Con la reciente creación de la liga de futbol femenil profesional en México se ha hablado de si existe un avance en la búsqueda de la igualdad, o está es otro ejemplo de que la misma no se encuentra presente en nuestro país, analizaremos diferentes estadísticas económicas que nos ayudaran a responder.
Lunes 6 de agosto de 2018
Los primeros registros de mujeres practicando el fútbol datan de el año 1895, en Londres Inglaterra, casi un siglo antes de que se jugara el primer mundial en 1991. En aquel entonces y hasta 1971, dos años después de la fundación de la asociación femenil de futbol estaba prohibido que las mujeres practicaran dicho deporte.
Hoy en dia es practicado por más de 40 millones de mujeres alrededor del mundo y países como Alemania, España, Suecia, Japón y ahora México cuentan con una liga profesional. Además existen competiciones internacionales como un campeonato mundial, juegos olímpicos y un mundial de clubes.
Pero lamentablemente no todo es color de rosa. Existe una serie de situaciones que nos llevan a cuestionarnos si la profesionalización del futbol femenil podemos tomarla como un avance en la búsqueda de la igualdad de género o simplemente reproduce la misma estructura de desigualdad existente.
Para intentar resolver esta duda nos daremos a la tarea de comparar algunas estadísticas sobre todo de índice económico y establecer las diferencias más notorias entre el futbol varonil y femenil.
Estamos ante el surgimiento del profesionalismo dentro de este deporte en la rama femenil y que de inicio no es igual al futbol varonil, desde sueldos, marketing, patrocinios, comerciales, licencias televisivas etc. Lo ideal sería que en un plazo no tan largo se pueda equiparar.
La Liga de Futbol Mexicana (Liga MX femenil) cuenta con el récord de asistencia a un partido de futbol profesional femenil. Esto ocurrió en la final el pasado 4 de mayo al disputarse la final entre Tigres y Monterrey, cuando asistieron 51 mil 211 aficionados a ver en encuentro.
Además de que la asistencia fue aumentando conforme avanzaban las jornadas, también se le prestó más atención por parte de los medios, transmitiendo varios partidos incluso en canales de televisión abierta. De igual forma las marcas se interesaron más en prestar su patrocinio a los equipos.
Sin embargo, existe un rubro en el cual la diferencia de género es bastante notoria, el tema salarial. Esto ha sido denunciado por algunas jugadoras que señalan que no se puede vivir del futbol en México, con un promedio de 2500 pesos mensuales, a diferencia de países como Dinamarca donde hombres y mujeres ganan igual.
En México, la futbolista mejor pagada gana 29 mil 688 pesos mensuales, es decir 356 mil 256 pesos anuales pero solo una pequeña élite puede alcanzar estos salarios ya que se estima que un 90% de las jugadoras no ganan más de 6 mil pesos mensuales (72mil pesos al año).
El futbolista mejor pagado de la liga, André Pierre Gignac, gana anualmente 4.2 millones de dólares (77 millones 932 mil pesos). Hay 15 jugadores de la liga que ganan más de un millón de dólares al año, lo que la convierte en la segunda mejor pagada de toda América, sólo después de la MLS en Estados Unidos.
El deporte es definitivamente un conducto para lograr la igualdad de género que tanto necesita la sociedad pero aunque existen avances no son en conjunto y tienen bastantes impedimentos, a ritmo semi-lento se ha logrado por medio del futbol que las mujeres alcen la voz y sean tomadas en cuenta como iguales.
En definitiva es una meta que debemos de fijarnos y que esperemos llegue a cumplirse porque tienen las mismas capacidades y por lo tanto económicamente deberían tener las mismas oportunidades tanto dentro como fuera de las cancha.