GALICIA CORONAVIRUS. Galicia hace test de coronavirus en coche, pero es una excepción en todo el Estado

Este nuevo método permite a los pacientes, con indicación clínica y una cita previa, acudir a los hospitales y, sin bajarse del coche, someterse a las pruebas del coronavirus. El hospital de Meixoeiro de Vigo ha sido el primero en implementar este sistema en el Estado español. Allí se ha instalado un dispositivo fijo en la antigua zona destinada a Urgencias, donde se sitúa actualmente un laboratorio. Los coches acceden por una rampa anexa, se les realiza a los pacientes un exudado nasofaríngeo y las muestras son enviadas directamente a analizar, notificando los resultados a los pacientes entre 24 y 48 horas después. El sistema tiene capacidad para unas 200 pruebas al día, muchas más que en el caso de los equipos a domicilio, que pueden hacer entre 8 y 10 en cada día.

El área de Vigo cuenta con 7 equipos a domicilio formados por dos personas. Ante la previsión de un crecimiento en la demanda de pruebas, ya que el crecimiento de la pandemia en Galicia también es exponencial, se decidió implementar este modelo muy utilizado en Corea. Además, este sistema permite una reducción del consumo de EPIs (Equipos de Protección Individual), que ya han comenzado a escasear en los principales focos de infección, ya que no es necesario cambiarse los EPIs con cada paciente nuevo atendido.

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El servicio se va a expandir a todas las áreas sanitarias gallegas, y el Ministerio de Sanidad se ha mostrado interesado en implementarlo en otras comunidades autónomas. La realización masiva de test es clave para poder controlar la expansión de esta pandemia que ya se ha llevado más de dos mil vidas por delante en el Estado español. Pero lo que es sorprendente es que el gobierno no haya realizado test masivos desde un comienzo, como sí hizo el gobierno de Corea del Sur, cuando la epidemia todavía estaba en su estado inicial, que es cuando son más efectivos.

El caso coreano

En Corea del Sur se han realizado más de 5800 test por cada millón de habitantes. Una vez confirmados los positivos se les suministró una pulsera indentificativa, se les ordenó el confinamiento durante 15 días, y se publicaron sus nombres de forma pública, para evitar cualquier contacto social. Podemos cuestionar las medidas contra la protección de los datos personales y los derechos humanos de Corea del Sur (que de todas formas son mucho más drásticas en Europa donde se ha impuesto la cuarentena obligatoria para más de 100 millones de personas), pero lo que es claro es que la realización e test y la localización de los individuos positivos ha permitido que la gravedad de la epidemia en este país sea mucho menor. En el país asiático los infectados no llegan a los 9000, y su incremento sigue una forma lineal, no exponencial, como en el caso de España. Y la letalidad es muy baja, del 1,1 %, de tan solo 118 personas.

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SI bien no fue necesaria la realización de medidas tan drásticas de confinamiento y limitación de la libertad de movimiento, y la vida se realiza de forma “normal” para todos aquellos que no se han contagiado, es necesario decir que el "milagro coreano" también se hizo a expensas de los enormes sacrificios para los trabajadores.

Tests en todo el Estado: mal y tarde

En el Estado español, Pedro Sánchez anunció en la comparecencia del sábado la compra de 640.000 test rápidos y que esa cifra se aumentará a 6 millones más para las próximas semanas y meses. Pero esta medida llega tarde para tener un efecto de prevención. La realización de test ahora permitirá conocer mejor la evolución de la expansión del virus, pero tal y como el propio presidente mismo dijo esa noche, lo peor está por venir en términos de contagiados y muertos. La inacción del gobierno en los primeros días de la epidemia para la realización de test y el confinamiento selectivo de los infectados ha llevado a tener que aplicar la cuarentena a todo el país, restringiendo muy duramente las libertades individuales, costando miles de vidas y llevando al borde del colapso sanitario en zonas como Madrid, Barcelona o Vitoria. Una situación que amenaza por extenderse a otros territorios.

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Pero entonces, ¿por qué no actuaron antes? ¿Por qué no se intervinieron todos los laboratorios que producen test en el Estado español y se requisaron para uso público? ¿Por qué se permitió que se especulase en el mercado con ellos, siendo vendidos por más de 600 euros en algunos casos? La razón: garantizar mientras sea posible el beneficio de los capitalistas. La misma razón por la cual el gobierno aprobó un plan milmillonario de salvataje a grandes empresas mientras destina migajas a la clase trabajadora, la misma razón por la cual la vicepresidenta Nadia Calviño recientemente ha declarado que no se paralizarán todos los sectores no esenciales para no perjudicar la “economía”.

Por eso nosotros planteamos que es necesario que las universidades destinen sus laboratorios y su investigación a la fabricación y realización de pruebas de diagnóstico, que las industrias textiles y de otros sectores se reconviertan para material de protección individual e higiénico, que las fábricas de coches y otras industrias empiecen a fabricar respiradores, etc. Algunas de estas iniciativas ya se están realizando fruto del sentimiento de solidaridad de la clase trabajadora, o de la “visión de negocio” de algunos grupos capitalistas que no quieren perder sus beneficios. Sin embargo, esta reconversión sería mucho más útil y eficaz si se realizas por parte del Estado y bajo control obrero, con comités independientes de trabajadores de seguridad e higiene que garantizasen que las condiciones laborales son las adecuadas y el riesgo de contagio el mínimo posible.

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Por otra parte, si el gobierno gallego ha tomado medidas antes que otras comunidades no es más que por la evidencia de la gravedad de la situación en Madrid, Catalunya o Euskadi, y por la misma declaración del estado de alarma en todo el territorio estatal. Además, en muchos casos son los propios sanitarios los que están ofreciendo y aportando las soluciones ante la falta de protocolos y procedimientos de actuación concretos y precisos por parte de la dirección de los hospitales y las autoridades. Recién ahora se están empezando a realizar test a los trabajadores sanitarios, después de más de 3000 contagios en el sector, lo cual ha reducido aún más el ya saturado sistema de salud.

Afortunadamente existen muchos menos casos en Galicia que en otros territorios, pero el tiempo de duplicación de los afectados sigue siendo alto, de alrededor de tres días y la capacidad del sistema sanitario es menor que en otras comunidades con más población, ya que las ciudades están menos pobladas y el gobierno del Feijóo realizó profundos recortes en la Sanidad en los últimos años, que estamos seguros de que pasarán factura en esta crisis.

En definitiva, es necesaria la realización (y la fabricación dentro el territorio estatal) de test a gran parte de la población, empezando por los trabajadores sanitarios, los grupos de riesgo y aquellas personas que trabajan cara al público, extendiéndose a personas que muestren síntomas leves para evaluar cuál es el verdadero alcance de la enfermedad y así poder controlarla mejor. Pero para que esto llegue a ser realmente efectivo es necesaria la reconversión de los sectores económicos no esenciales para la resolución de esta crisis sanitaria, desde las industrias, a los call center (para aumentar los servicios telefónicos saturados), las universidades, etc.

Una reconversión que debe de estar supervisada y dirigida por la clase trabajadora organizada para garantizar que se mantienen condiciones laborales dignas y se garantiza que toda la población tenga los ingresos necesarios para mantener su vida. En conclusión, que podamos salir de esta crisis sanitaria lo antes posible y que la crisis económica la paguen de una vez por todas los capitalistas.