El General Director de Carabineros, Ricardo Yáñez, en medio de la impunidad que le entrega el régimen declaró, entre otras aberraciones, “¿de quién se acuerda la gente en riesgo? De Dios y los pacos”, poniéndose en lugar de víctimas y asegurando que Carabineros aún tiene el respeto de la ciudadanía.
Domingo 18 de abril de 2021
Ricardo Yáñez, General Director de la institución criminal de Carabineros, saltó a los medios a hablar en nombre de la policía expresando: “Podríamos estar con los brazos caídos porque ‘pucha’, nos han dado por todas partes”. Aunque estas declaraciones son más lamentables por sus causas que por sus consecuencias.
Si el actual General Director de Carabineros es capaz de dar estas declaraciones cuando es, al mismo tiempo, responsable de cientos de violaciones a los Derechos Humanos, es porque el régimen heredado de la dictadura, los partidos de los 30 años y la complicidad y tregua contingente del bloque Partido Comunista (PC) - Frente Amplio (FA), les han asegurado la impunidad, les han blindado y, en el caso del PC y el FA, o se han hecho parte de votarle las leyes represivas a Piñera o han hecho lo propio quitándole piso a las movilizaciones, dejando en silencio y pasividad total a la CUT y a los organismos estudiantiles como la Confech.
Esta situación de conjunto le da sustrato a un organizador del terrorismo de Estado como Yáñez para salir a dar declaraciones victimizantes. Pero esto no es todo.
A renglón seguido dice nuevamente a nombre de la institución que la ciudadanía “todavía confía en nosotros. Una institución que está en crisis no detiene 660 mil personas en un año, 17,7 millones de procedimientos. Han sido tremendamente injustos en las críticas”.
El problema con Carabineros no es que “no hagan nada”, el problema es justamente todo lo que hacen.
La institución está en crisis justamente por cosas como detener a 660 mil personas en un año (¡Más de un 3% de la población total del país!). Sabemos que entre esas detenciones hay comerciantes ambulantes, detenidos por ganarse la vida; mujeres que han ido a denunciar violencia intrafamiliar y terminan detenidas; menores de edad en diversas circunstancias; detenciones xenófobas a mapuche y migrantes latinoamericanos; a trabajadores precarios de las aplicaciones, a quienes de paso les quitan sus medios para trabajar; y podríamos seguir más o menos indefinidamente. El hecho es que los casos sobran.
Por otra parte, el hecho de que la ciudadanía siga acudiendo a llamarles no significa mucho por sí solo. En medio de una ofensiva de los grandes medios de comunicación por crear un ambiente de “paranoia de la delincuencia”, criminalizando la pobreza, exaltando un ánimo xenofóbico cuando los detenidos son migrantes, y lavando la imagen de Carabineros cada vez que pueden, las declaraciones de Yáñez de que “les han dado por todos lados” son vacías cuando hay miles de millones de pesos blindándolos por todos lados. Los hechos son nuevamente, que carabineros sale ileso mientras se mantienen cientos de presas y presos políticos en las cárceles.
Por aquí podríamos apostar a que hasta los ateos convencidos podrían considerar en acudir a Dios cuando una policía criminal como ésta amenaza con su seguridad propia.
