Luego de que el magisterio lagunero de Durango protagonizara un paro de 9 días en protesta por el retraso en el pago de los bonos de la quincena 16-2022, el gobierno estatal se vio obligado a empezar la entrega del recurso.
Miércoles 14 de septiembre de 2022
Las protestas comenzaron desde el 1 de septiembre, después que los maestros se percataron de que no recibieron los bonos correspondientes a la quincena 16: el pago de la Compensación Nacional Única, el bono de apoyo por la pandemia y el bono por Servicio Educativo.
Distintas escuelas se fueron a paro ese día, y tras ver que más centros de trabajo se sumaban a la convocatoria, el sindicato se vio forzado a llamar a paro general de toda la sección 44.
El líder de la sección 44, Lorenzo Salazar Lozano, convocó a paro de último momento para no quedar rebasado por el descontento de las y los maestros de base y así evitar que se organicen de manera independiente de su control burocrático, quizá teniendo como ejemplo lo que sucedió del otro lado del río Nazas con su par de la sección 35, Jorge Luis Mora.
Sin embargo, conforme pasaron los días, el magisterio fue escalando en la presión al gobierno a través de diversas acciones: más de mil docentes tomaron las instalaciones de la Secretaría de Educación del Estado de Durango; poco más de 600 realizaron un plantón en la Secretaría de Finanzas; 500 más hicieron lo propio en la Subsecretaría de Egresos.
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También, en Gómez Palacio y Lerdo, un número masivo de docentes bloquearon distintas arterias de la ciudad, paralelamente a que cerraban las oficinas de recaudación.
Triunfo parcial
La mañana de este miércoles 14/09, el sindicato comenzó a informar que los adeudos de los bonos ya estaban siendo depositados en las cuentas de los trabajadores, por lo que convocó a reanudar las clases en todas las escuelas que se mantenían en paro: "el gobierno cumplió nuestra exigencia", mencionó el dirigente.
Sin embargo, la base magisterial no tardó en manifestar en redes sociales su inconformidad con la dirección sindical. Es que el atraso en los pagos de los bonos fue sólo la gota que derramó el vaso: el descontento del magisterio de la sección 44 contra el gobierno de Durango lleva años incubándose entre los trabajadores de la educación, pues las autoridades mantienen una deuda millonaria con ellos.
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Por lo menos, son 20 millones de pesos los que el gobierno estatal, encabezado por José Rosas Aispuro (PAN), debe a los trabajadores de la sección 44 de Durango, referentes a pagos de crédito de Fovi, Forte y pensiones, entre otros.
"¿Cuándo se demandará al gobernador por todo lo que ha robado al magisterio?, ¿O será que [nuestros dirigentes] son cómplices del mal manejo de los recursos del magisterio y por eso no hacen nada?", cuestionó un docente en redes sociales a Lorenzo Salazar.
Aún y cuando la mayoría de las escuelas levantaron el paro, es importante destacar que el magisterio no cierra los ojos ante la descarada complicidad que existe entre la burocracia sindical de la sección 44 y el gobernador.
El desfalco millonario que sufren los maestros y maestras es consecuencia de esta alianza criminal entre la burocracia sindical y el gobierno. Por eso, para poder tener justicia, es necesario que las y los maestros se unan para expulsar a los charros del sindicato y poner éste al servicio real de los intereses del magisterio.
Esta posibilidad es perfectamente realizable, pues las jornadas de paro y movilización de la sección 44 de la última semana demostraron que sí se puede forjar la unidad; que, si se pierde el miedo, se pueden conquistar sus demandas. Pero no pueden quedarse ahí: hay que continuar desarrollando la organización democrática de las y los maestros de base, escuela por escuela y forjar una coordinación seccional para discutir y definir los pasos a seguir en la lucha por la democratización de la sección 44 y del SNTE a nivel nacional; por la defensa de nuestros derechos y de la educación pública.
Además, hay que conquistar con la movilización una auditoría independiente al gobierno del estado, conformada por trabajadores de la educación y por investigadores de las universidades públicas, que transparente dónde quedaron los recursos destinados a la educación pública y exija que éstos sean suficientes e imponga la administración democrática de los mismos; a la par de luchar por un real aumento al presupuesto educativo en base al no pago de la deuda externa y de impuestos progresivos a las grandes fortunas y trasnacionales que operan en México.
Para dar esta pelea, desde la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase nos proponemos construir una gran corriente magisterial democrática y combativa, en la región lagunera y el resto del país, que sea totalmente independiente de los gobiernos y partidos patronales y de todas las alas de la burocracia sindical, para luchar por la democratización del SNTE, por los derechos de las y los trabajadores de la educación y por una educación al servicio de los trabajadores y del pueblo.