Un triunfo pírrico sufrió el gobierno durante la jornada de ayer. Logra aprobar en general su reforma de pensiones, pero pierde puntos centrales de la iniciativa. Con este resultado deberá negociar en el Senado como darle sentido a un proyecto que como está, sirve poco o nada.
Jueves 25 de enero
Durante la jornada de ayer, la cámara de diputados aprobó la idea de legislar la reforma previsional propuesta por el gobierno. La primera votación fue una victoria para el gobierno ya que logró obtener 84 votos a favor, 64 en contra y 3 abstenciones. Con esta primera victoria el gobierno podrá llevar la discusión al Senado que era uno de los objetivos de la jornada.
A pesar del amplio despliegue de ministros en el parlamento, las votaciones que siguieron a la idea de legislar, se transformaron en un problema para el gobierno ya que poco a poco se fue cercenando el corazón del proyecto.
Los temas que se rechazaron fue el aumento de la cotización al 6%, por lo que la cedida del gobierno a la propuesta demócrata cristiana de dividir en 3% de capitalización individual y 3% a solidaridad no sirvió para nada. También se rechazó la garantía de 0,1 UF por año cotizado que proponía el gobierno para los actuales y futuros pensionados y que sería pagado mediante el Seguro Social, la existencia de un nuevo Fondo Integrado de Pensiones (FIP) y su gestor estatal, la creación del Inversor de Pensiones del Estado (IPE), la gradualidad para subir el tope imponible y la cotización voluntaria de 6% extra para independientes.
Si logró aprobarse la creación del Seguro Social, que exista un complemento por cuidado de terceros, la división de la industria de AFP, la existencia de inversores de pensiones privados, la existencia del Administrador Previsional, la licitación del 10% del stock de afiliados en los inversores, el cambio de comisiones de flujo a saldo, los fondos generacionales, el autopréstamo, y el alza de la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250 mil.
La ministra del trabajo, Jeannette Jara (PC) agradeció a los parlamentarios que dieron los votos para aprobar la idea de legislar, aún cuando el resto de las políticas estructurales de la reforma no pudieron pasar. Como la misma ministra reconoció “Se crea un Seguro Social, pero se rechaza la forma de financiarlo. Esas son las paradojas que hay en este Congreso Nacional. Se aprueban los complementos por los cuidados de terceras personas, pero se rechaza la compensación por expectativa de vida. Se define un monto para la compensación de expectativa de vida, pero se rechaza su concepto propiamente tal”. Jara agradeció el voto pero cuestiona que no es aplicable. Quieren mostrar un triunfo donde no lo hay.
Ahora, en el Senado, el gobierno espera reponer algunos puntos, pero deberán sentarse a negociar nuevamente. De hecho, el mismo ministro de hacienda, Mario Marcel, reconoció que el objetivo de la negociación del senado “va a ser resolver todas las inconsistencias que han quedado en esta votación [...] se rechazaron cosas que en la discusión parecían bastante consensuadas, como por ejemplo, el facilitar la cotización de los independientes. Entonces, hay muchos vacíos de ese tipo, y por supuesto, queda un tema fundamental, que es la cotización para el seguro social, o la cotización de los empleadores, y por otro lado, la distribución de esa cotización, que siempre hemos sabido que es el nudo más completo que tiene este proyecto”.
Luego de la votación, la derecha salió a festejar el resultado, con total hipocresía dicen defender los intereses “de la gente”, pero en realidad están defendiendo un modelo que solo genera pensiones de miseria y un enorme negocio para los bancos y los grandes grupos empresariales del país. La derecha quiere celebrar que el proyecto quedó vacio, pero no porque tengan alguna propuesta para mejorar las pensiones, sino porque aseguran el negocio para sus financistas. De hecho, la presidenta de la Asociación de AFP, Paulina Yazigi, dijo que “la Cámara de Diputados aprobó la idea de legislar, pero dio una clara señal al rechazar aspectos estructurales de la reforma previsional. Existe acuerdo en que necesitamos mejorar las pensiones, pero no creando un sistema de reparto ni un impuesto al trabajo, ni abriendo el camino para que se estatice el sistema”, temas de los que el propio gobierno había desistido mucho antes.