Ya comenzó formalmente la ronda de reuniones entre el gobierno nacional y las provincias para negociar el Presupuesto de ajuste para 2019. Buscarán recortar $ 300.000 millones para cumplir con el FMI. Transferencias y jubilaciones en debate.
Lucía Ortega @OrtegaLu_
Miércoles 18 de julio de 2018
Ayer, el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, recibió en la Casa Rosada a los gobernadores de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y de Jujuy, Gerardo Morales, y al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, los distritos más "amigos" al oficialismo, para afinar los detalles de la distribución del ajuste fiscal y las responsabilidades y roles de cada uno en el mismo.
Formalmente, el calendario de reuniones de cara a la negociación del Presupuesto 2019 comenzó ayer con encuentros "técnicos" con los ministros de Hacienda y Economía provinciales.
El gobierno se corrigió a sí mismo en el número del ajuste "comprometido" con el FMI. De estimar un recorte de $ 200.000 millones para 2019, Dujovne debió salir a aclarar que el número del ajuste será aún mayor de lo previsto, acusando que el motivo del incremento se debe a la misma ley previsional que ellos mismos impulsaron y que implicó un robo a los jubilados. Como perla, se trató precisamente de una medida que fue apoyada por los mismos gobernadores que hoy están pactando el Presupuesto 2019 a la medida del FMI.
Estiman ahora que el ajuste será de un monto aproximado de $ 300.000 millones el año que viene, del cual el gobierno nacional pretenderá hacer recaer un 50 % en las provincias. Para ello, limitará fuertemente las transferencias no automáticas, utilizando como arma de negociación la plata de las Cajas previsionales provinciales en aquellas provincias que no transfirieron sus cajas al SIPA.
Te puede interesar: Jubilaciones como botín de "guerra" en la negociación entre Nación y gobernadores
Hoy por la mañana está estipulada la presencia de los cinco distritos de Cambiemos: será el turno de Ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires, Jujuy, Mendoza y Corrientes.
El jueves el gobierno se reunirá con el peronismo y los partidos provinciales. Por la mañana la reunión será con los ministros de Neuquén, Misiones y Río Negro y, por la tarde, harán lo propio los representantes de Córdoba, Salta, San Juan, Chaco, Tierra del Fuego y Entre Ríos.
"En todos los encuentros participarán, por el Gobierno, el ministro de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne; su par de Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio; junto al secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, y el de Provincias, Alejandro Caldarelli".
Según fuentes oficiales, "en este primer grupo se llamará a 15 provincias, pero las rondas de encuentros continuarán la semana que viene".
Una oposición que no se opone al ajuste
Macri afirmó recientemente que "el Presupuesto 2019 será la prueba de fuego para sustentar el acuerdo con el FMI y sacar el país adelante de una vez". Es, en efecto, una prueba de irrefutable necesidad en la que el gobierno nacional tiene que presentar al FMI evidencias de un consenso en toda la línea (desde nación hasta municipios) de que se implementará el fuerte ajuste sobre el pueblo trabajador para cumplir con los pagos de intereses de deuda.
El gobierno necesita no sólo este acuerdo para aprobar el Presupuesto 2019, sino que pretenderá hacerlo sin dilaciones, ni bien su proyecto se presente al Congreso. Los primeros avances de Dujovne al respecto prevén un crecimiento del 2 %, una inflación (irreal) del 17 % y sin proyección del tipo de cambio por el régimen de libre flotación.
Sin embargo, esta negociación en la que tanto oficialistas como "oposición" peronista en principio manifiestan acuerdo, implicará aceitar las áreas de mayor ajuste y calibrar sobre quiénes recaerá el costo político.
De acuerdo a Infobae, el pedido de los gobernadores del PJ que realizó el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, busca limitar los marcos de acción de las administraciones macristas importantes como provincia de Buenos Aires y Ciudad, precisamente en el año electoral. Para ello, se solicitó el traspaso de Edenor, Edesur y AySA a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires, y la quita de los subsidios al transporte de pasajeros en el área metropolitana.
Por su parte, Vidal y Larreta presionaron para que acuerden los montos de recortes que encarará cada distrito, pero que cada administración defina por sí mismo sobre cómo llegar a esa cifra.
El impacto del recorte de las transferencias a provincias
El fuerte recorte de las transferencias no automáticas de Nación a provincias golpeará muy duro a los presupuestos provinciales, que por otra parte están limitados en su recaudación y en su gasto debido a la ley de Responsabilidad Fiscal, también de reciente aprobación por todo el arco político patronal.
El compromiso de ajuste con el FMI implica una reducción de transferencias corrientes a provincias de 0,6 % del PBI en tres años, o 74 % en términos reales.
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los giros discrecionales significan un 20% del total enviado a las provincias en la última década, y se componen de transferencias corrientes y de capital.
Las primeras son las de mayor peso y son recursos concentrados en pocos programas, pero de envergadura. Los cinco más relevantes representaron 0,82 % del PBI el año pasado. La asistencia financiera a provincias y municipios, con 0,39 %, es el de más peso. Le siguen el Fondo Nacional de Incentivo Docente y Compensaciones Salariales (0,23 %) y los aportes a las cajas de jubilaciones provinciales no transferidas (0,10 %).
El Iaraf apunta que en las jurisdicciones en las que los giros discrecionales representan 10 % o más de los ingresos totales “pueden tener finanzas afectadas por un límite en los envíos” que se relizará a partir del acuerdo con el FMI. Engruesan esa lista La Rioja (21,5 %), Jujuy (21 %), Misiones (15 %), Chaco (13,9 %), Formosa (13,5 %), Santiago del Estero (12,8 %), Salta (12,5 %), San Juan (11,3 %) y Tierra del Fuego (10,5 %).
Lo cierto es que, como cabía esperar, más allá de las declamaciones demagógicas de ciertos espacios opositores "contra el FMI", ningún gobernador planea por el momento elevar la más mínima discordancia al saqueo acordado con el FMI, que lejos de "sacar al país adelante", como plantea Macri, aplica un recetario ya conocido de ajuste y recesión que profundiza los desequilibrios y prepara el terreno para atacar las conquistas de los trabajadores.
Lucía Ortega
Economista UBA. Coeditora de la sección de Economía de La Izquierda Diario.