Teléfonos de México declaró una fuerte caída de sus utilidades como consecuencia de la eliminación del cobro en las llamadas de larga distancia nacional (LDN). A la par Telmex presiona al Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) para aumentar la productividad de los trabajadores y reducir su Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).
Jueves 20 de agosto de 2015
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La eliminación de la LDN ha implicado que el mayor operador telefónico en el país tenga 4.5% menos ingresos que en el primer trimestre del 2014, además, su número de clientes continua reduciéndose y actualmente cuenta con 21.5 millones de usuarios. A pesar de estos resultados, que se equilibran con el aumento en la demanda del internet, la empresa de Carlos Slim continúa siendo una de las más rentables en el país y parte fundamental de su consorcio internacional América Móvil, a la cual tan solo el año pasado aportó una utilidad neta de 6 mil 276 millones de pesos.
Estos son efectos ocasionados por la nueva regulación en telecomunicaciones. Los mismos están lejos de poner en riesgo la viabilidad financiera de Telmex Sin embargo, estos datos son usados por la patronal como argumento para disminuir la plantilla de trabajadores activos del STRM, aumentar las cargas y jornadas laborales, extender los años para alcanzar la jubilación e implementar modelos productivos que obligan a los trabajadores a hacer más en menos tiempo bajo mediciones individuales milimétricas.
De esta manera Telmex busca amortiguar la reducción de sus ganancias - que no es lo mismo a hablar de “perdidas” -, descargando los efectos sobre sus trabajadoras y trabajadores bajo la idea de que “si a la empresa le va bien a ellos también”, o amedrentándolos diciendo de que el futuro de la compañía peligra y con ello el sustento de las familias de los telefonistas.
Ante esto la dirección sindical del STRM, que encabeza Francisco Hernández Juárez desde hace 39 años, ha pugnado por cerrar filas con la empresa y permitir fuertes recortes al CCT de los telefonistas, como la reciente reforma a las jubilaciones y pensiones donde se aumentó de 60 a 65 años la edad para jubilarse, argumentando que Teléfonos de México está fuerte golpeada por el gobierno y que la labor de la base es de defender los puestos de trabajo produciendo más y con mejor calidad.
Las medidas que aplica el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFETEL) buscan reducir el tamaño de Telmex y permitir que otras compañías compitan en el sector, algo similar a lo que está por ocurrir también en la paraestatal PEMEX. Se trata de una disminución medida y planificada de la empresa para entrar al tan disputado negocio del “triple play”, lo cual Telmex ansia desde hace más de una década y que provocaría un nuevo despegue de sus ganancias, pero no necesariamente la estabilidad laboral de sus trabajadores.