Señalan que el acuerdo solo busca garantizar que se inicien las clases y no regiría para otras negociaciones paritarias. Apoyo del siempre impresentable Luis Barrionuevo.
Miércoles 17 de febrero de 2016 00:30
Según informa el periodista Mariano Obarrio del diario La Nación, altos funcionarios del gobierno nacional ya salieron a afirmar que la paritaria que se está negociando con los docentes sería un caso excepcional, no aplicable en otras negociaciones. El argumento, según la misma fuente, es que “un aumento en salarios mínimos docentes de 6060 pesos, que pasarían a ser de 8500, no pueden compararse con otros sueldos en sindicatos con haberes sustancialmente mayores”.
Este argumento deja al desnudo el bajísimo nivel salarial de un gran porcentaje de los trabajadores de la educación. Nivel que el macrismo se propone continuar.
Pero además busca negar el hecho de que la oferta salarial que hizo anoche el gobierno se acerca mucho más a la realidad que las proyecciones de inflación que el ministro de Economía Alfonso Prat Gay viene realizando.
Hoy, mientras tomaba juramento a nuevos funcionarios, Macri volvió a mencionar la inflación como un flagelo, dando cuenta de los problemas que arrastra el gobierno para dar solución a esta cuestión.
Objetivos
Al mismo tiempo, desde el gobierno señalaron que el objetivo de esta oferta a los docentes es lograr que comiencen las clases sin problemas. Macri y sus funcionarios se juegan a mostrar un país “normal” según sus parámetros, donde no se “pierdan días de clase”, cuestión que fue uno de los ejes de ataques hacia Scioli en la campaña electoral pasada.
Respaldos
Quien salió a respaldar esta política fue el jefe del sindicato gastronómico, Luis Barrionuevo. Ratifica así la tregua que hay entre las cúpulas sindicales y el gobierno.
