La lucha de las y los trabajadores de salud de Neuquén lleva más de 50 días y el Gobierno del MPN no da respuestas. Sin embargo su fuerza es tal que mueve el avispero político y sindical como no lo logró siquiera la pandemia.
Martes 20 de abril de 2021 12:46
Más de 50 días de lucha, y desde hace 14 con casi 30 cortes de ruta que paralizan la actividad hidrocarburífera en Vaca Muerta. Esos son las y los autoconvocados de la salud de Neuquén, que protagonizan una verdadera rebelión contra el Gobierno y la burocracia sindical de ATE y UPCN, que en febrero firmaron un aumento salarial miserable a espaldas de las asambleas de los hospitales, que votaron en contra del mismo. El secretario general de ATE, Carlos Quintriqueo, los llamó “elefantes” despectivamente, porque eran una especie de masa amorfa donde no se sabía “si agarrarlos de la cola o de la trompa”. No sabía que, sin querer, estaba dándole un símbolo a los autoconvocados. A decir verdad, lo único que aportó Quintriqueo en esta lucha.
Esos elefantes, en manada, pisan fuerte y siguen de pie. El Gobierno no quiere dar el brazo a torcer y prolonga en el tiempo un conflicto de final abierto, pero que ya dio duros golpes a funcionarios y burócratas sindicales. Y que ganó un enorme apoyo en la comunidad. Sin respuestas al reclamo de aumento salarial al básico y pase a planta de las y los trabajadores eventuales, el gobernador Omar Gutiérrez no dijo en estos más de 50 días una sola palabra sobre el conflicto, y vive en sus redes sociales una realidad paralela recorriendo parajes e inaugurando obras, como si nada pasara en Neuquén. Pero más allá de esta “sordera”, los elefantes se hacen oír.
En medio de la huelga de salud, los diputados provinciales recibieron un aumento del 30 % al básico, producto de la ley de “enganche” con las y los trabajadores legislativos. Esto implicó un incremento de $70.000 mensuales en sus recibos de sueldo. Jueces y funcionarios judiciales aumentaron sus abultados sueldos en un 25 %. Fue el diputado del PTS-Frente de Izquierda Andrés Blanco quien denunció el “dietazo” de las y los legisladores. Inmediatamente anunció la donación de esos 70 mil pesos al fondo de huelga de las y los trabajadores de salud, pidió la anulación del mismo y que se trate un proyecto de ley para que las y los diputados cobren como una enfermera. Este incremento generó tal bronca en medio de la huelga de salud, que diputados del MPN, seguidos por el resto de los bloques, tuvieron que anunciar que renunciaban al mismo. Total siguen cobrando más de 200 mil pesos mensuales, sin contar gastos de bloque y viáticos. El propio Gobernador resolvió congelar los sueldos de todos los funcionarios provinciales hasta el 31 de diciembre, para no seguir tirando más nafta al fuego. Lo que no logró siquiera un año de pandemia, lo consiguieron los elefantes de la salud.
El otro “milagro” que logró mover la manada fue a la burocracia sindical de ATE, que dejó pasar cada uno de los ataques del Gobierno a las y los estatales durante la pandemia, incluyendo la quita de las actualizaciones salariales pautadas para el 2020. El repudiado secretario general de ATE Carlos Quintriqueo convocó el lunes a un plenario-acto del gremio donde se “votó” un paro y movilización para el jueves 22 de abril. Desde la tribuna montada en el camping del sindicato en la localidad de Plottier, con poca “barra” y muchos “aprietes” para participar, sobre todo a las y los eventuales, atacó a la izquierda por estar apoyando a las y los autoconvocados, copiando la campaña largada ese mismo día en redes por punteros y funcionarios del MPN. También aseguró que él va a “evitar un cementerio de elefantes”, queriendo ubicarse como posible “salvador” de la lucha de salud. Pero todos y todas saben que cualquier conquista será producto de la lucha de las y los elefantes, que no le temen a ningún ratón.
Alejo Lasa
Dirigente nacional del PTS. Coordinó, junto con Raúl Godoy y Grace López Eguía, el libro ZANON: Fábrica militante sin patrones.