparencia y de publicidad de los convenios firmados, amén de la ausencia de consulta a los pueblos afectados. Por eso apoyamos que la campaña se esfuerza en estos momentos por romper el silencio y el secreto, exigiendo en cada provincia y a nivel nacional, la necesaria información previa a esa igualmente imprescindible consulta”.

“La experiencia nos señala que Mekorot viene por nuestro derecho al agua y sabemos bien que es con nuestra movilización que lograremos defender este derecho tan fundamental. En esta lucha, uniendo esfuerzos para defender nuestra soberanía y el agua, sabemos también que es central unir lazos con todos los pueblos, sobre todo con el pueblo palestino, con quienes compartimos los mismos derechos y esperanzas”.

Hasta el momento se desconocen los términos del Convenio de Cooperación entre el Gobierno de Jujuy, el CFI y Mekorot: cuáles son los compromisos asumidos por cada una de las partes, qué contratación de servicios implica, qué monto implicó la realización del Plan Maestro y origen de los fondos destinados al pago de los mismos. Lo que es una certeza es que el mismo se firmó a espaldas del pueblo trabajador de Jujuy, organizaciones ambientales, instituciones involucradas con el manejo del agua, como también sin la real consulta y participación de comunidades indígenas que ya están expresando su rechazo y se movilizarán a propósito de la presentación de dicho plan.

Mañana martes el Gobierno de Jujuy junto a la representantes de Mekorot presentarán el Plan Maestro de los Recursos Hídricos de la provincia. Ante este anuncio habrá una movilización en rechazo del Convenio convocada por integrantes y organizaciones indígenas que denuncian no haber sido consultadas, la profundización del plan extractivista y el uso del agua al servicio del mismo, además de la solidaridad con el pueblo palestino.

Como sucede en todo el país, el rechazo por Fuera Mekorot de la Argentina y de América Latina se extiende y cobra fuerza a la par que se denuncia el accionar colonialista del Estado de Israel en Palestina y en el resto del mundo con la presencia de sus empresas. Más que nunca, tiene que ser tomado por trabajadores, sindicatos, comunidades, organizaciones sociales y el pueblo trabajador, que hoy rechaza la matriz extractivista que se profundiza con la Ley Bases, el RIGI, y la Reforma de la constitución, con la más amplia movilización y el paro nacional de las centrales sindicales.

El agua, es un bien común que debe ser garantizado como derecho universal para toda la población y su preservación como parte de la naturaleza. Defender la misma, hace a plantear otra salida ante la mercantilización de la misma al servicio de los grandes sectores empresariales, muchos vinculados al extractivismo, que utilizan de forma irracional el agua para acrecentar sus ganancias, y que además son favorecidos por obras realizadas por el Estado para sus negocios.

Que comience por el cuidado de la misma, de sus cuencas, con un plan racional que pueda ser elaborado por trabajadores, profesionales de universidad, especialistas, comunidades indígenas y pequeños productores, acorde a las necesidades de la población y para la producción de alimentos y otras demandas sociales, llevadas adelante por el pueblo trabajador.