Una vez más, los dichos del titular del MINEDUC remecieron las redes atrayendo múltiples muestras de desaprobación.
Domingo 22 de abril de 2018
Durante la semana, uno de los personajes de la derecha que se robó más cámaras y espacios en los medios fue Gerardo Varela, una de las designaciones de Piñera que más sorpresa causó, y que ha demostrado en la práctica, los cuestionamientos que habían al respecto.
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La frase de esta semana de Varela fue en contexto de la discusión sobre educación sexual en los colegios, que luego de vanagloriarse de ser “bastante liberal en esto, a mis niños los he educado sin abejitas. De hecho, les he ido a comprar condones. Es que son unos campeones, necesitan más de tres parece". Sin embargo, a la hora de avanzar en una política pública de educación sexual, se muestra en total rechazo de poner dispensadores de preservativos en los colegios, reflejando la contradicción y segmentación de la educación sexual, donde los hijos de ricos tienen derecho a métodos de protección de its y prevención de embarazo, mientras los jóvenes de liceos públicos, no tendrían este acceso.
¿Por qué los hijos del ministro sí y el resto no?.
Las frases de Varela despertaron la ira de múltiples sectores, que rechazaron los dichos del ministro tildándolos de machistas, y que aunque se intente ocultar bajo la fachada del “reto que recibió de Piñera”, las palabras nacidas de la espontaneidad de Varela sólo son reflejo del machismo y doble moral de este gobierno. Lo que se refleja en que, la misma derecha que un día se niega a repartir condones en los colegios, y se justifica con lo que pretende ser una “broma”. Es la que se niega al aborto libre, legal, seguro y gratuito.
Por la boca muere Varela
Si una cosa es cierta, es que en menos de dos meses Gerardo Varela ha grabado varias frases en la memoria colectiva, que sin duda le van a significar cada vez más problemas con el movimiento estudiantil, de mujeres, y probablemente de muchos más.
La frase de los condones del ministro no es la primera frase machista con la que genera revuelo. Uno de los enemigos que se ganó durante el año pasado es el FA, hacia quienes se refirió en una columna para El Mercurio como parecido “a las garotas de Río de Janeiro. Desde lejos, todas se ven jóvenes y estupendas, pero una vez que uno se acerca no todas son tan estupendas ni tan garotas”.
Al movimiento estudiantil también se ha dirigido con algunas frases célebres, que han dejado en claro el concepto de negocio que tiene de la educación diciendo por ejemplo que “lo peor es lo que ha hecho este gobierno (Nueva Mayoría): negar a la educación su naturaleza de bien económico, limitar la autonomía universitaria, impedir su correcto financiamiento, desincentivar competencia y regalar plata a los universitarios, que serán los privilegiados de la sociedad” y aunque el gobierno de Piñera pretenda “calmar los ánimos” del movimiento estudiantil con anuncios sobre la gratuidad, al parecer Varela piensa por el contrario que “la solución para la educación no es la gratuidad ni la prohibición del lucro –y menos de la selección y el copago-, sino que el desafío es cómo seguir atrayendo inversiones, competencia y talento a un sector que la requiere con urgencia”.
La respuesta del movimiento estudiantil
El pasado jueves 19, el movimiento estudiantil respondió con la frase más clara y profunda que podía. Demostró en las calles su fuerza, y le dejó bien en claro al ministro y su gobierno que estuvieron muy equivocados cuando dijeron que “el movimiento estudiantil va a perder fuerza, porque se va a dar cuenta de que su verdadero deber no está en la calle, sino que en la sala de clases”.
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Junto con esto los estudiantes quienes salieron a repudiar los dichos machistas del ministro, también exigieron sus disculpas públicas y reforzaron la demanda de la educación no sexista ni heteronormativa.
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Ahora, si todos los personajes del gobierno de Piñera, Pla, Varela, son solo parte de un entramado derechista conservador y machista, la respuesta social no puede ser separada, ni tampoco puede volverse una guerra de frases en los medios entre el gobierno, los parlamentarios y dirigentes, la respuesta debe ser organizada en las calles, de estudiantes, mujeres y trabajadores en conjunto.
