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Red Internacional
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PANDEMIA MILITARIZADA. Fuerte aval del Gobierno al accionar represivo de Gendarmería, la Bonaerense y otras fuerzas

Sin cuestionar los abusos policiales que se reproducen en todo el país, la ministra de Seguridad Sabina Frederic y los jefes de las fuerzas federales se reunieron con Alberto Fernández. El Gobierno asegura que las fuerzas “están haciendo muy bien lo suyo”.

Daniel Satur

Daniel Satur @saturnetroc

Miércoles 25 de marzo de 2020 17:02

Foto Télam

En el mediodía de este miércoles, primer día hábil de la semana en medio de la cuarentena, el presidente Alberto Fernández recibió en la Quinta de Olivos a la ministra de Seguridad Sabina Frederic y a los jefes de las cuatro fuerzas represivas federales: Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria.

A las salida de la reunión Frederic informó ante los medios la cantidad de detenidos y demás números relacionados a los operativos de control realizados en el marco del DNU que obliga a la población a no salir de sus casas. Y en una suerte de aval incondicional al accionar represivo, les dio la palabra a los jerarcas de esas cuatro fuerzas.

¿La única forma de combatir el virus?

Primero Frederic informó de la creación del “Comando Unificado” a nivel nacional, conducido desde el Gabinete del Ministerio de Seguridad e integrado por delegados de las fuerzas estatales involucradas. Y enseguida detalló que en los controles realizados tras la firma del decreto 297 las fuerzas federales detuvieron a 2.226, hubo 41.346 “personas notificadas”, 106.331 vehículos controlados y 600 vehículos secuestrados.

“Al presidente estos datos le resultan muy importantes, ya que dan cuenta del esfuerzo y compromiso de todas las mujeres y los hombres que trabajan en las fuerzas de seguridad. No obstante la reunión fue un espacio para conversar sobre algunos refuerzos y otras medidas que se van a tomar para que se limite mucho más la circulación de vehículos particulares”, agregó Frederic, sin mencionar cuáles serían esos “refuerzos”.

Luego sentenció que la “inflexibilidad” con quienes se considere que violaron la cuarentena “es la forma que el Estado nacional ha encontrado para prevenir la expansión del virus”. A confesión de parte, relevo de pruebas.

Y finalizó la introducción planteando que de los 2.500 llamados recibidos hasta ahora en la Línea 134, “el 10 % tienen que ver con denuncias puntuales” sobre violación de cuarentenas. “Se cruzaron con datos del Ministerio del Interior y de allí surgieron 200 operativos para verificar que quienes vinieron del exterior cumplan la cuarentena”.

La ministra no hizo ninguna referencia a los diversos hechos de violencia, abusos de poder y hasta torturas que llevan adelante por estas horas las fuerzas represivas, tanto federales como provinciales. Como si no existieran, el aval al accionar de esas instituciones es total, al punto de que le dio la palabra a los cuatro jefes para que demostraran la consustanciación existente entre el Poder Ejecutivo y los uniformados.

Represores represtigiados

Primero habló el prefecto general Mario Farinón, jefe de la Prefectura Naval. En otro artículo de este medio, se recuerda quién este personaje, nada “humanitario” y experto en perseguir y criminalizar luchas sociales.

Sentado al lado de la ministra, Farinón resaltó el “compromiso grande que asumen las fuerzas”. Y como si estuviera convencido dijo que “a la tarea diaria le sumamos este esfuerzo muy importante y significativo donde está en juego la vida de todos los ciudadanos y es lo que nosotros juramos en nuestro inicio de la carrera: defender la vida inclusive poniendo en riesgo la nuestra”.

Le siguió el jefe de la Policía Federal, comisario Juan Carlos Fernández. “El presidente nos da un marco de confianza fundamental para que podamos seguir trabajando de la misma manera que lo venimos haciendo desde la hora cero, desde que estamos en las calles”, afirmó. Y dijo que la reunión con el presidente les dio “ese marco de tranquilidad” para que los federales sigan “aportando lo nuestro”.

Lo del comandante general de Gendarmería Andrés Severino fue casi provocador. “Quiero llevar la tranquilidad de que la Gendarmería Nacional, en sus ciento veinte pasos fronterizos con jurisdicción, como asimismo en los corredores viales y en las jurisdicciones provinciales está patrullando todos los días”, afirmó. Y remató con un “vamos a seguir haciendo lo que hacíamos y lo que hacemos hace 81 años. Las palabras del presidente nos dan la fortaleza y la seguridad de que no estamos solos”.

¿Vale recordar que Severino es el jerarca de la fuerza que todavía debe muchísimas explicaciones sobre la desaparición y muerte de Santiago Maldonado? Por las dudas, lo recordamos. Ese hecho ocurrió en agosto de 2017, no hace siquiera tres años. Y en ese momento Severino era titular de la Región VII de Gendarmería, una de las más imortantes de la Patagonia. También vale recordar que en esos “81 años”, la Gendarmería se la pasó asesinando al pueblo trabajador.

El último en hablar, sin uniforme, fue el director de la Policía de Seguridad Aeroportuaria José Glinski. Para él la reunión fue “altamente fructífera”, ya que pudieron mostrar cómo están “desde el minuto cero en cada uno de los lugares donde el Estado lo requiere. El presidente ha sido muy claro sobre cuál es el rol del Estado en esta crisis. Son los hombres y las mujeres de las fuerzas federales los que están en la primera línea de la frontera. La frontera literal y también la frontera simbólica de lo que es este combate contra un virus”.

Que sigan haciendo "lo suyo"

En esa misma línea, la ministra Frederic cerró las intervenciones ensayando una definición particular. “En la reunión, el presidente destacó la importancia casi equivalente que tienen en este momento la función Seguridad y la función Salud. Y reiteró el apoyo a todos los hombres y mujeres que están haciendo la tarea de controlar la circulación y reducirla en todo el territorio nacional, las fuerzas federales y también las fuerzas provinciales que están haciendo lo suyo. Los controles van a permanecer y vamos a introducir nuevos mecanismos para que la eficacia sea aún mayor”.

Seguridad igual a Salud. Todas las fuerzas están haciendo lo suyo. Vamos por mayor eficacia. Una síntesis inmejorable.

Que las fuerzas represivas federales y provinciales, los servicios penitenciarios y demás agentes de "seguridad" se especializan más en torturar, matar y hasta hacer desaparecer a los hijos del pueblo trabajador no es ningún secreto. Mucho menos que gerencian todo tipo de rubros inscriptos en esa rama de la economía denominada crimen organizado. Pero a juzgar por el discurso oficial, parece que ese ADN de las fuerzas represivas hubiera sido "eliminado" por la aparición del coronavirus.

Mientras tanto, la población entera vive estas horas llena de angustia e incertidumbre. El Gobierno sigue sin mostrar un verdadero plan nacional de emergencia sanitaria que permita saber, primero, cuántas personas hay realmente infectadas en el país (no hay intención de realizar tests masivos) y, segundo, cómo se enfrentará la propagación del coronavirus en los próximos meses.

En este contexto, millones de personas quedan confinadas a vivir en ambientes precarios, sin agua, jabón y sin poder obtener su pan de cada día. En miles de villas y asentamientos familias enteras se recluyen en unos pocos metros cuadrados. Y si salen (aunque más no sea a tomar un poco de aire) se arriesgan a quedar a merced de las fuerzas represivas que no dudan en perseguirlas, verduguearlas e incluso detenerlas. Todo con el aval oficial de Fernández y Frederic, como ellos mismos se encargan de dejarlo en claro.


Daniel Satur

Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).

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