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Red Internacional
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A 50 años del Golpe. Gabriel Boric buscó transformar tradicional romería en una marcha de apoyo a su gobierno

Todos los años la marcha en conmemoración al 11 de septiembre es encabezada por organizaciones de Derechos Humanos y seguida por diversas organizaciones sociales y políticas de un amplio arco de izquierda. Este año el gobierno intentó algo distinto: restringir el derecho de manifestación a quienes no adhirieran al gobierno, lo que tuvo como consecuencia una fuerte represión que se vivió desde el inicio hasta el final de la convocatoria.

Lunes 11 de septiembre de 2023

En una marcha que debía ser histórica, a 50 años del Golpe, el gobierno la convirtió en un día de represión para quienes asistieron. Pero la represión no fue para todos, previo a la marcha, el gobierno buscó activamente hacerla lo más oficialista posible, donde estuvieran solo sus partidos y las organizaciones dirigidas por estos.

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Es que el gobierno quería una marcha que respondiera a ellos, una marcha que siendo una tradición de la izquierda, quería dejársela solo para los partidos de gobierno.

Una de las razones de por qué el gobierno quiso dividir entre manifestantes “buenos” versus “malos” (es decir, quienes no apoyan a Gabriel Boric), fue por la presión de la derecha. Ésta viene usando cualquier pretexto para echarle la culpa al gobierno de “polarizar al país”. Gabriel Boric quería dar una señal de "normalidad", mostrando que podía marchar ese día en la calle Morandé. Y desde ahí, darle la tónica a la convocatoria: llamado a la unidad nacional, a darle un carácter "republicano" y de Estado a la conmemoración, resaltando la declaración común que sacó junto con los ex presidentes, incluyendo a Sebastián Piñera.

El gobierno buscó esta alianza táctica con Piñera, para así presionar a la UDI y Renovación Nacional, que vienen con un discurso más duro que justifica el golpe de Estado como inevitable. Pero esta operación tiene costos.

En primer lugar, deben dejar a Sebastián Piñera como un político republicano y democrático, exculpándolo de su responsabilidades en las violaciones de Derechos Humanos durante el estallido social.

En segundo lugar, deben buscar un chivo expiatorio y legitimar la represión contra "los violentistas", "condenando la violencia sin matices" e impulsando querellas contra manifestantes. Pero en su discurso entramos todos quienes no apoyamos su gobierno. La represión se dirigió contra todas las organizaciones que no somos "oficialistas", contra quienes el cerco policial se dirigió desde el mismo inicio de la columna.

Por supuesto, como siempre hemos hecho, no justificamos y denunciamos cualquier agresión a familiares de víctimas de la dictadura y a organizaciones de izquierda por parte de otros manifestantes. Sin embargo, sostener que fueron "débiles e insuficientes las medidas policiales adoptadas para la protección de las y los miles de compatriotas que concurrieron a la conmemoración", como declaró el Partido Comunista, es legitimar la represión indiscriminada y la restricción de la manifestación, que fue organizada y coordinada por los propios partidos de gobierno. Lo que naturalmente constityó una verdadera provocación contra miles de manifestantes, muchos de ellos quienes asistieron con familias e hijos, y que vieron impedidos el paso a la marcha.

La intervención del Partido de Trabajadores Revolucionarios

Desde el PTR nuevamente participamos en la marcha con el grito de no a la impunidad, ni perdón ni olvido. A 50 años reivinidamos el legado de la lucha por el socialismo desde abajo y la revolución.

Al igual como miles de compañeras y compañeros, tuvimos que traspasar el cerco policial para poder manifestarnos libremente y sufrimos la represión policial mientras marchábamos con nuestra columna, en conjunto con otras organizaciones políticas y sociales. Nuestro compañero Dauno Totoro fue atacado deliberadamente con gas pimienta en la cara.

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Aun así, las diversas organizaciones pudieron entrar al cementerio, a los distintos lugares que visitan cada uno, pero bajo una fuerte represión que continuo en medio de las tumbas, también por un buen rato.

Una actividad post marcha a 50 años

Pero a pesar de la represión, la marcha tuvo mucha moral, donde se reivindicó a 50 años la lucha de las y los trabajadores por el socialismo, de esa clase que levantó los Cordones Industriales, que fue una amenaza al orden capitalista, alejados de cualquier memoria de victimas, al contrario, de una memoria combativa, que no va por el Nunca Más, esa farsa que le lava la cara a los grandes empresarios y a la derecha, que volvería a hacer exactamente lo mismo si se viera igual de amenazada.

Por eso que desde allí, y finalizada la marcha, el PTR organizó en su nueva Casa Cultural, una actividad para seguir conmemorando esta histórica fecha, donde hubieron viejos compañeros de los Cordones Industriales, con palabras de distintos dirigente de la organización, entre ellos el mismo Dauno Tótoro, y la juventud de Vencer, que vienen saliendo de una gran elección en la U de Chile, en la actividad también hubo una exposición sobre los Cordones Industriales, una hermosa presentación de un cuerpo de baile, música en vivo y recital de poesía, y que por motivos climáticos no pudo finalizar en la presentación de la obra Cordones Industriales de la compañía Tarea Urgente, que cerraría este día.