Ayer comenzó la cumbre con la participación de los ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales. Felicitaciones al Gobierno local por el recorte a las jubilaciones y la reforma tributaria.

Mónica Arancibia @monidi12
Martes 20 de marzo de 2018

Foto: G20
En medio de tensiones globales por los aranceles impuestos por Trump, inició la cumbre del G20 con la presencia de los ministros de Finanzas y los presidentes de los bancos centrales de los países miembro.
Es la primera vez que Argentina preside una cumbre global, un premio a Mauricio Macri por aplicar las políticas económicas de ajuste que sugieren los organismos multilaterales como el FMI, la OCDE, el Banco Mundial y los mandatarios de los países centrales junto a las medidas de librecambio como indica la OMC.
Así, el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, felicitó al Gobierno argentino por las reformas, y solicitó que hay que profundizar ese camino. Además, cuestionó la “fatiga” en otros países para las iniciativas de “cambio” en Argentina. Gurría se refirió a la reforma previsional aprobada en diciembre, y la reforma tributaria pro empresaria.
La presencia de Argentina en el G20 es una herencia del menemismo donde el imperialismo lo incorporó a ese lugar tras las privatizaciones de los servicios públicos, la apertura económica y la flexibilización laboral.
Apertura
La bienvenida estuvo a cargo del Ministro de Hacienda argentino, Nicolás Dujovne y el Presidente del Banco Central de Argentina, Federico Sturzenegger, la Primera Reunión de Ministros de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20 se realizó en el Centro de Exposiciones y Convenciones de Buenos Aires (CEC).
Dujovne y Sturzenegger destacaron la relevancia del foro como espacio de discusión global y afirmaron la necesidad de impulsar una agenda que promueva un crecimiento inclusivo.
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Estuvieron entre los presentes Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial; Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo; Christine Lagarde, titular del FMI, y Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
Los temas a tratar, en la cumbre que continúa hoy, son el crecimiento de la economía global, el “futuro” del trabajo y la infraestructura. Se espera también se debata sobre regulaciones a las criptomonedas.
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El crecimiento mundial continúa débil, y es expresión que la crisis abierta en 2008 aún no se cerró. Se amenaza a los trabajadores con el “fin del trabajo”, pero la tecnología permitiría reducir la jornada laboral y la desocupación.
Ruegos locales por la eximición de los aranceles
Entre las sesiones de trabajo, Dujovne tuvo una reunión breve con el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, donde el ministro de Hacienda local le solicitó que Argentina quede fuera de los aranceles que Estados Unidos impondrá a la compra al exterior.
Mauricio Macri ya se comunicó con Donald Trump para suplicar la eximición de los aranceles.
Las exportaciones de la Argentina a Estados Unidos de acero y aluminio en 2017 fueron por U$S 707 millones, que representaron el 1,2 % del total. En el país, esos aranceles impactarían centralmente en Tenaris y Aluar.
A pesar de las súplicas no hubo una respuesta concreta por parte del funcionario norteamericano. Fuentes oficiales afirmaron al diario La Nación que "dijeron que lo están considerando" y añadieron "se reafirmó la estrecha relación existente entre los EE.UU. y el beneplácito de que se está haciendo un buen trabajo en conjunto". Lo cierto es que a pesar de la “estrecha relación” ya EE.UU. impuso restricción a otros productos argentinos como los limones o el biodiésel.
¿Argentina líder?
El G20 está integrado por 19 países más la Unión Europea, donde se reúnen los líderes del poder ejecutivo de los países miembros, y se organizan reuniones especiales de los ministros de Hacienda y Finanzas, autoridades de bancos centrales, e incluso se realizan encuentros en el marco del G20 desde el sector empresario.
El grupo tuvo su primera cumbre en 2008 cuando la economía estaba en crisis tras la caída de Lehman Brothers. Se buscó coordinar medidas en común para contener la expansión de la crisis. Millonarios salvatajes a bancos mientras miles de trabajadores perdieron sus casas.
Los países que componen el G20 concentran el 85 % del producto bruto global, pero Argentina sólo aporta el 1 % del PBI. A pesar de ser parte del selecto grupo, el país es semicolonial y dependiente, muchas de las empresas imperialistas hacen jugosos negocios en Argentina. Según un informe del Indec, de las 500 empresas más grandes del país, en 2016, el 61,6 % son empresas de capital extranjero.
La cumbre pretende mostrar una faceta “democrática”, pero se tratan de instancias donde los países imperialistas dictan la agenda y se discute como todos los miembros acatan la ruta designada, una orientación para los grandes empresarios.
Así, ayer se reunieron parte de G7, los siete países principales, y el Grupo Lima para examinar posibles sanciones financieras contra Venezuela. Un nuevo intento de los gobiernos para aumentar la presión contra Maduro. Medida que lejos está de representar una búsqueda por defender la “democracia” o los derechos humanos, aprovechan el amplio descontento contra el gobierno para imponer una salida por derecha, con más ajuste y dominación imperialista.
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Pertenecer al G20 es una presión extra para comprometerse al cumplimiento de metas de responsabilidad fiscal, limitar las políticas “proteccionistas” y ofrecer “buenas condiciones” para los empresarios que vengan a invertir, esto significa flexibilización laboral, subsidios y todo tipo de incentivos al capital extranjero.
Que Argentina esté al frente del G20 implica que el país es parte de un engranaje de sostén de las políticas imperialistas, medidas que conducen a la expansión del capital imperialista a nivel mundial y el aumento de sus ganancias.
Los gestos “friendly” de Macri hacia el capital extranjero no trajeron la famosa lluvia de inversiones y su deseo de “volver al mundo” es a destiempo de un contexto global signado por la presidencia de Donald Trump que desprecia este tipo de cumbres.
Un mundo atravesado por las contradicciones que generan las tendencias nacionalistas que emergieron (Trump, Brexit) con un capital que en las últimas décadas tiene un gran nivel de internacionalización.
Los temores por una guerra comercial, por los aranceles al aluminio y al acero dispuestos por Trump, son un pequeño ejemplo de las contradicciones mundiales. Los buenos modales de Macri pueden ser insuficientes para que Argentina “vuelva al mundo” bajo su liderazgo.
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Mónica Arancibia
Nacida en Bs. As. en 1984. Es economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.