Es un genocidio. Gaza: Israel bombardea un edificio residencial matando a 20 niños refugiados con sus familias

En la madrugada, cuando apenas comenzaban las primeras luces del día sobre la Franja de Gaza las bombas del Estado de Israel cayeron nuevamente sobre Beith Lahiya, destruyendo un edificio donde se refugiaban familias enteras. Al Jazeera informa de reportes de 115 cuerpos encontrados, entre ellos dos docenas de niñas y niños. Hay decenas de personas desaparecidas (seguramente bajo los escombros) y al rededor de 150 heridos.

La oficina de prensa de Gaza, dirigida por Ismail al-Thawabta, informa que los heridos fueron trasladados al hospital Kamal Adwan, que está dentro del campo de refugiados de Jabalia. Pero como se sabe en toda la Franja de Gaza, los hospitales que no fueron destruidos por los bombardeos efectuados desde octubre del 2023, carecen de suministros básicos para poder atenderlos, tampoco hay suficientes especialistas, en Kamal Adwan por ejemplo, ya no quedan cirujanos.

Pero en este caso se debe a que tropas israelíes arrestaron el sábado pasado a decenas de médicos (incluidos cirujanos), esto fue informado a Al Jazeera por el director de ese hospital, Hossam Abu Safiya, por eso el hospital ahora no puede realizar cirugías de urgencia. El delito de los médicos: salvar vidas palestinas. Así el Estado de Israel cuando no los asesina, lo encarcela para que no puedan trabajar. Safiya agregó: “El mundo debe actuar y no limitarse a observar el genocidio en la Franja de Gaza. Hacemos un llamamiento al mundo para que envíe delegaciones médicas especializadas para tratar a decenas de personas heridas en el hospital”.

Desde octubre del 2023, cuando luego del ataque de Hamas a territorio israelí, el estado sionista comenzó con su política genocida hacia la población gazatí, ya fueron asesinados al menos 16.859 niños, incluidos 171 bebés (vale aclarar que estas cifras se registraron hasta el 30 de septiembre de este año). Ahora en una sola operación y en el mismo momento arrasó con la vida de 20 niñas y niños. Un crimen imperdonable.

A esta política genocida de Israel, con un Netanyahu -y su coalición de colonos ultranacionalistas- que tiene el objetivo de correr a los palestinos de la Franja de Gaza, expulsarlos a otros países o que permanezcan sobreviviendo en campos de refugiados para así nuevamente colonizar esa porción de territorio palestino. "Acabar con Hamas" es el eufemismo de este objetivo final.

A este bombardeo a Beith Lahiya, le precede la decisión de la knesett (parlamento israelí) de prohibir a la agencia de la ONU para refugiados palestinos "UNRWA" operar dentro de Israel y la Palestina ocupada. Las consecuencias de esta decisión son más que catastróficas para los palestinos de la Franja de Gaza, ya que esta agencia es la principal fuente de apoyo humanitario para los palestinos en Palestina y los países vecinos que los acogen como refugiados.

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Mientras tanto, en el Líbano el número de muertes por los ataques aéreos israelíes ya asciende a 2792 libaneses, según informó el ministerio de Salud de ese país.

Netanyahu por el momento está fortalecido internamente por la guerra con el Líbano, y este fin de semana atacó en forma "precisa" a Irán (todo lo cual hace crecer la tensión en la región), pero aún familiares de los rehenes que tiene Hamas, denuncian que ellos son lo que menos le importa al primer ministro. Pero internacionalmente los imperialismos aliados cada vez tienen que salir más seguido a hacer declaraciones expresando preocupación por tal o cual masacre cometida por Israel. Cínicamente este miércoles fue el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, que dijo que estaban muy preocupados por "este horrible incidente" y pidió explicaciones al gobierno israelí.

Pero mientras que Estados Unidos como los demás países imperialistas se horrorizan frente a las cámaras y sacan declaraciones, financian (sobre todo EEUU) con dinero contante y sonante y con armas el genocidio que el Estado de Israel está llevando adelante con el pueblo palestino.

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