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Red Internacional
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Industria automotriz. Gobierno mexicano admite denegación de derechos laborales en General Motors

De acuerdo con el mecanismo laboral del T-MEC, luego de admitir una queja presentada por Estados Unidos, el gobierno de México debe proponer en los próximos días un plan para la reparación de las afectaciones a los derechos laborales y sindicales, provocadas por las irregularidades presentadas en la legitimación del CCT en la planta de GM Silao.

Miércoles 7 de julio de 2021

Los pasados 20 y 21 de abril se llevó a cabo de manera fraudulenta la consulta promovida por el sindicato “Miguel Trujillo”, afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM), para legitimar el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) en la planta de General Motors Silao y, de este modo, simular el cumplimiento de lo establecido en la nueva legislación laboral y en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Al tratarse de un contrato de protección patronal que merma los derechos laborales, avalado por la burocracia sindical de la CTM, el repudio de la base trabajadora a legitimar dicho contrato y las escandalosas maniobras de los charros para imponerlo de cualquier modo, obligaron a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) a anular el proceso.

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Pero no quedó ahí. Apelando al capítulo laboral del T-MEC, el gobierno de Estados Unidos presentó el 12 de mayo una queja por la violación a los derechos sindicales y laborales en la planta. En el mismo sentido se pronunciaron dirigentes de la central sindical estadounidense AFL-CIO. Queja que el gobierno mexicano admitió, reconociendo dichas violaciones y comprometiéndose a reponer el proceso.

El 26 de junio pasado se venció el plazo para que el gobierno mexicano respondiera, luego de lo cual contaba con 10 días para consensar con su par norteamericano los mecanismos para la reparación de las faltas, que ya deben estar por definirse. El 29 de junio se realizó la cumbre entre México y Estados Unidos sobre el capítulo laboral del T-MEC, en la que se trataron las quejas referidas a GM Silao y a la empresa Tridonex de Matamoros, entre otros puntos.

¿Y los trabajadores?

Mientras tanto, los trabajadores de GM siguen padeciendo la falta de protección laboral, luego de sufrir la muerte de varios de sus compañeros por Covid, al tener que exponerse al contagio por la voracidad de ganancias de esta empresa no esencial, que ha seguido funcionando durante toda la pandemia. Muchos fueron despedidos por enfermarse y protestar, como han denunciado desde la agrupación Generando Movimiento.

No conforme, la patronal incrementa los ritmos en la planta, sin garantizar las condiciones de seguridad, con la complicidad de los odiados dirigentes sindicales de la CTM.

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Los gobiernos se ponen de acuerdo sobre cómo perfeccionar los mecanismos de saqueo y explotación laboral que representa el T-MEC, que nada tienen que ver con los verdaderos intereses de los trabajadores de ambos lados de la frontera.

Al mismo tiempo, diferentes sectores de la burocracia sindical le disputan a la CTM la titularidad del contrato colectivo en GM, mientras la base trabajadora sigue sin ser escuchada, sin contar con una representación sindical democrática que realmente la represente y que haga del sindicato una verdadera herramienta de lucha.

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El rechazo a legitimar el CCT en GM Silao fue solo una demostración de la fuerza que pueden tener los trabajadores cuando se expresan. Pero esa fuerza no puede limitarse a los mecanismos institucionales, que en el mejor de los casos servirán para legitimar o no un CCT que tarde o temprano terminarán negociando los charros.

Los trabajadores deben tener el derecho de discutir democráticamente y acordar en asambleas qué tipo de contrato requieren y cómo imponerlo, apelando a los métodos de lucha de la clase obrera, como la huelga y la movilización, exigiendo en primer lugar la reinstalación de todos los despedidos, la indemnización para las familias de los fallecidos por Covid y medidas efectivas de seguridad e higiene.