El ministro de salud, Jaime Mañalich, ha sido una de las autoridades más criticadas en la llegada de la pandemia del Covid-19, lo que se encuentra en sintonía con su trayectoria como gerente de la salud de mercado.

Galia Aguilera Profesora, y dirigenta del Partido de Trabajadores Revolucionarios
Domingo 15 de marzo de 2020
Chile afronta la crisis sociosanitaria en torno a la pandemia de Coronavirus (COVID-19) que ya afecta a más de 120 países y que ha generado el colapso del sistema de salud en varios países como Italia.
Este domingo, Piñera anunció un programa de contingencia totalmente insuficiente para afrontar esta crisis, prohibiendo los eventos de más 200 personas a partir del miércoles, sin embargo el transporte público y el trabajo se mantienen. Las ganancias de ellos no se detienen nunca.
El ministro Mañalich es odiado popularmente por ser parte responsable de la mercantilización de la salud de todos los chilenos. Su currículum para hacerse cargo de la cartera de salud es justamente haber presidido la lujosa clínica Las Condes con la que amasó fortunas, y además miembro del directorio de la fundación Teletón.
Ahora habla de un plan para los establecimientos educacionales y en torno a los presos y adultos mayores, pero invisibiliza el problema de los millones de trabajadores que para transportarse a sus trabajos van a tener a amontonarse en el metro, micros y van a exponerse por millones concentrados en grandes fábricas, minas y puertos. Cientos de miles quedaran expuestos por día, y volverán a sus casas con el temor lógico de contagiar a sus familias.
Ellos han lucrado con nuestra salud y nuestras vidas, imponiendo un sistema de salud de mercado donde el lucro es el que rige todos los criterios. Los ricos tienen acceso a las clínicas privadas de lujo y a nosotros nos espera colas interminables para ser atendidos si es que llegamos.
¿Se puede transformar esta desidia en la que está sumida el servicio de salud pública? Sin dudas con el presupuesto y las medidas que anunciaron Piñera y Mañalich, es imposible. Una persona como Mañalich que dedicó su vida profesional a la gerencia de la salud privada, a costa de la desfinanciación de la salud pública, no puede ser el piloto de una crisis sociosanitaria como la que se avecina.
Exigimos que de un pasó al costado y renuncie como primer medida para encarar esta pandemia mundial.
Es necesaria la conformación de Comisiones de salud, higiene y seguridad independiente, votada por los trabajadores, que determinan en común con especialistas, que determine las medidas a tomar, que denuncie y exija todas las medidas necesarias para evitar el contagio.