En medio de una gran incertidumbre política, el gobierno de Samaras decidió adelantar al 17 de diciembre la elección presidencial en el Parlamento, postulando al excomisario europeo Stavros Dimas como candidato. Si Dimas no consigue 180 votos de diputados, se convocarán elecciones generales en febrero, donde Syriza tiene altas posibilidades de ganar.
Jueves 11 de diciembre de 2014
Fotografía: Reuters
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Hace semanas que el debate político griego está centrado en la posibilidad de adelantar las elecciones. Así lo viene exigiendo el líder de Syriza, Alexis Tsipras.
De acuerdo al sistema político griego, la figura presidencial es simbólica, pero si no consigue la cantidad de votos suficientes entre los diputados para su aprobación, el gobierno está obligado a disolver el parlamento y llamar a nuevas elecciones generales.
Con la designación como candidato del excomisario europeo Stavros Dimas, el Primer Ministro griego ha apostado por una figura que, además de haber encabezado varios ministerios como parte del partido conservador Nueva Democracia, también es conocida fuera del país.
"Es una personalidad que une y goza de confianza y respeto por su seriedad", declaró Samarás en el mensaje televisado en que anunció su candidatura.
El primer ministro se refirió a él como alguien a quien "la sociedad griega e internacional" tiene "mucha estima y respeto".
Alexis Tsipras, líder de Syriza, calificó este adelanto electoral como "una victoria popular y democrática importante" en su deseo de conseguir que la votación no salga adelante y se convoquen comicios generales adelantados.
Todas las encuestas indican que si esas elecciones generales se produjeran ahora, el ganador sería Tsipras.
La jugada de Samaras es riesgosa. Al adelantar las elecciones intenta terminar con la crisis política, procurando convencer a un grupo de diputados independientes que apoyen a Dimas. Son los que le faltan para llegar a los 180 votos y evitar el adelantamiento de las elecciones generales. Pero si le sale mal, y no logra una votación favorable, el camino quedará más abierto para Syriza.
La reacción de “los mercados” y las bolsas fue muy negativa. Después del anuncio de Samaras, se desplomaron todas las bolsas europeas, contagiando a las bolsas mundiales. La Bolsa de Atenas se desplomó con una caída del 12,78 %, la mayor en 27 años. El tipo de interés del bono griego a 10 años subió un 0,86 % y llegó al 8,19 %, mientras la prima de riesgo aumentó en 88 puntos hasta los 750 puntos.
Es que se vislumbra más cerca la posibilidad de que se forme un gobierno de Syriza, que aunque viene moderando mucho su discurso y su programa frente a los mercados, representa aun así perturbación para los planes de austeridad y disciplina fiscal de Bruselas y la Troika.
El Parlamento votará el próximo 17 de diciembre la candidatura de Dimas mediante el voto nominal en las tres sesiones.
Para que la candidatura prospere en la primera votación es necesaria una mayoría de dos tercios, es decir 200 votos, al igual que en la segunda ronda (23 de diciembre), mientras que en la tercera (29 de diciembre) es suficiente con que se reúnan tres quintos, 180 votos.
En caso de que el Parlamento no consiga elegir al presidente, la Constitución establece la disolución de la Cámara y la convocatoria de elecciones generales entre tres y cuatro semanas después.
La coalición gubernamental entre conservadores y socialdemócratas solo cuenta con 155 escaños, mientras la mayoría de partidos de la oposición, entre ellos Syriza, ha adelantado que votará en contra del candidato para forzar la celebración de comicios.
Redacción ID / Agencias