La mañana de este miércoles, el presidente elogió a las fuerzas armadas por "mantenerse firmes" ante la decadencia y corrupción de las instituciones que trajo el neoliberalismo. ¿Qué tan cierto es esto?
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 24 de enero
Durante la conferencia matutina de este miércoles, el presidente felicitó a las fuerzas armadas. El contexto se dio mientras aclaraba que las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina eran "nos hemos apoyado para el desarrollo del país".
Debe tenerse presente que en todo el periodo neoliberal se destruyó el gobierno por parte de la decadencia, se corrompieron las instituciones, casi todas, y muy pocas se mantuvieron de pie frente al vendaval neoliberal, neoporfirista o frente a la política de pillaje.
Pero el "vendaval neoliberal" por supuesto que afectó también a las fuerzas armadas. Recordemos solamente el sexenio pasado las fuerzas armadas estuvieron involucradas en varios asesinatos masivos y desapariciones forzadas.
Solamente el recordar los nombres de localidades que para siempre serán asociadas con estas atrocidades da cuenta de la magnitud del problema: Tlatlaya, San Fernando, Acteal, Aguas Blancas. Tan solo el pasado 20 de enero se ordenó la liberación de ocho militares procesados por el caso Ayotzinapa. Esto luego de que los abogados de la SEDENA interpusieran un amparo.
Por su parte, el Consejo de la Judicatura Federal emitió un comunicado en el cual señala que: "en desacuerdo con dicha decisión, únicamente los militares interpusieron recurso de revisión, no así la fiscalía, del cual conoció el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, con residencia en la Ciudad de México, cuyas personas integrantes en sesión de 30 de noviembre de 2023, resolvieron modificar la resolución del juzgado de amparo sólo en cuanto a que era innecesario volver a citar a las partes para debatir la medida impuesta, pues, en audiencia de 22 de junio de 2023, ya se habían esgrimidos los argumentos correspondientes".
En esas líneas queda en evidencia que la FGR no impugnó dicho amparo de los militares. Con ello nuevamente se refuerza, como ya hemos afirmado incontables ocasiones en este diario, que la FGR opera como un organismo de impunidad y no de justicia.
El teórico Anthony Stafford Beer planteaba que "el propósito de un sistema es lo que hace". "No tiene caso afirmar que el propósito de un sistema es hacer lo que constantemente incumple", agregaba. Si en México la justicia es negada a las grandes mayorías y se deja impunidad a los represores (como los de Ayotzinapa) y evasores fiscales (como Salinas Pliego) y corruptos (como Emilio Lozoya), quizás es porque entonces su propósito, como régimen capitalista, es favorecer a las élites y no a las mayorías como afirma.