Donald Trump aún no es oficialmente presidente de Estados Unidos, pero Chihuahua ya responde al ataque del gobierno con tomas de casetas y cierres carreteros suscitados por el fenómeno de las alzas al combustible en todo el país.
Aztlán Almodóvar Corresponsal en Ciudad Juárez, Chihuahua
Jueves 5 de enero de 2017
El anuncio del gobierno federal a finales de 2016 sobre un aumento de casi 20% a las gasolinas, como medida económica de “emergencia”, es la gota que derramó el vaso del descontento social en México, que no aminora con los argumentos presidenciales ambiguos como el aumento de los precios internacionales del petróleo.
Apenas iniciado el año, los cierres carreteros y la toma de gasolineras e instancias de gobierno se han presentado en diversas partes del país, que han representado en unos días de protestas pérdidas millonarias para el gobierno federal.
Chihuahua en pie de lucha
Chihuahua es una frontera referente de la industria maquiladora en el país. Hasta el momento se mantiene tomada la carretera federal Juárez, así como casetas de Camargo y diversas gasolineras donde se está regalando el combustible. Organizaciones campesinas como el Barzón sostienen bloqueos así como las liberaciones de las casetas de peaje.
El impacto del alza a las gasolinas repercute en la industria maquiladora donde a falta de insumos industriales cerca de 10 plantas de los sectores automotriz, aeroespacial, médico y eléctrico de Chihuahua capital han parado labores. Cristina Sánchez, presidenta de la Asociación de Maquiladoras y Exportadoras de Chihuahua, también señaló que otras 80 plantas corren peligro de frenar labores si la situación continúa.
Mientras, en Ciudad Juárez, el panorama es similar. La AMAC, Asociación de Maquiladoras A.C. reportó que durante los primeros 4 días de bloqueos carreteros se han reportado pérdidas por cerca de 10 millones de dólares.
Las presiones de la industria maquiladora se han hecho presentes con el gobierno Estatal. Ante el hecho el gobernador de Chihuahua Javier Corral se dirigió a la ciudadanía para enfatizar que por un lado se solidariza con las manifestaciones pero al mismo tiempo hace mención de que de ser preciso usará la fuerza pública para evitar el daño a terceros con las tomas de instancias de gobierno así como el libre tránsito por las carreteras federales. Este posicionamiento deja en claro que de continuar las manifestaciones con la fuerza y el impacto que mantienen, habrá represión por parte de las fuerzas del Estado.
La explicación de Peña Nieto ante el aumento del combustible, como una medida necesaria de la que no habrá marcha atrás es un posicionamiento frente a la patronal descontenta por las protestas y de paso una alerta de represión a los manifestantes, bajo el supuesto llamado a respetar el estado de derecho. Un discurso al servicio de los empresarios para amedrentar los bloqueos carreteros en las casetas de Chihuahua que persisten a pesar de las declaraciones de Corral.
Actualmente, diversas organizaciones de activistas, así como trabajadores y la comunidad en general plantean la necesidad de comenzar a organizar la lucha y la resistencia en lo que puede ser el inicio de una larga jornada contra los aumentos en el estado grande.
Los trabajadores son los más afectados
El alza a los combustibles es parte de un efecto dominó, una reacción en cadena en la escalada de precios de productos y servicios a nivel nacional. Este impacto se verá reflejado en los bolsillos de los trabajadores, mujeres, hombres y jóvenes serán los más golpeados por una cuesta de enero sin precedentes.
El transporte público ya habla de un aumento de 30% al costo de pasaje en Ciudad Juárez, pasando de los 7 a los 10 pesos, a partir del 9 de enero por al alto costo de insumos y combustibles. Ello sumado al alza de las tarifas de luz y gas LP, siendo la entidad alta consumidora de este último en temporada invernal.
El aumento al salario de 8 pesos se ve opacado por los aumentos en todos los rubros del consumo cotidiano de los fronterizos. Con cerca de 300,000 obreros percibiendo un salario de poco más de 120 pesos diarios veremos seguramente un aumento en el descontento y la movilización en el próximo periodo.
Y todavía falta el ascenso de Trump
Trump llegará oficialmente a la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero y los efectos de su mandato ya se hacen presentes. La transnacional Ford anunció el retiro inmediato de su inversión de 1600 millones de dólares y la creación de cerca de 2800 empleos directos en México para trasladarse a Michigan con una inversión de 700 millones de pesos y la creación de 700 nuevos empleos, todo ello a pesar de que el gobierno mexicano le brindaba jugosos beneficios fiscales como la exención del impuesto sobre nómina y predial durante 10 años. Esto ocasionó la caída del peso frente al dólar mermando más la economía de los fronterizos por el aumento inevitable de productos.
El fenómeno en la frontera apenas comienza a vislumbrarse y parece ser que el horizonte no es muy prometedor para las familias obreras en la frontera norte del país. Es por ello que hacemos énfasis en la movilización en las calles y en contra de las medidas del gobierno que se enriquece mientras el pueblo pobre es el que paga los costos de la crisis económica y política.
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El malestar social que hoy se ve en las calles, en las tomas, en las redes sociales es sólo la gota que derramó el vaso después de años de hartazgo y políticas que atentan contra los derechos e intereses de los desposeídos del país.