El 1 de julio de 2021 entra en vigor la nueva ley de prestación por desempleo del gobierno francés. Mas de un millón de parados pueden verse afectados negativamente por este decreto.
Viernes 30 de abril de 2021 11:31
Reducción drástica de las prestaciones y menos derechos: el Gobierno pone en marcha una reforma que atacará violentamente a los más precarios.
Hacer pagar la crisis a los más precarios
En un contexto de crisis económica y sanitaria sin precedentes, la prioridad del gobierno es hacer pagar la crisis a los más precarios. Este es precisamente el objetivo de la reforma del seguro de desempleo, votada por decreto y que reduce y ataca los derechos y las prestaciones de los desempleados. La retórica del Gobierno se basa en el informe del Tribunal de Cuentas que indica que las pérdidas del Unedic (Unión Nacional Interprofesional para el Empleo en la Industria y el Comercio, organismo que gestiona las prestaciones por desempleo) podrían alcanzar los 64.000 millones de euros en 2021. Este enorme agujero en el presupuesto del Unedic se ha visto agravado por la crisis sanitaria, que ha visto caer drásticamente sus ingresos como consecuencia del importante aumento del desempleo.
El gobierno opta, constantemente, por hacer pagar estos déficits a los más precarios. Una decisión política que va acompañada de un discurso de culpabilidad hacia los parados que se "beneficiarían" del sistema actual. Para devolver estos ataques, el gobierno pide a los jóvenes con empleos precarios, sin ninguna vergüenza, que se "aprieten el cinturón" mientras están en primera línea de la crisis sanitaria y económica. Cada vez se piden más esfuerzos a los más vulnerables mientras el gobierno se apresura a recompensar con miles de millones a los empresarios y a la policía.
¿Cómo impactará la reforma en los jóvenes?
La reforma va a modificar el modo de calcular el Salario Diario de Referencia (SJR, por sus siglas en francés). En la actualidad, este se calcula en función de los días trabajados durante un periodo de 12 meses. Con la reforma, el SJR se calculará sobre un periodo de 12 meses y tendrá en cuenta tanto los días de inactividad como los días trabajados. Como explica Cécile Hautefeuille en Mediapart: “es matemático: si se contabilizan los periodos no trabajados - y si se retrocede más en el pasado profesional - la media se desploma. El SJR es más bajo. Y con ello, las prestaciones por desempleo ». Estas medidas van a afectar sobre todo a los empleos precarios: contratos de duración determinada, trabajo a través de agencias de colocación o ETTs, contratos de temporada, porque la media que se utilizará para calcular el subsidio penalizará a los que trabajan de forma interrumpida.
Un estudio de Unedic muestra que el 22% de los 2,8 millones de personas que van a tener derecho a paro entre julio de 2021 y julio de 2022 son menores de 25 años. Esto quiere decir que muchos jóvenes empezarán a cobrar el paro directamente con el nuevo régimen. Y entre estos jóvenes, el 30% se verá afectado por el nuevo cálculo del SJR.
"A los 18 años, los jóvenes quieren un trabajo, no un subsidio", declaró Bruno Le Maire, lo que encarna totalmente la línea del gobierno: si los jóvenes no tienen trabajo, es porque no están buscando lo suficiente. El Ministro de Economía da a entender así que los 619.000 jóvenes que actualmente están en paro son simplemente unos vagos. Sin embargo, el 86% de los inscritos cumple con sus obligaciones de búsqueda de empleo, lo que demuestra que el discurso del gobierno es hipócrita.
El objetivo de la reforma según esta lógica es rebajar las prestaciones y complicar el acceso a los derechos para «animar» a los jóvenes a buscar trabajo. Al mismo tiempo, por supuesto, el gobierno está destruyendo puestos de trabajo y no hace nada para abordar la precariedad de los jóvenes. Las diferentes reformas del gobierno se inscriben en una lógica neoliberal: «incentivan» (entiéndase «precarizan» y «reprimen») a encontrar trabajo con contratos cada vez más precarios. La reforma pretende obligar a los trabajadores a aceptar un empleo precario y unas condiciones laborales miserables. De hecho, endurecerá las condiciones de acceso a las prestaciones por desempleo. Así, será necesario haber trabajado y cotizado durante seis meses de los últimos 28 en lugar de 24. El plan del gobierno para la juventud está claro: trabajos precarios y prestaciones miserables.
La gran solución del gobierno para el empleo juvenil, la plataforma 1 joven 1 solución, sigue la misma lógica neoliberal y pretende abaratar el coste de la mano de obra, es decir, se dará una subvención de 4.000 euros a las empresas por cada joven contratado. Esta plataforma es un regalo para los empresarios, que pueden contratar a los jóvenes a bajo coste en trabajos precarios, al tiempo que reducen artificialmente las cifras de desempleo.
Cuando Macron asegura que "basta con cruzar la calle para encontrar un trabajo", utiliza una frase emblemática de la política neoliberal: el desempleo sería un problema de determinación de los interesados para encontrar un trabajo. Sin embargo, hay 6 millones de parados en Francia y 1 millón de ofertas de empleo, lo que deja tirados a 5 millones de desempleados - si pensamos mecánicamente que los parados afectados están dispuestos a aceptar cualquier condición de trabajo, sin importar el tipo de contrato -. Medidas pésimas y una culpabilización constante: así trata Macron a los jóvenes y los convierte en la variable de ajuste ante la crisis.
Esta ley de prestación por desempleo es un ataque brutal que va a precarizar brutalmente el mundo del trabajo. El silencio de las direcciones sindicales, que se contentaron con algunas reuniones con el gobierno, no está a la altura de la magnitud de los ataques.
Al igual que las ocupaciones de los trabajadores de los teatros exigían la retirada total de la reforma, es el momento de construir un frente lo más amplio posible para luchar contra este ataque. Jóvenes, trabajadores y trabajadoras, desempleados y desempleadas: ¡exijamos un gran impuesto progresivo sobre las grandes fortunas, la retirada de todas las leyes racistas y liberticidas y recursos masivos para los servicios públicos de salud y educación!
Artículo de Alberta Nur publicado en francés por Revolution Permanente.
Traducción: Natalia Pons

Révolution Permanente
Francia