Gabriella Gutiérrez y Muhs es una de las más destacadas exponentes de la cultura chicana en la actualidad. Habla en esta entrevista sobre las distintas realidades de las comunidades mexicanas y chicanas en Estados Unidos.
Nancy Cázares @nancynan.cazares
Viernes 24 de febrero de 2023
Poeta, catedrática, crítica literaria, promotora cultural y feminista, Gabriella Gutiérrez y Muhs es una de las más destacadas exponentes de la cultura chicana actualmente. Conversamos para La Izquierda Diario México sobre las distintas realidades de las comunidades mexicanas y chicanas en Estados Unidos en la actualidad. Como docente universitaria, nos contó del impacto que tuvo la pandemia tanto en su labor académica como en su producción artística; de su visita a México a finales de 2022 y su perspectiva sobre la importancia de fomentar comunidades bilinguës, multiculturales y "bisensibles", citando al poeta chicano Tino Villanueva.
Autora de libros como "Communal Feminisms: Chicanas, Chilenas, and Cultural Exile" (2007) y editora de "Presumed Incompetent: The Intersections of Race and Class for Women in Academia" (2012) y "Rebozos de Palabras: An Helena María Viramontes Critical Reader" (2013), entre otros más, Gabriella Gutiérrez y Muhs da cuenta en su obra de su interés por rescatar y difundir distintos aspectos de la cultura chicana que, de conjunto, constituyen un importante legado cultural para las nuevas generaciones de latinos en Estados Unidos.
Suscrita a una estirpe de escritoras y académicas chicanas como Norma Cantú y Gloria Anzaldúa, Gutiérrez y Muhs expresa la importancia de la elaboración teórica propia de las comunidades chicanas, en una búsqueda por mirarse y descifrarse a sí mismas sin generalizar, romantizar o promover estereotipos. "Estamos teorizando nuestra realidad, queremos usar a nuestras propias escritoras", señala. "Todavía estamos en el porfiriato, mirando embelesados a los europeos, polveándonos, copiandoles. Si es europeo, aunque no sirva. Tenemos que evolucionar. Ver las nuevas corrientes de artistas, combinar el arte con todas las disciplinas".
En este análisis del sujeto chicano, nuestra autora considera esencial tener a la vista el impacto de aspectos como el género, la raza, la clase social, la religión y las distintas discapacidades. "Para mí lo más importante es la raza y la clase social, creo que hasta más que el género (...) lo hemos visto en comunidades chicanas. Si la gente sabe de dónde vienes, cómo te vistes, te tratan totalmente diferente". "No podemos generalizar, ni decir "los chicanos son así". Yo tengo alumnos chicanos de la clase media, muchos no hablan español y que fueron criados para ser profesionistas. Desconocen la riqueza de su cultura. Estamos apenas comenzando a crear comunidades bilingües, biculturales o multiculturales, o como dice Tino Villanueva, bisensibles".
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"Las universidades no se hicieron para educar a los pobres"
Hija de trabajadores agrícolas, Gabriella Gutiérrez y Muhs destaca que las oportunidades educativas no son para todos, a pesar de los discursos de inclusión e igualdad que permean en la prédica política oficial estadounidense. "Las universidades no se hicieron para educar a los pobres, ni a los afroamericanos, ni a los mexicanos hijos de trabajadores del campo. No se hicieron para nosotros, se hicieron para los hombres blancos y ricos. Después se permitió que las mujeres entraran para que ellos pudieran conseguir esposa". Para la autora, esta división desigual va más allá en términos subjetivos: "Vivimos en un mundo completamente jerárquico, especialmente en Estados Unidos, donde se habla de la igualdad constantemente, de la equidad. Pero no es cierto. Todo va por clase social. La clase baja nunca se va a dar el momento de que conozca a la clase alta y ellos no nos conocen".
Al respecto, la autora recordó una anécdota personal, en la que tanto a su madre como a su tía les habían asignado el mismo número de seguridad social por llevar ambas como nombre de pila "María". "No les importó que una fuera María del Carmen y mi mamá, María del Socorro, lo que les importó fue la capa de encima. No nos conocen. Es una metáfora para ver cómo en realidad nunca nos han conocido más allá de lo superficial".
