×
×
Red Internacional
lid bot

PRIMARIAS 2021. Gabriel Boric, el candidato del desvío

Luego de conocido el resultado de las primarias, la cual arrojó a Boric como candidato del bloque Apruebo dignidad, nos preguntamos por qué, a pesar de que el programa de Jadue era bastante moderado, la derecha prefiere a la carta del Frente Amplio, ¿qué "virtudes" posee la trayectoria de Boric que calma a los mercados?

Lunes 19 de julio de 2021

Muchos analistas salieron en la prensa planteando que “el mercado prefiere a Boric que a Jadue”. Pareciera ser que el triunfo de Boric en las primarias para el gran empresariado es un factor de relativa tranquilidad , pero ¿cuales son las razones para esto? ¿Por qué Boric pese a sus discursos grandilocuentes acerca de “las grandes transformaciones que llevará adelante en Chile”, es visto por los grandes capitales como un factor de moderación?

Esto sucede debido a conocer su historia de conciliador, de vende luchas, la derecha habla de una “izquierda dialogante’’ y lo plantea como un valor. Pero para las generaciones de estudiantes y jóvenes consecuentes que hemos venido luchando hace más de una década por el derecho a la educación gratuita y durante la rebelión, ese rol “dialogante” que la derecha le aplaude a Boric es para nosotros un rol claudicante, de complicidad en las operaciones de desvío de las luchas, primero al firmar con el gobierno de Bachelet 2, la beca de gratuidad universitaria, abandonando la lucha por la educación pública y gratuita y bueno sin duda al firmar el acuerdo por la paz durante la rebelión, que blindó a piñera y a los represores y asesinos de nuestro pueblo.

Tras la histórica “primavera” del movimiento estudiantil el 2011, la cual puso en jaque al primer gobierno de Piñera con la lucha por el fin a la educación de mercado y por el derecho a la educación pública y gratuita. Gabriel Boric, salió a luz pública el 2012 luego de asumir como presidente de la FECh, el cual firmó la tramposa beca de gratuidad universitaria, ley que a pesar de haber financiado el ingreso de miles de estudiantes a la universidad, lo hizo blindando el sistema lucrativo y el bolsillo del gran empresariado de la educación.

Así, el fundador y líder de “Convergencia Social” pasó de la dirigencia estudiantil a ocupar una bancada parlamentaria por la región de magallanes (como militante de Izquierda Autónoma en ese tiempo), integrándose totalmente a la dinámica de la política de los 30 años, tan así que durante la rebelión no dudó un segundo en sentarse con los partidos del “duopolio” a buscar una forma de hacer concesiones a las demandas populares pero protegiendo que no cayera todo el régimen político heredado de la dictadura, así, en otro momento y envergadura de la historia, jugó el mismo rol que tuvo encabezando a la CONFECh, es decir, de “artífice del desvío institucional” al ser uno de los principales parteros del “Acuerdo por la paz”, acuerdo que mostró su hipocrecía al día siguiente de ser firmado, con el asesinato por parte de los pacos del manifestante Abel Acuña en plaza dignidad. Evidentemente la paz no llegó para los de abajo.

Luego, y para rematar, Boric y su colega Jackson, firman la ley antibarricadas, ley que de conjunto busca criminalizar la protesta social y aumentar los castigos a quienes salgan a las calles a manifestarse y que hoy es una herramienta más de gobierno y el poder judicial para encarcelar a los y las presos políticos de la revuelta. Pero a pesar de sus disculpas y sus excusas, la política se mide en los hechos concretos, y los hechos dicen que Boric le dió luz verde a Piñera y los aparatos represivos para perseguir y encarcelar a sus opositores políticos más amenazantes: Los trabajadores, mujeres, movimiento mapuche y la juventud. Otro argumento de peso para contribuir a la tranquilidad del “mercado”.

Ante este resultado, que jala más al centro a la izquierda reformista, es fundamental la emergencia de un polo de izquierda referenciado en el pueblo trabajador y la independencia de clase, una alternativa revolucionaria que a diferencia de Boric, no transe con la derecha y no ponga en prenda las demandas de la Rebelión para subordinarse a la administración del modelo. Un frente de la izquierda anticapitalista, que no acepte migajas y que ponga al centro la confianza en la fuerza de los trabajadores, las mujeres y la juventud para la conquista de nuestras demandas en perspectiva de un gobierno obrero y popular que rompa con la herencia del pinochetismo y los intereses del gran empresariado tanto nacional como extranjero.