Finalizada la cumbre del G-20 sus principales líderes mostraron buenas intenciones de libre comercio frente a una economía mundial que no remonta.
Martes 6 de septiembre de 2016
Los líderes de las principales economías del mundo acordaron el lunes en una cumbre en China coordinar políticas macroeconómicas y rechazar el proteccionismo, mostrando preocupación por el debilitado comercio mundial y el bajo crecimiento que se arrastra durante los últimos años.
No obstante, predominaron las declaraciones de buenas intenciones, más que las medidas concretas, y se expusieron las dificultades para coordinar políticas entre las principales potencias.
El encuentro de dos días en la ciudad china de Hangzhou finalizó con un llamado a oponerse al proteccionismo. El presidente chino, Xi Jinping, instó a las mayores economías del mundo a impulsar el crecimiento a través de la innovación, no sólo a través de medidas fiscales y monetarias.
"Queremos revivir los motores de crecimiento del comercio internacional y la inversión", dijo Xi en una declaración al cierre del evento. "Respaldaremos mecanismos de comercio multilaterales y rechazaremos el proteccionismo para revertir el declive del comercio global", declaró.
El G-20 hizo un llamado para la formación de un foro global que tome iniciativas ante el exceso de capacidad en la industria del acero y aliente ajustes, dijo la Casa Blanca en un comunicado, en uno de los asuntos controvertidos que se discutieron en la cumbre.
China produce 1.600 millones de toneladas del acero cada año, la mitad de la fabricación mundial, y ha tenido dificultades para reducir su sobrecapacidad estimada en 300 millones de toneladas, ya que el aumento de los precios ha dado a las compañías chinas un incentivo para elevar la producción a fin de exportar más.
En el caso de primera ministra británica, Theresa May, que asistía a su primera cumbre del G-20, dijo que los gobiernos debían "hacer más para garantizar que los trabajadores realmente se beneficien de las oportunidades creadas por el libre comercio", en una confesión de los problemas que arrastra la economía británica embarcada en hacer los trámites para efectivizar el brexit.
"Esta discusión va al corazón de cómo construir una economía que funcione para todos", aseveró May.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, que hizo declaraciones después de la cumbre, también se refirió a la necesidad de fomentar un crecimiento incluyente como una prioridad para la economía mundial.
"Necesitamos incrementar el crecimiento, pero debe ser un crecimiento equilibrado, más sostenible, incluyente y que beneficie a todas las personas", manifestó.
Lagarde dijo que las tasas de crecimiento económico han sido muy bajas por demasiado tiempo y que las reformas estructurales no sólo deben discutirse sino también ser implementadas.
Los temas más álgidos como el bajo crecimiento, productividad e inversión, la creciente desigualdad en la distribución de las riquezas, el sobreendeudamiento de las empresas y la crítica situación de la banca europea, el cambio en las tasas de interés de la Fed, entre otros problemas que recorren a las principales potencias económicas, no estuvieron al menos presentes en las declaraciones de los funcionarios.
Y en este sentido, la cumbre del G-20, no parece haber aportado –al menos- principios de solución sobre uno de los eslabones más críticos de la situación mundial.