A pesar del intento inicial de los medios de poner a la población en contra de los trabajadores que pararon en la jornada nacional de este miércoles, la convocatoria contó con un fuerte apoyo popular.
Miércoles 15 de marzo de 2017 15:09
No solo en las redes sociales, sino en las calles, en las terminales de ómnibus y en todos los lugares se percibió desde las primeras horas del miércoles el amplio respaldo a los trabajadores que pararon y marcharon. También suscitó gran adhesión el rechazo al gobierno, a la reforma del sistema previsional y a cualquier forma de represión que se intente implementar contra los que salieron a luchar.
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En Jabaquara, una importante terminal del subte en la ciudad de San Pablo, la población aplaudía a los trabajadores del subte que estaban realizando un piquete. El grupo de medios G1 realizó distintas entrevistas entre quienes estaban saliendo hacia sus trabajos y a contramarcha del discurso de la Red Globo, declararon su apoyo a los trabajadores que están en lucha contra la reforma del sistema previsional y las jubilaciones.
En la región de Juiz de Fora, los estudiantes realizaron un acto masivo junto a los trabajadores del correo, profesores de la red estadual, municipal, federal y privada y otros grupos de trabajadores. En Campinas grupos de estudiantes se unieron a los profesores para realizar una manifestación como parte de la paralizacion nacional de hoy. Por la tarde, los profesores estaban convocando a reunirse en la Avenida Paulista, en el centro de la capital, para realizar una asamblea de profesores del estado y del municipio y discutir la participación en una manifestación conjunta con otros trabajadores.
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El apoyo popular no se detiene ahí. Son solo algunos ejemplos de lo que ha ocurrido durante la jornada del miércoles, de Curitiba a Teresina, de Recife a Porto Alegre y el interior del país. Ni los grandes medios han podido ocultar el gran respaldo popular a la paralización de los trabajadores contra la reforma de Temer e incluso los movimientos de derecha han sido cuestionados por oponerse a esta jornada.
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Este apoyo demuestra que es posible crear un gran movimiento capaz de enfrentar los ataques que están en curso. Es necesario que las centrales sindicales pongan en pie un plan de lucha para que la jornada de este miércoles sea el primer paso de una gran huelga general. El gobierno golpista de Temer declaró la guerra contra los derechos de la población trabajadora, necesitamos responderle a la altura para defender nuestros derechos y que sean los capitalistas quienes paguen por la crisis.
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