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Red Internacional
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URGE SALARIO DE CUARENTENA. Gobierno amplía cuarentena sin medidas que beneficien al pueblo trabajador

Ante el incremento del número de contagiados de Covid-19, el presidente Vizcarra anunció la ampliación de la cuarentena y el estado de emergencia hasta el lunes 24 de mayo. Esta disposición, al no ir acompañada de medidas como el salario de cuarentena, resulta insuficiente para el pueblo trabajador.

Domingo 10 de mayo de 2020

Foto: PCM

Desde que se inició de manera oficial la cuarentena y el aislamiento social obligatorio (el pasado 15 de marzo), el número de contagiados y de fallecidos se ha incrementado significativamente, al grado tal que hoy el Perú figura, después de Brasil, como el país con más contagiados de Covid-19 del continente. Esto se expresa claramente en las cifras del último reporte de contagiados y fallecidos emitido por el Ministerio de Salud, según el cual, el sábado 09 de mayo teníamos 65,015 contagiados y 1,814 fallecidos a nivel nacional. Las regiones con más contagiados son: Lima con 41,844, Callao con 5,217, Lambayeque con 3,628, Piura con 2,388 y Loreto con 1,735.

Estas lamentables cifras ponen en evidencia el fracaso de la estrategia del ejecutivo, denominada “del martillo y del baile”, la cual se basaba en la cuarentena con aislamiento social, la misma que se sostuvo en medios punitivos como el estado de emergencia y la declaratoria del toque de queda, lo que permitió que las fuerzas armadas y policiales asuman un rol protagónico, para ello fueron blindadas jurídicamente a través de la promulgación de la ley del gatillo fácil (Ley Nº 31012) que les otorgaba impunidad ante probables abusos a la población.

La ausencia de un testeo molecular masivo ha hecho imposible detectar y aislar adecuadamente a los portadores del virus. Por eso su propagación se ha dado tan rápidamente, cubriendo las diversas regiones del país, desde las pobladas ciudades de la costa, pasando por la selva donde viene haciendo estragos, hasta llegar a alejados pueblos de la serranía del norte, centro y sur. Esto ha sido potenciado por los masivos desplazamientos de personas que se realizaron a raíz que la cuarentena dejo sin trabajo y sin ingresos a miles de trabajadores informales que viven del día, los cuales se han visto obligados a romper el aislamiento obligatorio para poder conseguir medios de subsistencia. Así pues, la estrategia del gobierno ha terminado enfrentando a los trabajadores empobrecidos a un terrible dilema: o quedarse en casa y morirse de hambre o salir a la calle a buscar medios para sobrevivir y arriesgarse a contagiarse del Covid-19.

A esto se suma la precaria situación del sistema sanitario público, el cual está siendo rebasado por el número de infectados que día a día empiezan a abarrotar las salas y pasillos de los hospitales. Al abandono infraestructural del sistema de salud, se debe también que los médicos, enfermeras y el resto de trabajadores vinculados a este sector, hoy no cuenten con los implementos básicos de bioseguridad, lo cual los está llevando a realizar protestas casi diarias contra el gobierno y su errada política sanitaria. Lamentablemente, y como lo han hecho público los dirigentes de los diferentes gremios de médicos y enfermeras, este desamparo del ejecutivo ha costado hasta la fecha la vida de 10 médicos, 1 bachiller en medicina, 2 enfermeras, una estudiante de enfermería y 12 técnicos y técnicas de enfermería.
No es entonces por la falta de “educación ciudadana” o por la “irresponsabilidad de los pobres”, como nos quieren hacer creer el presidente y sus allegados, que la estrategia del ejecutivo a fracasado, sino más bien, este fracaso tiene que ver con la perspectiva de clase desde la cual el Gobierno ha ido encarando las diversas iniciativas que han acompañado a la cuarentena.

Esto queda claramente demostrado en el hecho que hasta ahora, más allá de un bono de 380 soles y otro de 780 soles - altamente focalizados y restringidos a una minoría -, el gobierno no haya implementado ninguna otra iniciativa para contrarrestar en serio la difícil situación económica que viven millones de trabajadores que se quedaron sin trabajo por la cuarentena. Lo cual es doblemente duro en un país donde el 70% de su población económicamente activa (PEA) labora en la informalidad, osea, sin contrato de trabajo y sin derechos laborales. Tampoco se ha incrementado el presupuesto al sector salud, ni se ha hecho nada por revertir la difícil situación en la vienen desempeñando sus funciones las y los trabajadores de salud.

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Y si los trabajadores, tanto del sector público como privado, son abandonados a su suerte por el estado, no pasa lo mismo con los grandes empresarios y banqueros, quienes, desde que se inició esta crisis han venido siendo auxiliados por el estado. Por eso, apenas se declaró la cuarentena, el gobierno aprobó el subsidio del 35% de sus planillas y autorizo para que se les otorgue 30 mil millones de soles a los grandes bancos privados para que puedan dinamizar sus actividades financieras.

Por otro lado, el ejecutivo promulgo la suspensión perfecta de labores, que autoriza a los empresarios a despedir a sus trabajadores si sienten que estos obstaculizan su proceso de capitalización y ganancias. Así mismo, hace poco el presidente del Banco Central de Reserva, anuncio que desde su institución implementaran un salvataje financiero a las AFPs, supuestamente, para remediar el impacto que podría generar en ellas la aprobación de una norma que autoriza la posibilidad que los usuarios de estos fondos de pensiones puedan retirar un porcentaje de sus ahorros para cubrir sus gastos por cuarentena.

Se hace imprescindible entonces que los trabajadores que se quedaron sin trabajo y sin salario y aquellos que, por vivir del día a día lo perdieron todo, puedan recibir ahora un salario de cuarentena equivalente al valor de la canasta básica familiar, el cual debería ser de 1,500 soles mensuales. Los fondos para cubrir estos salarios a las y los trabajadores, deberán obtenerse de la implementación de un impuesto progresivo a las grandes fortunas de los burgueses nacionales y extranjeros que son los que se beneficiaron del crecimiento económico.

Esta medida deberá ir acompañada de otras, como la nacionalización bajo gestión obrera de los recursos naturales, o la reconversión productiva de la industria. Ello nos permitirá tener los recursos necesarios para repotenciar financiera, técnica e infraestructuralmente el sistema sanitario público y superar la ausencia de Equipos de Protección Personal (EPP), que actualmente padecen los médicos, enfermeras y enfermeros y el resto de trabajadores de la salud, así mismo, podremos contar con hospitales públicos de calidad y al servicio del pueblo en su conjunto.

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