Huelga General. Fuerte contingente represivo hacia el 30A: Los soldaditos de Piñera se preparan para defender a un gobierno en crisis

Tras la contundente derrota al gobierno propinada por la paralización portuaria y diversas movilizaciones a nivel nacional, el llamado a huelga general sanitaria y la coordinación de varios sectores de la clase trabajadora hacia el 30 generan preocupación tanto en el oficialismo cayéndose a pedazos como en la oposición que busca sostener a un Piñera moribundo.

Así, el medio La Tercera dio cuenta de un provocador contingente represivo que está preparando Carabineros para la jornada de mañana, que consiste principalmente en aumento de personal en "zonas de conflicto" como Plaza Dignidad y Villa Francia, como también en aumento de controles de identidad en comunas fuera de confinamiento.

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También se indicó que van a fortalecer los "controles sanitarios" en los puntos donde se concentren más de 50 personas, utilizando nuevamente el Artículo 318 como un free-pass para el abuso policial.

En suma, el personal policial destinado a sitiar las calles aumentará a casi 5300 funcionarios, mientras que serán 85 puntos específicos que estarán bajo control de Fuerzas Especiales.

Esto muestra el temor del régimen político frente a la fuerza demostrada por la paralización portuaria. Mientras que sindicatos de industria, salud, educación, minería, transporte y organizaciones de apoyo a presos políticos se preparan para la jornada del 30, la oposición busca negociar puntos mínimos para mantener a flote al gobierno criminal de Piñera.

El "partido del orden" (DC) y el resto de la Concertación se preparan para un nuevo salvataje, incluso figuras como Fuad Chahín hablan de "cerrar este proceso de nueva transición". Con la presión hacia un royalty minero, una reforma tributaria, entre otros puntos, buscan darle oxígeno al oficialismo mientras Piñera cae nuevamente en las encuestas y su coalición se cae a pedazos.

El rechazo a este nuevo rescate al gobierno debe ser contundente y expresarse en la pelea porque este 30 de abril sea un paro realmente efectivo, que incluya a las y los trabajadores de sectores estratégicos de la economía. Es decir, que sea el punto de inicio para un camino hacia una verdadera huelga general que le de el golpe de gracia a Piñera, único camino posible para conquistar un plan de emergencia para que la crisis la paguen los empresarios y no el pueblo trabajador.

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