Presentamos un panorama de las políticas de género de la gestión del Frente Progresista en Santa Fe, y las perspectivas sobre este tema del nuevo gobierno peronista.
Jueves 9 de enero de 2020 11:48
El cierre de una década exige un balance y se vuelve más habitual cuando los gobiernos cambian de signo político. En nuestro país una mujer es asesinada cada 27 horas como víctima de la violencia de género. La cifra total del 2019 es espeluznante: se registraron 327 femicidios, según el observatorio “Ahora que sí nos ven”. 30 de ellas eran de Santa Fe, informa esta fuente. Y nos remitimos a los observatorios feministas porque ni el país ni la provincia cuenta con datos oficiales, no es parte de una política de Estado seria.
Desde el surgimiento de #NiUnaMenos en 2015 y la marea verde por el aborto legal, seguro y gratuito, el movimiento de mujeres inundó las calles de todo el país. Vimos multitudinarias marchas en toda la provincia que tienen como epicentro la ciudad de Rosario y colmaron las calles de reclamos y exigencias.
En Santa Fe el movimiento de mujeres logró conquistas, al menos en el plano formal, que impactaron de forma desigual. Se sancionó el cupo laboral trans, se fabrica Misoprostol en los laboratorios provinciales y hay algunos pocos refugios para mujeres víctimas de la violencia de género. Pero los pequeños presupuestos destinados a políticas de prevención, el peso del lobby clerical en la Legislatura y el hecho de ser la segunda provincia con mayor tasa de femicidios del país hacen caer como un castillo de naipes el mito de que el gobierno del Frente Progresista haya tomado seriamente cartas en el asunto. Hicieron de la ciudad de Rosario una vidriera para el país, a la par de que en el resto de la provincia no se respetaban ni siquiera los protocolos de aborto no punible. El caso de Yamila es un ejemplo. La condenaron a 9 años de prisión en 2016 por llegar a un hospital con un aborto espontáneo. Sólo la movilización de las mujeres, organizaciones políticas y feministas consiguió que absuelvan a la joven.
Según un informe de La Casa del Encuentro desde el año 2008 (es decir segundo año de gobierno de Hermes Binner) al 2018 hubo 260 femicidios en la provincia. Ese número asciende a 290 contando las cifras del año 2019. Sólo ocho días pasaron de este nuevo año y tenemos que lamentar otra víctima. Florencia Coria falleció el pasado jueves luego de una discusión con su pareja.
En el terreno de la educación, mantuvieron el silencio sobre el acuerdo que sostuvo la cúpula de la Iglesia y el peronismo en el Senado que no permitieron que avance la Ley de Educación Sexual Integral, a pesar de los reclamos del movimiento de mujeres, la juventud, las disidencias sexuales y docentes.
Cabe recordar también que el presupuesto que el Frente Progresista destinó a la prevención y atención de la violencia de género fue miserable ya que sólo representaba el 0,03% del total. Es decir, 46 pesos por santafecina.
Preguntas sin respuestas
Hasta hace unos años si a alguna joven le preguntaban quién era Omar Perotti quizás no sabía responder. El nombre de quien hoy gobierna la provincia ocupó las noticias, las redes sociales, las conversaciones mucho antes de hacer pública sus ambiciones políticas de hacerse cargo de la Casa Gris. Fue en el 2018 cuando desde la comodidad de su banca en el senado se abstenía, haciéndose eco del lobby oscurantista y reaccionario, de la Ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo, mientras una multitud verde bancaba los trapos abajo de la lluvia. Por eso no sorprendió que meses después, en la campaña electoral, se muestre muy cercano a las iglesias evangélicas, que junto a la católica, hicieron lobby para que no se apruebe un derecho fundamental para las mujeres y los cuerpos gestantes.
Tampoco fue un asombro que en su gabinete aparezca Silvina Frana, que como diputada votó en contra de ese proyecto, y elija como Ministra de Educación a Adriana Cantero, férrea opositora de la Educación Sexual Integral, que en este momento no les permite cobrar su salario a cientos de docentes (en su gran mayoría mujeres y muchísimas de ellas sostén de hogar) y amenaza con volver a instalar el presentismo en las escuelas. Una política que se utilizó históricamente para descontar del salario los días de paro y que penaliza a cada maestra cuando debe faltar por algún imprevisto como una enfermedad propia o de un familiar a cargo.
Te puede interesar: Perotti designó a la clerical Cantero al frente de Educación
Si bien Santa Fe adhirió al nuevo protocolo de interrupción legal del embarazo (ILE), el nuevo ministro de Salud Carlos Parola no dijo nada sobre la necesidad de que el aborto sea legal, en una provincia profundamente desigual donde la decisión de una mujer queda atada a la voluntad de un médico que quiera (o no) realizárselo.
La crisis económica y social, de la mano del FMI, golpea de lleno en las mujeres. En Rosario la desocupación llegó al 15,2% en Octubre, superando el promedio nacional. El desempleo entre las mujeres es del 16,1%. El Frente Progresista con el aval de Cambiemos y el peronismo, que se definía como oposición, fueron responsables de las políticas de ajuste que impulsó el gobierno de Mauricio Macri y que llevaron a miles al desempleo y el trabajo precario.
En el presupuesto del año 2020, que peronistas y opositores votaron de forma unánime, no hay un aumento de la partida destinada a la prevención y atención de la violencia de género. Si bien el gobierno creó una Secretaría de Estado de Igualdad y Género, la realidad es que tampoco tiene un monto asignado ya que fue creada luego de la asunción de Perotti como gobernador.
El Estado es responsable
El Estado y sus representantes no pudieron hacer oídos sordos a los reclamos de millones de mujeres y disidencias que salieron a las calles. Pero la creación de ministerios con nombres que prometen igualdad, o la sanción de algunas leyes, como la que establece la capacitación de género de todos los poderes del Estado no son suficientes. Tampoco lo es el anuncio de nombramientos, deseos, proyecciones. Se necesitan medidas mínimas que permitan a las mujeres salir de la situación en la que se encuentran.
Desde la Nación y desde provincia agitan las emergencias de todo tipo, para pedir discrecionalidad en el uso de partidas presupuestarias y para tomar definiciones evitando el Congreso y la Legislatura. Pero ninguno plantea la emergencia de las mujeres. Desde las bancas del Frente de Izquierda con nuestros diputados como Nicolás del Caño presentamos un proyecto de ley de emergencia en violencia de género que no fue sometido siquiera a votación. Casas y créditos para las mujeres que menos tienen; acceso al trabajo, a las licencias laborales, a un sueldo que cubra el costo de la canasta básica familiar; el derecho a que se garanticen las leyes que deberían asistir a las mujeres y a sus hijes; la legalización del aborto para evitar la criminalización y la muerte. También es necesaria la separación de las iglesias del Estado. El culto privado no puede ser sostenido económica y políticamente por el Estado. Reclamos urgentes que en todos estos años han llevado a las calles miles de mujeres.
Mientras hoy el FMI felicita al Gobierno de Alberto Fernández, las decisiones tomadas y sus anuncios van en detrimento de las mujeres y la clase trabajadora. Las mujeres son las mas explotadas entre los explotados y en este sistema se otorgan concesiones que no solucionan los problemas estructurales que dan origen a la opresión. Capitalismo y patriarcado han sido históricamente un matrimonio feliz. Por eso la pelea por luchar contra el sistema patriarcal tiene que ir de la mano de una perspectiva anticapitalista.