CASA DE GALICIA. Gobierno está a punto de dejar a cientos de familias en la calle

Movilización de trabajadoras de Casa de Galicia hasta la Residencia Presidencial- Fuente Pan y Rosas

Según informa AFunCaG, en las negociaciones que se están realizando actualmente entre el PE, las empresas mutualistas y los gremios implicados, las cosas no van muy bien para quienes viven de su trabajo.

De una promesa de que, por cada 50 socios y socias se absorvería 1 funcionario o funcionaria no médico, ahora se habla de porcentajes irrisorios como 1 médico o médica cada 1000 socios y socias, lo que llevó a que el Sindicato Médico se declarara en conflicto. La proporción para el personal no médico está por verse aún, pero trascendió que no se reconocería la antigüedad y estarían “a prueba” por 75 días. Es una verdadera tomadura de pelo.

Afiches difundidos por la Asociación de Médicos y Practicantes de Casa de Galicia - AMPCDG

Un negocio redondo para los empresarios prestadores de servicios de salud

El gobierno, la justicia y también la dirección sindical que no acompañó la lucha de las trabajadoras de Casa de Galicia, son los que ahora están marcando las condiciones del cierre en la mesa de negociación, y le están dando a los prestadores de salud la posibilidad de hacer el negocio de su vida: contar con miles y miles de nuevos socios y socias – lo que constituye mucha pero mucha plata – y no estar obligados a contratar personal médico y no médico o, en el mejor de los casos, que la proporción de absorción sea ínfima.

Así, por ejemplo, el Círculo Católico que ya recibió 17.857 socios y socias de Casa de Galicia, quiere tomar solamente 17 médicos, o sea una proporción de 1 cada 1000. El Hospital Evangélico recibió 7809 socios y socias y quiere tomar 7 médicos o médicas. Lo mismo para con Universal, Cudam y Crami.

El negocio es redondo: millones de pesos que ingresan a los nuevos prestadores a partir de la absorción de los socios y socias, pero no hay obligación de contratar al personal médico, y encima los pocos contratos son a prueba y sin antigüedad. Y para colmo, con tanta población más para atender, obviamente bajaría la calidad del servicio que estas mutualistas prestarían. Precarización pura y lucro empresarial.

Un conflicto difícil y un gran desafío para la clase trabajadora

Desde que el pasado 23 de diciembre cuando la justicia declaró el cierre de Casa de Galicia, hemos visto cómo el gobierno y los partidos con representación parlamentaria han salido a hacer declaraciones pomposas en defensa de la institución y del personal que allí trabaja.

Sin embargo, solo han sido declaraciones, como denuncian las trabajadoras de Casa de Galicia en lucha. Es por esto que las trabajadoras y trabajadores – en su mayoría mujeres sostenes de su hogar – han decidido tomar una serie de medidas de lucha. Hicieron paros parciales en los distintos turnos, hicieron una huelga de hambre de 15 días, se rodearon de la solidaridad de gremios y sindicatos combativos y de otras organizaciones sociales. Sostuvieron la unidad con las y los socios y también con la gremial médica. Hicieron movilizaciones hasta la residencia presidencial … Hicieron todo el ruido que pudieron, en defensa de sus puestos de trabajo.

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Una lucha llena de enemigos

Todos los partidos con representación parlamentaria hicieron agua frente a la situación de vaciamiento de la institución.

Párrafo aparte merece la dirección de la Federación Uruguaya de la Salud y por otro lado la directiva del PIT-CNT.

La FUS desde el principio boicoteó la lucha llamando a agarrar “lo que venga” de parte del gobierno. La anterior dirección de AFunCaG afín al Fogata Bermúdez, maniobró asambleas aplicando el terror para que se vote a favor de la propuesta del ministro de salud, el cabildante Salinas, que no planteaba otra cosa que el cierre de la institución y la re-ubicación en otras mutualistas, quedando unas 400 personas en una bolsa de empleo sin ninguna seguridad laboral.

Pero cuando las trabajadoras y trabajadores se plantaron y dijeron “queremos defender nuestro trabajo, nuestra institución y el sustento de nuestras familias” la dirección anterior boicoteó todo atisbo de lucha, renunciando masivamente a la mesa directiva. Dejaban a las mujeres descabezadas de su dirección, castigándolas por la “locura” de querer luchar por la dignidad obrera.

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La FUS le negó hasta último momento la posibilidad a la nueva mesa directiva - elegida democráticamente – de integrarse a las mesas de negociación. Se negaban a que las nuevas representantes pudieran participar en las negociaciones donde se definía justamente el futuro de su fuente laboral y el sustento de sus familias.

La FUS llegó al colmo de llamar a los gremios que la integran a “defender la Federación” de las mujeres agrupadas en AFunCaG, haciendo creer que este gremio estaba por fuera de la Federación – algo totalmente falso – y generando una división a la interna del sector de salud. Hasta llegaron, según denuncian las compañeras, a mandar a los “compañeros” policías para “escoltar” a las obreras y controlar a donde se dirigían. ¡Una vergüenza la FUS!

La dirección del PIT-CNT, por su parte, avaló en todo momento la actitud antiobrera de la FUS, rechazando en dos oportunidades el pedido de las mujeres trabajadoras de una reunión. “Si no está la FUS nada” parece que les dijeron. Y el día que las trabajadoras se movilizaron a la puerta del local del PIT-CNT, rápidamente se cerraron las puertas, aunque finalmente tuvieron que atender a las compañeras.

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La lucha deja enseñanzas

¡Tantas enseñanzas ha dejado toda esta lucha para las mujeres trabajadoras! Muchas de ellas sin experiencia sindical anterior, aprendieron a saber quiénes son sus amigos y quiénes sus enemigos, a que con la lucha se consiguen cosas, aprendieron que a las promesas se las lleva el viento, que hay que construir un nuevo sindicato basado en la democracia interna y no en los métodos burocráticos del Fogata y sus séquitos. Aprendieron que la salud es considerada un negocio capitalista bajo este sistema de explotación, y que es necesario cambiarlo de raíz.

También aprendieron que cuando las mujeres levantamos la cabeza, no nos para nadie. Aprendieron que la explotación de clase es reforzada por la opresión de género, y que las mujeres trabajadoras organizadas son el camino para enfrentar la violencia machista y todas las consecuencias del patriarcado.

Pan y Rosas y el feminismo socialista en concreto

Desde un primer momento nos pusimos a disposición de la lucha. Fuimos parte de sus asambleas, de sus deliberaciones, y hasta de sus dudas. Compartimos debates políticos y hasta intimidades, de esas que se cuentan entre amigas. Apoyamos la huelga de hambre y conformamos una columna común para el Día Internacional de la Mujer.

Columna de Pan y Rosas junto a trabajadoras de Casa de Galicia en el 8M 2022

Desde un principio planteamos que la salida para el conflicto era una salida de fondo: luchar por la estatización de Casa de Galicia para mantener el edificio funcionando y a sus socios y socias, y que la misma funcione bajo control de las trabajadoras y trabajadores, que son quienes saben perfectamente cómo hacerlo, y sin ningún fin de lucro sino el único interés de brindar un servicio de calidad y de vivir de su trabajo dignamente.

Hoy mantenemos firme nuestro apoyo incondicional a estas valientes mujeres y hombres que luchan hasta el final.

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