Distintos integrantes del Gobierno fueron vistos vacacionando en países con playas paradisíacas. Desde la oposición de derecha los cuestionaron, como si sus principales dirigentes no se la pasaran de vacaciones en lugares así.
Miércoles 12 de enero de 2022 22:01
Luana Volnovich, la titular del PAMI, está vacacionando en México, en la ciudad de Isla Holbox. Jorge Ferraresi, ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, hace lo propio en Cuba. Estos dos hechos fueron durante todo el miércoles el principal tema abordado en los grandes medios de comunicación. Al menos en los que son afines a la oposición de derecha.
En sí mismo, viajar al exterior para tomarse vacaciones no es ningún crimen. Muchos trabajadores, por ejemplo operarios de algunas grandes fábricas automotrices o alimenticias, cobran sueldos que les permiten darse ese gusto. A cambio, todos los días de su vida producen en empleos que les van deteriorando la salud a pasos agigantados.
Para el resto de la población, esa posibilidad no existe. Millones de laburantes con sueldos de miseria, sin vacaciones pagas o precarizados, no pueden pensar en irse más allá de los límites del país y mucho menos con la crisis económica y social que se viene profundizando hace años y que llevó a que haya más de un 40 % de pobreza. Incluso Alberto Fernández había "bajado línea" de que ninguno de sus funcionarios fueran al exterior, como gesto de "austeridad".
En el caso de los funcionarios, nada más alejado de esa realidad. Sueldos abultados y condiciones de vida que nada tienen que ver con las de la clase trabajadora y los sectores populares. Un ministro encargado de solucionar los problemas de vivienda en Argentina, donde millones de personas no tienen acceso a un techo digno. La titular de la obra social de los adultos mayores, que cobran jubilaciones de miseria y en muchos casos pagan fortunas por sus medicamentos. No sorprende el contraste. Pero no sorprende porque es extensivo a toda la casta política, de un lado y del otro de la "grieta", defensora de los intereses de la clase capitalista que se beneficia con la miseria de las mayorías.
Cabe recordar, solo por poner algún ejemplo, cómo María Eugenia Vidal veraneaba en el 2017 en Playa del Carmen mientras miles de bonaerense sufrían por las inundaciones en la provincia. Ni qué hablar de Mauricio Macri, que durante los cuatro años que fue Presidente se ganó el apodo de "domador de reposeras". O también podríamos recordar cuando fotografiaron a Luis Caputo, en su momento presidente del Banco Central, quien se fue a Río de Janeiro en plena corrida cambiaria. Todos casos que, por cierto, fueron ampliamente reproducidos en su momento por los medios hoy oficialistas.
No cabe ninguna duda de que los grandes medios de comunicación hacen un show de estos casos, dependiendo de quién sea el protagonista, y lo aprovechan para sus propios intereses políticos. Pero eso no quita el enorme rechazo que generan estas postales, incluso dentro de sus propios votantes. Imágenes que muestran a un personal político disfrutando de grandes privilegios, mientras la gran mayoría de los trabajadores acumula bronca y la pasa cada vez peor.
En medio de un país cruzado por una crisis profunda, viven tan alejados de esa realidad que parecieran empecinados en seguir alimentando un sentimiento de repudio contra ellos mismos.
Redacción
Redacción central La Izquierda Diario