"Culpables hay muchos, pero la realidad es que ni en literatura ni en cine han sido justos en proyectar quiénes somos", señala la autora. "Ahora ya están viniendo personajes como Guillermo del Toro o Diego Luna, que producen pero no representan a nuestra gente aquí. Son mexicanos que se criaron con privilegio en México. Y ahora les están permitiendo ese crossover. Lo mismo con artistas de telenovelas y cine. Eso no es. Nosotros tenemos hijos de mexicanos que han hecho eso, pero hay una puerta muy bien cerrada... no es La puerta negra", bromea, refiriéndose al popular tema de Los Tigres del Norte lanzado en 1986.
"Los movimientos civiles en EU, como el Black Lives Matter, han empezado a nivelar el solar, el espacio. Sin embargo, me molesta que todos se han vuelto muy "políticamente correctos" con los afroamericanos (hay al menos un afroamericano en cada show en inglés), pero los mexicanos muchas veces no aparecemos, o aparecen otros latinos a pesar de que somos la mayoría de los latinos aquí, pero todavía se nos invisibiliza. Eligen a otras personas, cualquiera que sea latino, pero no mexicano", apunta. "Espero que durante mi vida veamos el fin de esas desigualdades y esas injusticias".
Presuntos incompetentes
A la poca representación en Hollywood o en literatura de la cultura chicana se suma la invisibilización de los artistas chicanos del canon. "Es conveniente, estamos hablando de situaciones de poder. Nadie quiere compartir el poder con nosotros. Nos hacen trabajar lo triple para comprobar que merecemos estar donde estamos", denuncia.
Como mujer chicana en la academia de Estados Unidos, Gutiérrez y Muhs describe "Cuando vienes de la clase trabajadora y eres un académico, olvídate, no te aceptan". Recordando el contenido del primer volumen de su libro "Presumed Incompetent...", la profesora destaca: "Yo siempre me he sentido excluida de la sociedad. Y por eso escribí "Presunta incompetente...", porque ese es el estereotipo que tienen de las mujeres académicas mexicanas, chicanas que entran a la academia, creen que vamos a ir a organizar sus fiestas y limpiarles los zapatos. Tuve encontronazos con colegas que me pedían recetas de salsas, en vez de preguntarme qué estaba investigando o sobre mi próxima presentación".
Su crítica a lo que llama la "oligarquía académica" alcanza el desempeño docente durante la pandemia, "Para muchos académicos de clase alta, es un hobby ser profesor y otra gente les hace el trabajo. No es algo en serio, tienen un papel en la academia, pero no son en realidad maestros". Ella, nos cuenta, como parte de su actividad académica y literaria, avanzó en la escritura de varios libros que irán viendo la luz paulatinamente.
"Tenemos generaciones por delante que necesitamos inspirar"
Cuestionada sobre su visión de la cultura chicana actual, Gabriella Gutiérrez y Muhs señala: "Creo que tenemos que estar presentes y tenemos que estar continuamente mostrando lo que somos. Nuestra cultura, desde lo indígena hasta lo católico, nos enseñó a ser modestos, sobre todo a la mujer. Pero no es tiempo de ser modestas. Porque siendo modestas, esta cultura nos come, nos engulle. Debemos afirmar "yo hice esto", porque la historia de la mujer mexicana, chicana, de los mexicanos en general es que todo el mundo consume, engulle nuestro producto y después se dan el crédito. La apropiación del mexicano en Estados Unidos es constante. Somos expertos, tenemos especialidades culturales que unen a la gente".
Sobre el interés actual en la cultura chicana desde México, Gutiérrez y Muhs señala "Tengo muchas esperanzas para estas nuevas generaciones. Ya no es tan difícil aceptar nuestras diferencias y respetarnos [...] esta nueva generación de investigadores e intelectuales que se interesan nos ven como iguales, no existía algo así hace cuarenta años. Recordó su reciente estancia en la Ciudad de México como parte del Encuentro Desfronterizxs. Homenaje a la escritora Gloria Anzaldúa. Encuentro de poesía chicana, organizado por Chicanxs Sin Fronteras.
"Para mí es invaluable lo que Alfonso está haciendo, no podemos ser estudiados como subalternos o sujetos, ya estamos cansados de eso", señaló la poeta, refiriéndose a la labor del académico Alfonso Vázquez, cuya perspectiva sobre la importancia de promover la cultura chicana puedes leer aquí. "Creo que chicanos y mexicanos somos un mismo país", puntualizó, "la resistencia es trabajar con todes".
"Debemos tener nuestro movimiento. En la academia nos ha ido demasiado bien considerando los mendrugos que nos dieron. Tenemos generaciones por delante que necesitamos inspirar".