QUÉ RICOS CHICOS. Funcionarios del ajuste y la represión festejaron Año Nuevo en Punta del Este

Foto El País Uruguay

En Buenos Aires, este fin de semana largo la temperatura ascendió a más de 38 grados. Muchas de las familias porteñas pasaron fin de año sin luz. En el otro extremo estuvieron los políticos del ajuste, los del PRO y el PJ, muchos de los cuáles recibieron el año en las paquetas playas uruguayas.

El verano llegó más caliente que nunca, no solo por las altas temperaturas, sino, y sobre todo, por las medidas políticas y económicas que tomó el gobierno de Cambiemos en 2017. Ataque a los jubilados, despidos, represión y cacería de manifestantes. Además del anuncio de importantes aumentos en las tarifas de transporte a partir de febrero. Todo esto para obtener un ajuste significativo en las cuentas fiscales.

Los trabajadores y los sectores más vulnerables fueron saqueados. Lo que le robaron fue transferido a distintos sectores empresarios, a quienes encima les bajaron los impuestos.

Tantos logros, aunque más no sean triunfos pírricos, bien valía la pena festejarlos, nuevamente en Punta del Este. Allí fueron (menos Mauricio Macri, de vacaciones en Villa La Angostura) los responsables más visibles de las empobrecidas fiestas que pasaron miles de familias Argentinas.

Entre ellos está el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. Quien estuvo en el Congreso para bancar el recorte a los futuros ingresos de los jubilados, pasó las fiestas en José Ignacio, una de las playas uruguayas más concurridas por ricos y famosos.

Por su parte, el ministro de Producción Francisco Cabrera, fue uno de los primeros funcionarios de Cambiemos que se instaló en José Ignacio y no tuvo ningún pudor (¿en verdad por qué habría de tenerlo?) en mostrase en exclusivos restaurantes junto a famosos. Cabrera, además de ser investigado por desvío de fondos públicos porteños que terminaron en una fundación macrista, es el responsables de miles de despidos y dijo, cuando más de 500 trabajadores lecheros se quedaron sin trabajo, que “el verdadero problema de Sancor son sus empleados”.

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Quienes también llegaron a San Ignacio fueron el jefe de asesores del presidente Macri, José Torello, y el secretario Legal y Técnico Pablo Clusellas. Juntos salieron a comer en selectos restaurantes esteños.

Y el intendente de Vicente López y primo del Presidente, Jorge Macri, no podía ser menos. También viajó a pasar fin de año en José Ignacio.

El ministro de Transporte Guillermo Dietrich, responsable de los tarifazos en el transporte, también “cruzó el charco”, aunque él eligió otra playa de ricos y famosos: La Mansa.

El vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli llegó con su mujer, la modelo Analía Maiorana, a Punta del Este “para descansar”, después de la ardua tarea que tuvo en acompañar a Horacio Rodríguez Larreta en un 2017 que concluyó con la represión a más de cien mil manifestantes, con decenas de heridos, hospitalizados y alguno de ellos con la pérdida de la visión por los balazos de goma de la Policía de la Ciudad.

Obviamente Punta del Este no está reservada sólo a los ricos políticos macristas. También el gobernador peronista de Salta, Juan Manuel Urtubey (quien firmó el pacto fiscal del Gobierno) se instaló junto a su mujer en la playa de Punta Piedras. Muy lejos de los salteños que sufren los planes de económicos que aplica en la provincia, dicho sea de paso.

Más corrido de la prensa, el jefe de Gabinete Marcos Peña se refugió el balneario Guazuvirá, en Canelones.

Los funcionarios del Gobierno de los CEO no tienen ningún pudor en vacacionar y festejar las fiestas de fin de año, obscenamente caras, porque deben considerar que es un derecho adquirido para su clase. Lograron, hasta ahora, pasar leyes antiobreras y que los que menos tienen paguen la fiesta a los que más tienen.

Mientras ellos festejan este logro, miles de los que se movilizaron al Congreso discuten cómo deben prepararse para que no pasen las leyes de flexibilización laboral.