La carta anónima enviada a The Wall Street Journal señala que varios gobiernos estatales –Veracruz, Puebla, Chiapas y Chihuahua-, así como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) pagaron millones de pesos en efectivo para que Televisa les hiciera cobertura noticiosa.
Martes 10 de mayo de 2016
Televisa, la mega empresa de medios de comunicación, habría recibido entre 300 y 450 millones de pesos de los gobiernos de Rafael Moreno Valle (PAN), Puebla; Rodrigo Medina (PRI), Nuevo León; Javier Duarte (PRI), Veracruz; Manuel Velasco (Partido Verde Ecologista de México, satélite del PRI), Chiapas, y César Duarte (PRI), Chihuahua, según la carta anónima.
A su vez, de acuerdo con la misma fuente, el PRI pagó 550 millones en 2012, y el año pasado, 400 millones. El PAN, por su parte, habría entregado 240 millones en 2012 y 200 millones más en 2015.
El informe lo publicó la revista Proceso. En un artículo de Jenaro Villamil se explica que, al ser el pago en efectivo, no hay registros del desvío de dinero de las arcas públicas. No hay facturas. No hay recibos.
Sólo está la carta anónima recibida por el Wall Street Journal el pasado 6 de mayo, donde se afirma que directivos de Televisa, como Alfonso de Angoitia -incluido en los Panamá Papers- desviaron millones a cuentas en el extranjero.
El escenario de estos pagos millonarios habría sido el Estadio Azteca, propiedad de Televisa. En la carta se consigna que se habría registrado el ingreso de dinero como pago por eventos especiales (conciertos).
La primera reacción de Televisa fue desmentir todo. Ahora, amenaza con iniciar acciones legales…contra alguien anónimo.
De Televisa a La dictadura perfecta
Este nuevo escándalo, hoy investigado en Estados Unidos, en realidad sólo ratifica una sospecha rancia.
Ya en la campaña presidencial de 2012, según señala Proceso, “el gobierno del Estado de México presuntamente pagó 870 millones de pesos a la televisora. Mientras que al siguiente la cifra bajó a 560 millones y en 2015, año de comicios intermedios federales, repuntó y llegó a los 800 millones.”
Todas estas imágenes parecen sacadas de La dictadura perfecta (2014), de Luis Estrada, donde el presidente y gobernadores entregan millones a TVMX para tapar un escándalo con otro y hacerse con el poder.
Pero en realidad, la película constituye una sátira muy literal de cómo operan los medios masivos de comunicación y los partidos al servicio de los empresarios.
Sólo queda por agregar que estos mismos medios que reciben millones, realizan campañas de difamación contra los sectores que protestan contra las políticas gubernamentales, como el caso de los maestros que en distintos puntos del país enfrentan la reforma educativa.
Los gobiernos estatales gastan fortunas en tener cobertura televisiva, mientras alegan que no hay dinero para salud, para educación y para las enormes necesidades sociales.
Ahí está el caso de Veracruz, donde el priista Javier Duarte recorta fondos de la Universidad Veracruzana. ¿Y de qué le sirvió? Ni Televisa ni nadie pueden tapar la crisis que atraviesa esa entidad: la tragedia de Pajaritos –consecuencia de la reforma energética-, hallazgos de fosas clandestinas todos los días, violencia contra las mujeres, contra periodistas críticos, retrasos en pagos de salarios y pensiones, endeudamiento que llegó en 2015 a 95,852 millones de pesos.
Chiapas no se queda atrás: la crisis de salud pública evidenciada con la muerte de dos bebés y la hospitalización de otros 37 por aplicarles vacunas por una incorrecta manipulación, en la comunidad de Simojovel, además del aumento del índice de pobreza –igual que en Puebla- figura como otro de los gobiernos dadivosos.
En ambos estados, los gobernadores tampoco escatiman esfuerzos en reprimir a las y los maestros que se oponen a la reforma educativa.
En Chihuahua, a su vez, mientras los familiares de desaparecidos denuncian que el gobierno quiere dar carpetazo a sus casos, como en Ayotzinapa, se ha destapado la precarización laboral que el gobierno en acuerdo con las trasnacionales, ha impuesto sobre los trabajadores.
Por su parte, el panista Moreno Valle no se queda atrás: impulsó la Ley Bala que cobró la vida del niño José Luis Tlehuatle e hirió a vecinos de Chalchihuapan en julio de 2014; la caída del Secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, por encabezar la red de robo de combustible en julio de 2015, y además está vinculado a la constructora Grupo Higa, quienes obsequiaron la casita blanca del escándalo a Angélica Rivera, la primera dama.
Los grandes medios de comunicación se cocinan en el mismo caldillo que los partidos al servicio de los empresarios nacionales y extranjeros. Mantener anestesiados a los trabajadores, las mujeres y los jóvenes ante los agravios y atropellos que vivimos son parte de las funciones de los medios al servicio del poder. Difamar y aislar a quienes se atreven a cuestionar en lo más mínimo este estado de la situación, es otra de sus tareas. Así como acusan de “flojos y revoltosos” a las y los maestros, anunciaron con cinismo el día de la masacre de 1968: “Hoy es un día soleado” o criminalizan a los desaparecidos como los jóvenes de Ayotzinapa y justifican la violencia hacia las mujeres, solapando misóginos.
Como escribió Lenin “Los capitalistas llaman libertad de imprenta a la libertad de soborno de la prensa por los ricos, a la libertad de utilizar la riqueza para fabricar y falsear la llamada opinión pública. Los defensores de la ‘democracia pura’, también se manifiestan de hecho en este caso como defensores del más inmundo y venal sistema de dominio de los ricos sobre los medios de ilustración de las masas, resultan ser embusteros que engañan al pueblo y que con frases bonitas, bellas y falsas hasta la médula, distraen de la tarea histórica concreta de liberar a la prensa de su sojuzgamiento por el capital.