La barra brava de Deportivo Laferrere se enfrentó este lunes (02/03) con efectivos de la Policía Bonaerense afuera del estadio. Mientras jugaban la tercera fecha de la Primera C, que se disputaba en el estadio Ciudad de Laferrere, se suspendió por un enfrentamiento entre la barra local y la policía que terminó en una batalla campal que dejó al menos dos policías internados en grave estado por heridas de bala, once más heridos y cuatro autos incendiados.
Martes 3 de marzo de 2015 13:51
No se veían enfrentamientos de esta intensidad en La Matanza desde el 6 de Noviembre pasado cuando en la entrada de la cancha del Club Alte. Brown, previa al partido, una interna de barras se cobro la vida de un hincha e hirió a un niño de 4 años. Lo cierto es que todavía no hay claridad con las causas que generaron semejante suceso.
Las versiones que circulan serian centralmente dos: la primera sostiene que se trato de una venganza de los “verdes” debido a que el año pasado los barras del “Docke” incendiaron tres automóviles de la delegación de Laferrere, mientras se jugaba el partido entre ambos, por la trigésimotercera fecha del torneo. El encuentro fue suspendido debido a los incidentes entre los locales y la policía, cuando Laferre ganaba 1-0 y se jugaban los minutos finales.
La otra versión que circula surge de una nota publicada en Infobae donde da a conocer que aparentemente, una facción de la barra disidente de Laferrere intentó pelearse con la agrupación oficial. Sin embargo, tal cruce no se dio y ambas, en conjunto, decidieron arremeter contra el plantel de Dock Sud. La policía queriendo disolverlos desató el combate.
Si bien puede ser que ambas versiones tengan algo de razón lo cierto es que el conflicto que se dio tiene toda la apariencia de una interna de barrabravas que se desmadró. Ya en otros artículos publicados fundamentamos la relación que tienen las barras y los políticos de turno sumado a que en época electoral esa relación se exacerba debido a que las barras y sus facciones son la mano de obra para la campaña. Y según para donde sople el viento las facciones se re orientan y buscan nuevos patrones a quien servir, lo cierto es que si de nuevos patrones se trata la “Banda villera” tiene el privilegio (por ahora) de ser la única de todo el partido de La Matanza, la cuna del peronismo (oficialista), en hacerle la campaña electoral a Sergio Massa.
Pero si hablamos de políticos y barras de Laferrere no podemos dejar de mencionar a su peso más pesado Julio “el gordo” Ledesma (Sec. Gral. del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines (SEOCA) y diputado provincial por el Frente Renovador massista. En los últimos años acumuló denuncias por enriquecimiento ilícito y otras más por golpear y tirotear a miembros de su sindicato que se atrevieron a intentar presentar una lista alternativa a la oficial; los autores eran supuestamente barras de Morón y de Laferrere. Pero no es el único episodio que lo vincula con el Club. En el 2002 (cuando todavía era Kirchnerista) organizó el primer acto de Néstor Kirchner en el conurbano en la cancha de Lafe. Duró su romance con el gobierno hasta el 2007 cuando se paso a las filas de Unión-PRO que lo expulsó luego de abandonar su bancada para apoyar la ley de presupuesto 2010 del kirchnerismo.
Posteriormente se unió en el 2013 al Frente Renovador. Fue Ledesma el que preparó el terreno para que Massa pueda volver a La Matanza luego de que fue cascoteado por “vecinos” y justamente el único lugar donde pudo garantizar la seguridad del candidato para su acto proselitista fue en Gregorio de Laferrere. El 15 de Agosto del año pasado, Ledesma se presentó oficialmente como candidato a intendente de La Matanza por el FR, el lugar escogido para ese evento fue la sede del Club Deportivo Laferrere.
Este año electoral tiene la característica de que está cruzado por una de las internas más crudas que tuvo el Peronismo. Las esquirlas de ese choque amenazan con salpicar y dañar a todo el conjunto de la población. Por eso mismo los trabajadores debemos distinguir entre los amigos, los opresores y la “mano de obra” que contratan para someternos desde los distintos gobiernos, las patronales hasta los burócratas sindicales.