Testimonios recogidos por este diario confirman lo que ya reconoce el Estado. Más del 65 % de los pacientes recibe el resultado de los tests por Covid-19 hasta 48 horas después de ser internados, lo que contradice indicaciones de la OMS que reclama la detección temprana.
Diego Iung @IungDiego
Miércoles 24 de junio de 2020 14:11
El Gobierno viene apostando como medida casi única a mayores o menos restricciones en el Aislamiento Social Obligatorio. Este miércoles siguen corriendo las versiones sobre los anuncios que haría Alberto Fernández acerca de un eventual endurecimiento de la cuarentena en los próximos días, intentando evitar un colapso sanitario que en general se estima en el próximo mes.
Sin embargo, a la espera de unretorno a la fase 1 o medidas de alcance similar, surgen distintos datos y testimonios que dan cuenta de un fuerte retraso en la realización de los tests de diagnóstico para determinar posibles contagios. Esto es de suma gravedad, ya que todo el proceso de detección, rastreo y aislamiento de los contactos de casos confirmados también se retrasa por lo que los contagios siguen su camino.
Te puede interesar: Suben los contagios y el Gobierno manifiesta preocupación por el control de la crisis
La periodista Nora Bär en La Nación entrevisto a varios especialistas. Entre ellos al bioinformático Santiago Olszevicki quién da cuenta de los datos relevados por el
“Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina (Siisa):
"cada vez que entra un caso al sistema hay una ’apertura de caso’ y después una clasificación (si es sospechoso, con muestra o sin muestra). De los datos surge que se les hace el hisopado en promedio cinco días después de que empiezan con los síntomas y son diagnosticados dos días más tarde. Terminan entrando a UTI antes de tener el diagnóstico. Desde que empezamos la epidemia, ya pasan de 1000 las personas que en algún momento ingresaron en terapia intensiva, y alrededor del 70% entraron sin haber sido diagnosticadas".
Otra especialista, Soledad Retamar, ingeniera en Sistemas, docente e investigadora de la Facultad Regional Concepción del Uruguay de la Universidad Tecnológica Nacional, daba otros datos contundentes: “el 20 de junio alrededor del 63% de las muestras de CABA y el 87% de las de PBA figuraban como "sin resultado". Y una comparación de esos datos entre la semana del 14 de junio y la del 21 confirma que ese porcentaje fue aumentando, en lugar de disminuir”.
La Izquierda Diario se viene haciendo eco de distintas denuncias que dan cuenta de esta realidad. Una joven trabajadora que vive en el sur del Gran Buenos Aires hace cuatro días espera los resultados de un test. Ella trabaja en una oficina en la Ciudad de Buenos Aires, viaja en transporte público y la semana pasada sintió fiebre y tos. Se comunicó con su prepaga, Medifé, y le dijeron que se activaba el protocolo. Recién a la noche siguiente la retiraron en ambulancia, la llevaron a un centro médico para hisoparla y, luego de dejarla en su domicilio le dijeron que esperara 24 horas (48 a lo sumo) para tener los resultados.
Las 24 horas ya son en 96 y pueden ser más. ¿La respuesta de esta enorme empresa de la salud privada? "Quedate en tu casa y esperá", además del reconocimiento de que esperan los datos del Malbrán, que está totalmente atrasado en la entrega de resultados. Otra evidencia de la desinversión y la falta de planeamiento en estos meses para poder hacer frente a un potencial número mayor de casos en tiempo y forma.
Mientras, la incertidumbre. Pero además, la posibilidad de que cualquier contagiado hasta el momento en que es aislado y toma conocimiento de su situación, es factible que siga contagiando.
De hecho su concubina, quien también presentó los mismos síntomas la semana pasada, llamó al 148 por carecer de obra social. "Esperá que nos vamos a comunicar con vos". Todavía está esperando. La suerte de quienes deben esperar algo de la salud pública, es peor aún.
Tests insuficientes
Este lunes desde La Plata nos hacían llegar otra denuncia escandalosa: en un grupo familiar con casos positivos de 13 personas solo habían hisopado a 5. De esos 4 dieron positivos y varios son menores de edad.
El otro tema que preocupa, justamente, es si la cantidad de testeos que se vienen realizando resulta suficiente: ante porcentajes tan altos de positividad en la zona del AMBA todo indica que los tests están lejos de ser suficientes para poder determinar realmente cuantos y quienes están contagiados.
Para Rodrigo Quiroga, bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba “el aumento de hisopados es muy bajo comparado con lo esperable por el cambio de definición de caso de hace algunos días. Me parece que eso es lo que se ve en los gráficos: si solamente estamos hisopando al 33% de los pacientes que llegan a terapia intensiva, se puede deber a que la gente no reporta los síntomas hasta que está muy grave o que les dijeron que no clasificaban para el hisopado. Hay algo que está fallando”.
Desde marzo la OMS viene alertando sobre la importancia clave de realizar tests masivos en los países afectados por la pandemia para controlar la circulación del virus. El propio ministro Ginés González García admitió en estos días que el Gobierno se demoró en la realización de dichos tests al comienzo de la cuarentena. Sin embargo, ante una situación que escala los testeos siguen siendo insuficientes.
Desde este medio denunciamos en estos días que, más allá del “relato” sobre priorizar la salud, el Gobierno llega a una nueva etapa de salto en la cantidad de contagios mostrando que las medidas tomadas en estos tres meses fueron claramente insuficientes para abordar la crisis sanitaria que se viene.
Mientras sube la curva de contagios de manera acelerada, a la estrategia del oficialismo parece faltarle el GPS.